Lanzo el despertador a la pared en cuanto empieza a sonar haciendo que se rompa.
Otro mas a la basura.
Me incorporo sin ganas y miro la hebra de luz que se cuela por entre las cortinas de mi habitación.
Salgo de mi cama y me dirijo al baño mientras agarro una toalla y abro las persianas dejando la luz entrar.
Me meto en la ducha y cierro los ojos en cuanto siento el agua caer encima de mi.
Abro los ojos al caer en la cuenta de que día es hoy.
Sonrío y salgo rápidamente de la ducha.
Me cambio con lo primero que encuentro y bajo a la planta de abajo mientras cojo las llaves de mi moto.
Me coloco la chaqueta y me paro frente la foto que tengo en la mesa.
Acaricio el marco y sonrío.
Salgo y monto en mi moto con ganas de llegar a mi destino.
Voy esquivando coches y motos sin tener en cuenta mi velocidad.
Paso junto varios coches patrulla y los conductores se ríen y me saludan.
Cuando llego a la oficina de policía y aparco, no me lo pienso dos veces para correr al interior y dirigirme a los vestuarios.
Mis compañeros me saludan con animo y riéndose.
Me alegra poder tener tan buena relación con todos ellos a pesar de que el 95% son hombres.
Aún recuerdo sus caras la primera vez que entré...
Una vez me he puesto el uniforme, me centro completamente en mi trabajo, dejando atrás las sonrisas y el buen humor.
Camino hasta mi departamento y abro las puertas haciendo que mis hombres se levanten con respeto y me saluden como deben.
- Buenos días señores, hoy es el gran día. Espero que estén preparados para lo que se viene, porque no pienso aceptar ningún fallo.
Todos asienten e hinchan su pecho orgullosos de su trabajo.
- Vamos damiselas, si todo va bien, acabaremos antes de ir a comer.
Salimos juntos rumbo a nuestros coches patrulla no sin antes pasar por la armería para recoger todo lo necesario.
Subo en mi moto y me coloco frente a la entrada para que nadie pueda entrar mientras mis hombres salen.
Un coche se para junto a mi y empieza a tocar el claxon queriendo entrar en el recinto.
Me bajo las gafas de sol y le saco el dedo del medio para acto seguido colocarme las gafas bien y salir tras los coches de mis hombres.
Los adelanto uno a uno hasta llegar a la cabeza y salir a las afueras de la ciudad.
Siento la adrenalina recorrerme por completo.
Hoy, por fin, acabaré con la mayor red de trafico de personas del mundo.
Llegamos en silencio y rodeamos por completo el edificio donde se llevará a cabo el trafico.
Bajo de mi moto y me coloco bien el chaleco antibalas mientras compruebo mi arma.
- Hora de conocer el infierno queridos.
Doy ordenes a mis hombres y nos adentramos en el edificio.
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WHITE MASK
Ficção AdolescenteUn italiano enamorado. Un policía en busca de fama. Y una mujer que no duda en apretar el gatillo. Que podría salir mal?