"BOOM"

208 22 1
                                    

Dejo la moto aparcada enfrente de mi casa con prisas y entro rápidamente.

Subo las escaleras hasta mi habitación y cojo el teléfono que se encuentra escondido tras un cuadro.

Bajo las escaleras mientras marco el número de mi abuelo, pero paro al ver una hoja entrar bajo la puerta.

Me acerco y desdoblo la hoja para leer su interior.

"TIC TOC TIC TOC"

En cuanto leo eso, no me lo pienso dos veces para salir de la casa en el momento justo en el que estalla y salgo lanzada hacia el exterior.

Ruedo por el asfalto y me incorporo como puedo agarrándome el lateral.

Miro mi casa en llamas y siento lagrimas caer.

A mis espaldas veo una sombra acercarse a mi peligrosamente.

Alzo la pierna y giro para pegarle una patada en la cara al desconocido.

No me lo pienso dos veces para empezar a correr hacia el centro sin tener en cuenta el dolor de mis costillas, piernas y cabeza.

Tengo el teléfono aún en mano y consigo marcar de nuevo el número de mi abuelo.

Sigo corriendo mientras me llevo el aparato a la oreja y espero, mas bien, deseo que lo coja rápidamente.

Un toque, dos toques...

- Ty? Que pasa? Va todo...

- No tengo tiempo abuelo! Escúchame, han volado por los aires mi casa... y me están persiguiendo...

- Que? Donde estas? Enviaré a León...

- No tengo tiempo! Intentaré llegar a la empresa...

Un disparo hace que me agache y que se me resbale el teléfono de las manos.

- Mierda...

Los pulmones me arden y se que no aguantaré mucho mas corriendo.

Cojo lo que queda del teléfono y sigo corriendo.

La gente que me ve debe de pensar que he salido de alguna película...

Un coche frenando frente a mi hace que vuelva a la realidad y que antes de empotrarme contra el morro, salte y pase por encima corriendo.

A decir verdad, no parece un coche barato que digamos...

Sigo corriendo hasta llegar al centro y me permito parar para observar todo mi alrededor.

Miro el teléfono y maldigo al ver que no puedo volver a usarlo.

Saco la tarjeta de memoria y lanzo el resto del aparato para luego volver a ponerme a correr al divisar a dos hombres con traje negro. 

Paso por entre la gente como diabla, empujando a algunos, esquivando a otros y recibiendo insultos por todos lados.

Necesito parar... debo tener tres costillas rotas y las rodillas hechas girones.

Me meto en un callejón y me apoyo en la pared mirando al cielo. 

Me dejo caer y me permito mirar la gravedad de mis heridas.

Esto pinta peor de lo que pensaba...

El dolor amenaza con hacerme perder la consciencia, y no me opongo... ahora mismo me siento hecha una mierda.

En algún momento he cerrado los ojos sin darme cuenta, pero de lo que sí me doy cuenta es de abrir los ojos una fracción de segundo y encontrarme con un hombre de ojos azules enfundado en un traje negro, mirarme con una sonrisa y mirar a uno de sus hombres.

- Andiamo, la porteremo a casa.

Cuando todo vuelve a verse oscuro, solo puedo pensar en el peligro que corre mi familia y en esos ojos azules.

WHITE MASKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora