Filofobia. [MDZS]

Capítulo ocho: cambio de planes

WangJi sale del baño con una toalla alrededor del cuello, su mirada cae sobre el escritorio donde estan sus libros de texto y el ordenador que anteriormente usó para terminar los reportes pendientes del consejo estudiantil.

En silencio se acerca y desliza el dedo sobre el touchpad para desbloquear la pantalla, dirige el puntero hasta la esquina superior de la página, sin embargo antes de poder cerrarla en el centro de la pantalla brinca una notificación: «Wei Ying videollamada entrante».

Hay un suspiro pesado y WangJi se toma su tiempo en sacar la silla y tomar asiento mientras acepta. La pantalla se llena con el panorama de la habitación de Wei Ying y su risueño rostro, no esta fisicamente presente pero Lan Zhan siente cómo su corazón se agita y el calor alcanza las puntas de sus orejas.

—¡Finalmente aceptas, Lan Zhan! —la voz catarina de Wuxian suena ligeramente amortiguada— Este iba a ser mi último intentó, ah, ¿Vas saliendo de bañarte?

—Hm —no puede evitar ignorar el parloteo del mayor, enfocándose en los pequeños detalles que puede ver de la habitación. Es desordenada y con colores oscuros pero no al punto de verse sombría, la pared detrás de él esta llena de fotografías de Wuxian con diferentes personas, también logra encontrar la tira de fotos que se tomaron en el centro comercial. Su atención se queda un poco más de tiempo en la fotografía de un embarcadero de lotos.

—... Siempre he dicho que eres bonito, Lan Zhan pero hoy luces mucho más adorable —canta el joven recostando el pecho sobre el escritorio— Siento que me quedó ciego cada vez que te veo~ Aah, Lan Zhan, ¿Por qué eres tan bonito? Es injusto ~

—Terminaré la llamada —murmura en una pequeña amenaza.

—Ah, espera, espera. No lo hagas, intentaré ser objetivo —antes de eso le guiña pícaro— Mañana es el cumpleaños de Huaisang y hará una fiesta, ¿Te gustaría ir?

—No.

—¿Por qué no, Lan Zhan? —se queja sonando como un niño pequeño.

—No me gusta el ambiente —WangJi aparta la mirada para no ver el puchero inconforme en el mayor. Nunca se ha sentido cómodo con lugares ruidosos y aglomerados.

Hay un suave toque en su puerta, así que WangJi se disculpa mientras se levanta para abrir.

—La cena esta lista, A-Zhan, así que no tardes.

Desde la pantalla no hay nada que Wei Ying pueda hacer para ver hacía la puerta que permanece oculta de su mirada curiosa, lo único que sabe con claridad es que esa no es la voz de Lan XiChen. Wuxian muerde su labio y se rinde a esperar hasta ver de nuevo al menor.

—¡La voz del presidente XiChen suena diferente! ¿La mía también cambia tanto? —pregunta con una sonrisa incómoda

—Es Yao-gege, por eso es diferente.

Wuxian vuelve a morderse el labio, nunca imaginó que escuchar a WangJi llamar a otros «Gege» se sentiría como un golpe al estómago. Toma un boligrafo y una hoja de papel para hacer trazos bruscos, con la cabeza baja se crea una sombra sobre su rostro, acentuando los atractivos rasgos.

—He notado tu positivo avance, así que es momento de pasar al siguiente paso de la terapia: cita. —sus labios se cierran en una línea tensa y levanta el rostro en una mueca confusa, como si no pudiera creer que esas palabras salieron de su boca. Wuxian frunce el ceño y se obliga a continuar— Podrías salir con el superior GuangYao en la fiesta de mañana.

WangJi esta en silencio, su rostro y postura estoicos como una preciosa escultura, si nota el drástico cambio de tema, él no lo menciona— ¿Por qué Yao-gege?