Conociendo a la clase Un Millón

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En el centro del multiverso habitado conocido, existe un lugar conocido como Punto Cero. Allí se ubica la central del Protectorado del Multiverso, nombre clave: El Faro.

Éste tiene una estructura compleja, no euclideana, es decir, imposible de definir por las reglas básicas de la geometría tridimensional. Por fuera, se ve como miles de teatros de Sidney y estructuras similares puestas una al lado de la otra. Por dentro, es un infinito complejo de pasillos, oficinas, laboratorios y más. Todo de un blanco constante casi sin excepciones.

Elliot, Tina y Lunafreya están caminando por uno de tantos pasillos, guiados por un reptil humanoide de gran musculatura y escamas negro azabache llamado Raligh. El cuál viste el uniforme del Protectorado con una insignia de alto rango. Éste es uno de los jefes del departamento de Recursos Vivientes. Con un físico escultural y más de dos metros de altura, su presencia resulta imponente, lo cual resalta su actitud relajada y agradable.

— Así que ya tienes licencia de piloto. — Dice Raligh a Elliot. — Bueno, eso nos va a ahorrar trabajo. Pero aún tendrás que pasar otros exámenes si quieres llegar a ser capitán. ’Ta bien?

— Seguro.

— Bien. Lo siguiente que tengo para decir es que, cómo tú inscripción es de cierto interés, tengo que asignarte un entrenador que también tenga la autoridad para manejar Asuntos Externos. Con esos filtros, lamentablemente mi única opción por el momento es...

Raligh es interrumpido por un vozarrón masculino agudo, el cual se oía gritar con mal humor.

— ¡Rosome, le dije que tenía que entregar su informe por escrito hace cinco minutos! ¡García, tráeme mi café! ¡Rhophys, quiero los expedientes del último incidente en mi escritorio para anteayer a las menos sietemil horas, o sea para ya!

Elliot lo vio. El sujeto en cuestión era un grifo, de casi metro y medio de altura, con un uniforme pomposo lleno de condecoraciones y manchas de sangre que nunca se lavaron, y un parche en el ojo izquierdo. Está gritando a un micrófono en el cuello de su traje.

— ¡Atención! — Grita el grifo cuando alcanza a ver a Elliot y los demás. Éstos hacen el saludo militar, salvo Lunafreya. — Voy a dejar algo bien en claro. Cualquier error cometido frente a mí no será pasado por alto. Y lo que opinen los supremos me vale tres coma diecisiete toneladas de comino a la pomarola. Mi decisión es final, finalísima. No voy a permitir que un mocoso cualquiera sea capitán de ninguna de mis naves. ¡¿Entendido!?

— ¡Si señor!

— Es el Teniente Coronel Talion Skygale. — Dice Raligh. — Le gusta hacer las cosas a la vieja usanza, incluyendo insultar a los novatos. Pero tiene su lado amable.

— ¡No me falte el respeto, Lugarteniente! Está bien ¿Quién de ustedes dos es Leslie Onion? — Dice mirando a Tina y Lunafreya.

Con el orgullo visiblemente herido, Elliot da un paso adelante. — Soy yo, señor, Leslie es mi segundo nombre.

Tina y Raligh ponen cara de sorprendidos, luego junto con Talion intentan contener su risa.

— ¡Squaaaahahaha está bien, novato! ¡Squaaaahahaha, te dejo que te... Squaaaahahaha, que te pongas cómodo! ¡Squaaaahahaha!

Talion empieza a alejarse por la misma dirección por la que llegó.

— Bueno, eso fue raro. — Dice Raligh. — Oye ¿Quieres que te lleve a las habitaciones?

— Una cosa más. — Dice Talion, volteando con un aire de misterio. — Espero que descanses bien esta noche, porque a partir de mañana, tu trasero va a pasar a ser de mi propiedad.

El Protectorado del MultiversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora