Trabajo en equipo: La clave para la victoria

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En el medio de la ciudad simulada por el colosal macromecanismo de impresión 3D que es la sala de simulacros, Elliot acaba de reunir a cinco de sus compañeros mediante portales mientras Amity anda distrayendo a Infinia.

Los cinco miran a Elliot. — Escuchen, no quería tener que molestarlos pero aquí todos nos estamos jugando nuestra admisión. — Dice. —Amity ahora mismo está tratando de hacer tiempo para que...

— No molestes, Onion. — Interrumpe Gail.

— Llegamos a la conclusión de que éste examen tiene un truco. — Replica Elliot.

— ¿De qué classse de truco esstamos hablando? — Pregunta Visa.

— ¿Ustedes acaso se ven capaces de hacerle daño a Infinia? — Elliot responde con otra pregunta.

— Supuestamente estos brazaletes están para eso. — Afirma Geiss.

— De hecho no. — Dice Gail. — Éstos limitadores están para que puedas hacerles frente a los supremos y darte posibilidad de sobrevivir. Que puedas o no hacerles daño ya depende enteramente de qué tan bien puedes explotar sus vulnerabilidades. — La mayoría lo mira. — ¿Qué, no leyeron el manual?

Elliot señala a Gail y sonríe. — Gracias por aclarar eso. Ahora, si, supuestamente Amity y yo podemos hacerle daño a Infinia con nuestro control de la luz, pero llegamos a la conclusión de que hay una condición de victoria secundaria para aquellos que no puedan lograrlo.

— Claro, rescatar a tantos habitantes cómo podamos. — Dice Geiss.

— O, tal vez no. — Delma comienza a chasquear los dedos. — A ver. Si tuviese control sobre el tiempo y quisiera matar gente... Podría acelerar el flujo del tiempo sobre mis objetivos para que envejezcan al instante, y se harían polvo.

— O podría anular su pasado evitando que nazcan. — Comenta Gail.

— También es una opción. — Afirma Elliot. — El punto es que la masacre no es el objetivo de Infinia en éste examen. Por cierto, ustedes dos me aterran. — Dice señalando a Delma y Gail.

— Gracias. ¿Entonces cuál es el truco? — Pregunta Delma.

— Es lo que tenemos que averiguar. Tenemos menos de hora y media, para asegurarnos de tener tiempo para luchar si algo sale mal. — Dice Elliot.

— Entonces tenemos que buscar información. — Añade Delma. — Yo buscaré por aquí. Ustedes dispersense y regresen a éste punto en una hora, con o sin resultados.

— Me parece correcto — Dice Elliot.

Todos asienten y se separan. Elliot reconoce el terreno corriendo a Mach 2 por las zonas más alejadas de la ciudad mientras el resto busca en puntos más cercanos a dónde están.

Mientras tanto, Visa se dirige a un edificio cercano, pero nota un convoy militar pasando por la calle, yendo en dirección nada más y nada menos que hacia donde se ubica Infinia. La serpiente lo sigue de cerca, pero sin llamar la atención, cubriéndose con el alumbrado, los edificios, los escombros y demás. Hasta que el convoy, de seis camiones y tres vans, estaciona frente a un gran galpón debajo de un puente de concreto, en una zona más modernizada del lugar.

Visa alcanza a ver militares bajando cajas de los camiones, y mientras tanto, se va acercando lento pero seguro. Hasta que finalmente se le acaban las posibles coberturas. Escucha murmullos pero no alcanza a distinguir palabras.

— Esstá bien. Hassta aquí llegó mi camuflaje. Hora de jugar.

Amity por su lado estaba conteniendo a Infinia, que estaba más centrada en intentar asestarle algún golpe que en cualquier otra cosa. La cronofénix bosteza, a lo que Amity reacciona sonriendo.

— Muy buen trabajo señorita — Infinia bosteza de nuevo tras decir ésto y sigue — Apfel. Pero no es suficiente.

— De nada. ¿Ahora vas a decirme cuál es tu objetivo?

— No te lo voy a poner tan fácil. Pero creo que éste desempeño merece una pista — Bosteza de nuevo. — Sólo quiero que dejen de robarme lo que es mío por derecho.

Por su parte, Geiss y Makarova se quedan investigando junto a Delma.

— ¿Ustedes no van a separarse del grupo? — Pregunta la joven científica.

— No nos malentiendas, seguramente podríamos conseguir la información. — Afirma Svetlana — Pero creo que va a ser mejor que alguien te cubra las espaldas, y éste grandullón no parece que quiera alejarse de mí, así que estás de suerte.

— Tienes dos guardaespaldas por el precio de uno. — Dice Paul, sonriendo.

Delma se está dirigiendo hacia un galpón que llamó su atención por un detalle. Tiene una amplia línea de óxido en el centro del portón de entrada. Sus compañeros la cubren.

— Bueno, al menos tengo una excusa para pensar en voz alta y gente que me escucha. — Dice. — Bueno ¿Ven esta línea de óxido? ¿Cómo la describirían?

— Un poco curvada. — Comenta Makarova.

— Bastante grande, llega de arriba a abajo del portón. — Añade Geiss.

— Exactamente. El óxido no se comporta así, si éste portón se hubiese oxidado de manera normal...

— Estaría todo oxidado de manera indiscriminada. — Interrumpe Makarova. — ¿Entonces? ¿Cuál es tu teoría?

— Algo hizo que el tiempo avanzara más rápido sobre ésta sección. — Responde Delma — Eso hizo que el proceso de oxidación se acelerara a una velocidad de por lo menos meses por cada segundo.

— ¿Y qué crees que significa? — Pregunta Geiss.

— Sin más información, es difícil saberlo. Lo más obvio sería decir que Infinia lo hizo, pero podría estar equivocada.

Por último, Gail llega sólo a través de un portal a lo que parece ser una instalación militar en el centro de la ciudad, cerca de donde Amity e Infinia están luchando. Debido al gran tamaño de la cronofenix, puede escuchar su mitad de la conversación.

— ¿Quién te está robando? — Se pregunta en voz alta. — ¿Y qué, exactamente?

Pero no tiene mucho tiempo para investigar porque de repente se ve rodeado por soldados. Algunos de ellos con armamento avanzado y equipos de protección de vanguardia.

— ¡Manos al suelo! ¡Esta es un área restringida!

— Oh, no.

El Protectorado del MultiversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora