❝Ｉｄｉｏｔａ❞ 『 ʀᴀʏ × ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ 』 ⓉⓅⓃ

꧁ᙅᗩᑭÍTᙀᒪO ᐯII꧂

—Entonces... ¿por qué te ignoro?

Ray asintió.

La oji____ respiró profundamente.

"Dile, dile. Explícale. Tú puedes, hazlo" se animó a sí misma.

—Ayer, Anna me contó todo lo que hablaron, y... bueno, yo... yo...

—Tú estás enojada porque rechacé a Anna, ¿no? —la interrumpió.

—¿Eh?... ah, sí, exactamente —contestó mientras bajaba la mirada, pero de inmediato volvió a encararlo con el ceño fruncido—. Y no sólo eso, también por tú culpa perdí mi funda favorita —en seguida sacó su celular, mostrándoselo.

—¿Sólo por eso, en serio? —le cuestionó, levantando su ceja izquierda.

—¿Cómo que si "sólo por eso"? Se trata de mi funda... y de mi mejor amiga.

—Bueno, pues ¿qué puedo hacer? ¿Aceptar a la fuerza?

—Déjalo así. Olvídalo. De todos modos, ella no merece a un idiota como tú —dijo, se dio media vuelta y siguió su camino hasta salir de la escuela.

Ray se quedó parado unos segundos, observándola.

"Demonios. Maldita imbécil. No sé porque extrañaba que me hablara. Idiota".

Salió de la escuela y continuó caminando por la ruta de siempre. Iba pensando en _____, en Anna y en la "estúpida" funda.

"¿Me irá a seguir ignorando el lunes? ¿Ya no va a volver a hablarme? ¿Ya no seguiremos con... nuestra extraña amistad? ¿Y por qué? Por su estúpida amiga... demonios, lo que me vas a hacer que haga, maldita niña idiota".

En lugar de seguir derecho para continuar el camino a su casa, dio vuelta a la izquierda. Un nuevo destino lo esperaba: el centro comercial.

El sonido de un claxón y un auto frenando y orillándose lo hizo salir de sus pensamientos y ver a su perfil. El auto de su mamá estaba a su lado. Ella bajó la ventanilla y le hizo una seña para que subiera.

Ray negó y continuó caminando, pero Isabella volvió a sonar el claxón, haciendo que él se detuviera nuevamente.

—No quiero.

—Sabes que no me gusta que vayas solo por las calles, es peligroso, y además, ¿adónde vas?

—A la casa de Emma —mintió y continuó caminando.

—No es el camino para su casa.

Isabella iba a su par, haciendo avanzar el carro a una muy baja velocidad.

—Voy a tomar un atajo que ella me enseñó, no lo conoces.

—Si quieres llegar más rápido, entonces súbete y yo te llevo.

—¡Demonios! No soy un estúpido niño, yo sé cuidarme. Déjame en paz.

Una pareja de alumnos de la escuela estaba al frente, platicaban tranquilamente. Isabella, al verlos, sonrió con cierta malicia.

—Ray, ¿puedes culparme por querer cuidarte? —preguntó, elevando su tono de voz, atrayendo la atención de la pareja. Los ojos de Ray se agrandaron al notar lo que hacía su madre—. Después de todo, soy tu...

Ray, muy discretamente y desesperado, le hizo una seña a su mamá para que se callara.

—¿Entonces? —Isabella le sonrió inocentemente.

Ray miró al frente, donde se encontraban los muchachos; seguían viendo la escena. Inhaló y exhaló para calmar su molestia y después asintió. Isabella aceleró y dio la vuelta, donde se estacionó a esperar a su lindo hijo. El azabache, al pasar al lado de la pareja -que seguían viéndolo-, les regaló una mirada amenazadora, lo que ocasionó que ambos redirijeran su vista a otro lugar.

Ray giró la esquina y en seguida subió al auto, de mala gana.

—¿Y Norman?

—Fue a la casa de Emma.

—Tú solo te delataste, si quisieras ir a la casa de Emma, lo hubieras acompañado. ¿Adónde vas? —le preguntó tras hacer avanzar el carro.

—Tsk... al centro comercial.

—¿Para?

—... Voy a comprar algo.

—¿Qué?

—¡Diablos, mamá! ¿Qué es esto? ¿Un maldito interrogatorio? —preguntó, elevando un poco la voz.

—Ray, te sugiero que te abstengas de contestarme así. Soy tu madre. Además, yo también estoy molesta contigo, en química no respondiste mi pregunta, una pregunta muy fácil...

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—¿En serio lo gritó? —preguntó Nigel, con una sonrisa burlona.

—Sip —le respondió Anna mientras reía ligeramente.

—Dios... ¡qué infantil! —se rió—. Sí que le gustas —agregó el mayor, dándole a ______ leves palmaditas en el hombro.

—¿Tú crees? —preguntó la peli____, con un brillo en sus ojos y un pequeño rubor.

Anna y Nigel rieron por la cara de su amiga, ocasionando que su sonrojo aumentara.

—Definitivamente.

—Por cierto, te ví hablando con Ray hace rato —habló la rubia—, tomados de la mano —le guiñó el ojo, aumentando aún más el rojizo de las mejillas de su amiga—. ¿Ya le dijiste la verdad?

—Eh... iba a hacerlo, estaba casi a punto de decírselo, pero me interrumpió y... se me quitaron la ganas de hacerlo —se rió, mostrando después una expresión de decepción.

—Qué bueno, me gustaría primero darle una advertencia: si hace llorar a mi mejor amiga, yo lo hago llorar al doble —agregó Nigel con una sonrisa, buscando hacerla reír, lo cual, logró exitosamente.

—Aún así, tienes que decírselo... y sacarme de esto —continuó Anna.

—Si, si, pero... mi funda...

—No sé —la interrumpió—. Tal vez si el lunes le explicas todo, pueda considerar devolvértela. Es que es muuuy linda.

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—¿Te vas a tardar en comprar aquello que no quieres decirme qué es? —preguntó Isabella a Ray, estacionando el auto.

—Máximo 15 minutos —respondió, abriendo la puerta y saliendo.

—Bien, aquí te espero, con cuidado.

Ray asintió y empezó a caminar.

"Estúpida ______".

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Me divertí al escribir este capítulo, jsjsjs. Me gusta mucho la relación madre-hijo de Isabella y Ray.
¿Qué creen que vaya a hacer nuestro precioso Ray?

『❥Kᥲrᥱᥒ•°』