❝Ｉｄｉｏｔａ❞ 『 ʀᴀʏ × ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ 』 ⓉⓅⓃ

⋆ 𝚈𝚘𝚞𝚛 𝚖𝚘𝚖? ⋆

²⁶ ᵈᵉ ʲᵘⁿⁱᵒ

—Me sorprende que hayas aceptado acompañarme por un café —mencionó Isabella, para después darle un pequeño sorbo a la bebida caliente que tenía en frente.

—Bueno, no es como que tenga algo mejor que hacer —respondió Ray, alzando los hombros con desinterés. Tomó su bebida, un delicioso capuccino, y se dispuso a beberlo, asegurándose de saborear cuidadosamente cada trago y no quemarse.

Isabella sonrió.

—Aún así me alegra mucho.

—Si... aunque estaría mejor si papá nos hubiera acompañado, lástima que estaba ocupado —comentó sin ninguna expresión en particular.

—En ese caso, mañana salimos los tres a cenar, ¿qué te parece? —le propuso animadamente, pues no era común de Ray tener ganas de pasar tiempo en familia.

—Si, como sea —se encongió de hombros—. Me parece bien —concluyó con una diminuta sonrisa.

—¿Sabes...? Últimamente te he visto más feliz de lo normal e incluso te expresas más, ¿acaso está pasando algo? —preguntó, mostrando bastante curiosidad.

Isabella tenía una hipótesis de lo que le ocurría, pero tenía la esperanza de que su hijo se lo dijera.

—Nada en particular —respondió sin mirarla.

La de ojos violetas suspiró, de verdad creía que su hijo se lo contaría, pero bueno, perdió su oportunidad. Hora de atacar.

—Ya veo. Entonces... ¿qué tal te va con ______?

El pelinegro agrandó los ojos y, debido a la sorpresa, apartó de inmediato la bebida de sus labios, tosiendo; se había atragantado.

—No-normal, todo normal, ¿po-por qué la mencionas? —cuestionó una vez que su garganta se encontraba clara. A pesar de que trató de sonar lo más calmado posible, fue inevitable la presencia de un par de tartamuedeos.

Isabella rió ligeramente.

—Ray, soy tu madre y tu profesora, prácticamente te veo todo el día, ¿crees que no me he enterado que ______ es tu novia? —el pelinegro desvió la mirada, sonrojado—. ¿Cuánto llevan?

—... apenas cumpliremos dos semanas pasado mañana... o sea, el lunes —se resignó a contestar, después de todo era inútil tratar de evadir la pregunta, conocía a su madre, de una forma u otra lo haría confesarlo y prefería que no fuera de una forma que le causara más vergüenza.

La sonrisa de la mayor creció considerablemente. Se quedó unos segundos mirando atentamente a su hijo para después colocar su mano sobre la de éste, que yacía en la mesa.

—Estoy muy feliz por ustedes, por ti —Ray volteó a verla—. Ray, has crecido bastante, el próximo año cumplirás dieciocho, ¡qué rápido! Y yo que aún recuerdo cuando eras un bebé, o cuando me enteré de mi embarazo y se lo dije a Leslie, su reacción fue tan divertida —rió, recordando aquella linda escena—, o cuando tu papá y yo te cantábamos, ¿recuerdas?

Ray no pudo evitar sonreír. Su infancia había sido muy bonita. A pesar de que a veces fuera grosero e indiferente con sus padres, él los amaba y mucho. Ellos siempre se esforzaban por darle todo, no le faltaba nada. Sí, puede que sean entrometidos y empalagosamente cariñosos, pero es algo normal, después de todo, él es su único hijo.

—Claro que lo recuerdo, ¿acaso olvidas que recuerdo prácticamente toda mi vida? —respondió, a la par que acomodaba su mano para corresponder el agarre de su madre.

—Es verdad, ¿cómo pude olvidar eso? —dijo, sin borrar su sonrisa.

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