Esto no va a funcionar

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La guarida de aquel grupo de jóvenes no era nada del otro mundo, pero aún así James se alegró de poder entrar en un lugar resguardado y, para lo que estaba acostumbrado, acojedor. Los tres amigos estuvieron charlando alegremente por unas horas, poniéndose al día de las cosas que habían pasado en aquellos meses. Mientras él permaneció sentado a su lado observando con curiosidad..

El rubio del grupo parecía estar más que contento de tener alguien a quién poder darle la charla. Los cuatro se sentaron al rededor de la mesa mientras bebían algo y escuchaban el relato de la “gran escapada”

-Cuando nos separamos Scapa y yo fuimos por el camino del norte mientras que Kyle tomó el atajo del río. En realidad no fue muy difícil despistar a la guardia, ya sabes. Esos bastardos no ven tres en un burro, te puedes creer que Kyle pasó enfrente de sus …

El soldado se atragantó con la bebida notablemente incómodo con el rumbo que estaba tomando la história así que el pelinegro preocupado se apresuró a distraer al Rubio con otra cosa, con fingido aire despreocupado preguntó lo primero que se le pasó por la cabeza.

-¿Hablando de Kyle donde habéis dicho que estaba?- Su amigo pelirrojo no se encontraba en la sala junto a ellos. Gray adoptó un tono más desinteresado por el tema.

-Salió a buscar la cena hace un rato... la verdad Law, no sabes cuanto se te echaba en falta, las cenas no son lo mismo sin ti. Ahora conseguimos mucho menos. - El rubio se apegó al pelinegro abrazandole cariñosamente. Cosa que hizo alzar una ceja al castaño de ojos verdes que les miraba incrédulo. Christian ligeramente incómodo apartó a su amigo con suavidad.

-Sí … sí , todos sabemos que tu estómago te gana Gray- El aludido le pegó un capón al ojiazul como protesta.

-No hay nada mejor que una buena comida y una buena mujer... bueno, lo último es relativo ¿No crees?- El rubio ignoró las miradas fulminantes de su amigo y pareció recordar algo – Pero bueno, tú no nos has contado como te libraste de la partida que te seguía ¿ Qué diablos pasó?

El pelinegro se llevó las manos al cabello y miró de reojo al soldado, como pidiéndole ayuda para contar algo que no les dejase en una posición complicada, pero en aquel momento la suerte les sonrió en forma de una hiperactiva melena pelirroja que entró corriendo en la caseta dando un sonoro portazo.

-¡Traigo la comida pequeños rufianes!... Vaya... no sabía que tuviésemos visi...¡Christian!

De nuevo se retornó a las clásicas frases que todo el mundo dice cuando se reencuentra después de un largo periodo de tiempo y con ello todo el mundo pareció olvidarse de las conversaciones incómodas. Por fin reunidos todos, los cinco comieron entre gritos y risas por parte de los cuatro amigos y asombro por parte del ojiverde, demasiado sorprendido de que unas personas que técnicamente vivían de su sigilo y rapidez pudiesen ser tan ruidosas y patosas al mismo tiempo.

Al fin llegó la hora de dormir, con el paso del tiempo cada integrante de la banda fue cayendo rendido, tras un largo día de “ trabajo” y se fueron retirando a sus respectivos colchones esparcidos por los rincones de la caseta. Cuando él ultimo de los ladrones había caído en un profundo sueño el ojiazul y el castaño decidieron ir a dormir también. El ladrón agarró gentilmente a su compañero del hombro y guiandole en la oscuridad le condujo hasta una de las esquinas de la casa, señalando el colchón.

-Tú puedes dormir ahí. - El castaño asintió distraído aunque debido a la oscuridad el otro no pudo apreciarlo

-¿Donde duermes tú normalmente ?

-Aquí, pero no te preocupes, yo ya buscaré otro – El pelinegro no pudo continuar la frase ya que el menor le había tapado la boca con su mano.

Rumbo a la guillotina (BL) Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora