Princesa Del Mar Y La Magia

XXXI

—¡Potter!, ¡Weasley!, ¡Jones! ¿quieren atender?

La voz de la profesora McGonagall restalló como un látigo en la clase de Transformaciones del jueves y tanto Marina como Harry y Ron se sobresaltaron. La clase estaba acabando, ya habían terminado el trabajo y las gallinas de Guinea que habían estado transformando en conejillos de Indias estaban guardadas en una jaula grande sobre la mesa de la profesora y los deberes estaban anotados en el pizarron. La campana iba a sonar de un momento a otro, Marina,Harry y Ron habían estado luchando con unas varitas de pega a modo de espadas, levantaron la vista, Ron sostenía un loro de hojalata, Harry una merluza de goma y Marina una mariposa de plástico.

— Ahora ustedes tres tendrán la bondad de comportarse de acuerdo a su edad —dijo mirándolos con enfado cuando súbitamente la cabeza de la merluza de Harry cayó al suelo cortada por el pico del loro de hojalata de Ron y la mariposa de Marina salia volando por la ventana—, tengo que decirles algo a todos ustedes.

>>Se acerca el baile de navidad: constituye una parte tradicional del Torneo de los tres magos y es al mismo tiempo una oportunidad de relacionarnos con nuestros invitados extranjeros. Al baile sólo irán los alumnos de cuarto en adelante, aunque si desean pueden invitar a un alumno más joven...

Levender Brown dejó escapar una risita estridente. Parvati Patil le dio un codazo en las costillas, haciendo un esfuerzo por no reírse también y las dos miraron a Harry, que considero que era injusto que a ellas la profesora McGonagall no las regañara.

— será obligatoria la túnica de gala. El baile tendrá lugar en el Gran Comedor; comenzará a las ocho en punto del día de navidad y terminará a la medianoche. Ahora bien... El baile de navidad es una oportunidad para que todos echemos una cana al aire.

Levender se rió más fuerte, poniéndose la mano en la boca para apaciguar el sonido. Marina esa vez si vio donde estaba el chiste,la profesora McGonagall siempre llevaba un moño muy apretado por lo que no parecía haber echado nunca una cana al aire, se rió en voz baja y Riham le dio un pisotón para que se callará.

—Pero eso NO quiere decir —prosiguió la profesora— que vayamos a exigir menos del comportamiento que esperamos de los alumnos de Hogwarts. Me disgustare mucho si me entero que algún alumno de Gryffindor hace quedar mal al colegio.

La campana sonó y se armó el habitual revuelo al recoger las cosas y salir del salón. La profesora McGonagall llamó  por encima del alboroto:

—Potter, Jones, por favor, quiero hablar con ustedes.

Los dos azabaches se miraron suponiendo que tenia que ver con las varitas de pega, se acercaron con expresión sombría. La profesora espero a que todos se hubieran ido y habló

— Bueno, los campeones y sus parejas...

—¿Qué parejas?—preguntó Harry

—Sus parejas para el baile de navidad Potter—contestó con frialdad— Sus parejas de baile

—¿parejas de baile?—dijo Marina notando como se sonrojaba— yo no bailo

—yo tampoco —añadió Harry

—Sí, claro que bailan —dijo irritada la profesora McGonagall— eso era lo que quería decirles, es tradición que los campeones y sus parejas abran el baile.

—yo no bailo —dijeron al unisono 

—Es la tradición —declaró con fuerza la profesora McGonagall— ustedes son campeones del colegio,así que deben representarlo como se debe, entonces encárguense de conseguir pareja.

— Pero...—iba a replicar Marina

—Ya me  has oído, Jones—dijo en un tono que no admitía replicas