Princesa Del Mar Y La Magia

XLI

— Veo que conseguiste volverte sirena — dijo Tritón y con una ceña los guardias se fueron— aunque no del todo, supongo que es un buen comienzo.

— y bien... —titubeó Marina—  fue lindo verte ya me voy

—  si claro — le repuso amenazante—  supongo que has luchado antes ¿no, hermana?

—no, por eso creo que como hermano mayor deberías dejarme ir...—dijo siguiéndole el juego de ser "hermanos".

— al contrario, mi deber sería enseñarte — dijo levantando su espada— toma este duelo como.... un entrenamiento

Tritón no iba a ceder, quizá si decía que no tenía espada se podría ir, en el fondo sabía que eso no iba a suceder, pero no perdía nada intentándolo, solo el tiempo y confiaba en que Tritón la dejaría ir antes de que terminara la prueba.

— no tengo espada ¿Cómo se supone que voy a luchar?—dijo Marina y astutamente añadió—  además no sería algo irrespetuoso luchar contra tí, tú eres un dios, yo solo soy una simple mortal.

Tritón se sintió sin duda alguna alagado, pero no cedió al contrario le respondió.

— no sería ninguna falta, pues yo te he retado primero — Marina maldijo mentalmente— y se bien que tienes una espada.

—  Entonces si no le molesta, me gustaría acabar con esto rápido, debo subir antes de que acabe el tiempo.

Marina tiro del dije y la espada se desplegó, debajo del agua emitía un brillo plateado que se veía un poco fantasmagórico, la chica no sabia como tomar la espada, cuando la desplegó en su habitación le pareció algo pesada, pero bajo el agua era casi imposible moverla. Tritón no parecía ser alguien muy honesto y tomando ventaja de eso atacó, la azabache estaba en pánico y blandió su espada con fuerza, ambas espadas chocaron, Tritón levantó su espada, Marina solo atinó a nadar hacia otra dirección.  Marina estaba pensando no había forma de ganarle, porque jamás había tenido un duelo, era su primera vez nadando, tampoco sabía cuales eran sus poderes, solo le quedaba usar su ingenio y rogar.... eso era rogar, si Poseidón existía y era su padre, de paso Apolo y Artemisa le habían dado armas, necesitaba pensar en un dios que la ayudara a luchar, la pregunta era que dios. En eso Tritón atacó de nuevo intentó levantar la espada de nuevo y no lo logró, el filo le cortó un hombro, solo sangró un poco antes de que la herida comenzara a sanarse. Definitivamente no tenía tiempo para pensar <<Algún dios, Por favor ayúdeme a luchar>> puso toda su fe en que la ayudaran aunque era claro en los mitos antiguos que normalmente los dioses no ayudaban a los semidioses porque sí, pero realmente necesitaba ayuda.

Una especie de fuerza la invadió de pronto y pudo atacar de vuelta a Tritón que se veía un poco sorprendido, necesitaba distraerlo, de pronto se le había prendido el foco, algo le decía que podía hacer crecer las algas y así retener al dios un poco en lo que ella iba recuperaba a Riham y se largaba.

— vaya, parece que si sabes luchar — dijo  algo sorprendido—  pero no creo que te sea suficiente.

Atacó de nuevo, Marina esquivó y  lo atacó de vuelta todas las veces que pudo, Tritón retrocedía nada más para parecer justo, pero eso mismo era lo que ella quería. El plan era relativamente simple, tenía que hacer que estuviera lo más alejado posible de ella en lo que por arte de magia, literalmente, hacia crecer unas algas o algo así. Marian se movía lo más rápido que podía, Tritón le hizo un corte en la mejilla, le dolió a pesar de casi al instante el corte se cerró.

—oye Tritón —Marina decidió que hablar era  una buena opción para desconcentrar a su oponente —  algo que siempre me he preguntado ¿Cómo haces para nadar con dos colas?