Las dos semanas pasaron más rápido de lo que Donghyuck y Mark hubieran pensado. Este mismo día era la boda y ambos estaban demasiado nerviosos.
En aquellos momentos, Donghyuck estaba siendo peinado por su primo; algunas sirvientas estaban alistando el traje blanco que portaría aquel día el omega.
Cuando el rubio estuvo peinado, se colocó su camisa blanca; una gabardina completamente blanca al igual que su pantalón y unas zapatillas del mismo color. Todo su atuendo estaba completamente blanco y con su cabello rubio le daba un toque angelical.
Donghyuck ya estaba listo, por lo que Doyoung se retiró para irse donde todos los invitados estaban. El rubio esperó a que su padre llegara por él, pues este iba a ser quien lo dejase con su futuro esposo.
El rey de Seúl por fin llegó, sonriendo al ver al mayor de sus hijos tan hermoso; sin poder evitarlo, el alfa recordó a su difunta esposa.
- Te pareces tanto a tu madre - comentó su padre.
Donghyuck sonrió con nostalgia, hubiese querido que ella estuviera en esos momentos con él. El rey agarró la mano de su hijo y juntos se dirigieron a donde es la sala del trono.
La gran puerta estaba cerrada. Donghyuck logra escuchar música en el interior y es ese momento las puertas son abiertas.
El rubio se aferra al brazo de su padre al notar que todas las miradas estaban posadas sobre él. Mientras iba caminando, su mirada se cruza con la de su hermano menor; quien veía con gracia a su mayor. Inmediatamente Donghyuck recordó el "Si necesitas que grite yo me opongo simplemente me avisas" que había dicho su hermano. El rubio le lanza una mirada de advertencia al castaño para que no dijera o hiciera nada tonto.
Donghyuck desvía su mirada al frente, donde Mark se encontraba mirándole fijamente. Al omega casi se le va el aire al ver al azabache con aquella camisa amarilla, gabardina y pantalones grises, junto a unos zapatos negros.
Ambos se veían fijamente, ninguno despegaba su vista del otro. Donghyuck por fin llega a un lado del azabache y este le sonríe cálidamente, a lo que el rubio le corresponde. Ambos se toman las manos y el padre empieza a decir algunas palabras.
- Lee Mark ¿quieres recibir a Na Donghyuck como esposo, y prometes serle fiel, en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la adversidad, y ,así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida? - pregunta el padre.
- Sí, acepto - Mark responde sin dudar.
- Na Donghyuck ¿quieres recibir a Lee Mark como esposo, y prometes serle fiel, en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad,y ,así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida? - repite el padre.
- Sí, acepto - Donghyuck le sonrío.
La pareja se voltea a ver al padre, quien agarra la corona dorada y circular que estaba en la cabeza del padre de Mark; el padre agarra la corona y se la pone a Mark. Después, el padre agarra la corona que portaba la reina, esta era más fina y era plateada con diamantes incrustados; Donghyuck agacha su cabeza y el padre se la coloca.
Los reyes de Daegu se encontraban sentados en los tronos, por lo que estos se levantan, dándole el lugar a los nuevos reyes de Daegu. Donghyuck y Mark se sientan en los tronos y notan como todos los que son príncipes hacen una reverencia de noventa grados, mientras todos los reyes inclinan su cabezas en señal de respeto.
Donghyuck nota como Jaemin hace la reverencia de noventa grados y sonríe al pensar que ahora él era superior y más poderoso que su hermano alfa.
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Todos los invitados estaban celebrando en el jardín la boda de los nuevos reyes. Donghyuck y Mark se encontraban sentados en una mesa más grande y especial que las demás; alguno que otro invitado se acercaba a la nueva pareja de esposos para felicitarlos.
- Hermanitooo - una voz ya conocida para Donghyuck hace presencia.
Jaemin se acerca a Donghyuck y se sienta en la misma silla en la que estaba sentado su hermano, ya que había un borde en la silla que estaba libre. El castaño rodea los hombros del rubio y sonríe.
- Parece que enserio querías casarte con ese alfa, no me pediste que gritaras un "yo me opongo" - se burla el menor.
- Jaemin, suéltame - pide el rubio tratando de tener paciencia.
- Tu no me puedes decir que hacer, omega - Jaemin frunce el ceño.
- Ahora yo soy superior a ti, soy un rey y tu sigues siendo un príncipe; inferior a mí, así que te exigiré ahora mismo que me sueltes - dice aun con tranquilidad.
El castaño sabía que su hermano tenía razón, ahora aquel omega al que tanto había maltratado se había vuelto superior y más poderoso que él. Al final Jaemin cedió ante la orden de Donghyuck.
- Está bien, tu ganas esta vez Donghyuck - habló el menor - Pero que no se te olvide que algún día yo seré el rey de Seúl, y volveré a ser superior a ti, tonto omega -
Un gruñido llamó la atención de gran parte de los invitados, el grupo de betas que tocaban algunos instrumentos para ambientar todo, habían parado de tocar. Jaemin retuvo la necesidad de temblar y permaneció firme, pero tenso.
- ¿Estás amenazando a mi omega? - Mark había gruñido.
- Y-Yo... - tartamudeó el castaño.
Donghyuck jamás había visto a su hermano tan asustado como lo estaba en esos momentos. Mark se levantó de su asiento y agarró de la camisa al castaño, quien frunció el ceño; dispuesto a darle pelea a aquel azabache.
- Amenazaste a Donghyuck - volvió a gruñir Mark.
- Sí, lo hice ¿Y eso a ti que te importa? - Jaemin enfrentó al azabache.
Ambos se veían fijamente y no se dieron cuenta cuando se empezaron a gruñir. Jaemin fue el primero en atacar, empujando al azabache quien se recompuso inmediatamente y se lanzó contra el menor.
Donghyuck se desesperó, ahora ambos alfas se habían convertido en el centro de antención. El rubio en un intento de detenerlos, se acercó a ambos alfas.
- ¡Donghyuck, cuidado! - el grito de su padre resonó por el lugar.
Pero fue tarde; el puño de Jaemin había impactado contra su mejilla, dejándolo tirado en el suelo.
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My prince {Markhyuck} Omegaverse
FanfictionDonghyuck es un omega, príncipe de Seúl; se suponía que este sería el rey de este pueblo, pero al ser omega no podía tomar el trono; era literalmente inservible y su hermano menor siempre lo maltrataba. Un día, su padre llega y le dice que ahora es...