My prince {Markhyuck} Omegaverse

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Hace apenas unos días Jaemin y ambos omegas habían regresado a Seúl. Donghyuck se aburría, pues Mark no le dejaba pararse de la cama por nada del mundo; cuando Renjun y Doyoung estaban se pasaba sus días con ellos, pero ahora ambos habían regresado a Seúl, dejando a Donghyuck solo.

El omega sintió su estómago rugir, exigiendo comida. Mark en esos momentos se encontraba en una junta importante con algunos guardias del castillo y no habían sirvientes por el lugar.

El peli-azul sabía que por caminar nada le pasaría a su cachorro, por lo que salió de la habitación. El omega caminaba por los pasillos, sintiéndose bien de por fin poder estirar sus piernas.

Cuando el omega llegó a la cocina, notó que habían algunas de las cocineras del castillo preparando la cena, pues faltaba aproximadamente una hora para aquello. Las omegas que estaban allí saludaron con respeto a su rey y el peli-azul les respondió el saludo amablemente; Donghyuck simplemente agarró un pedazo de pastel que le ofrecieron las cocineras y el rey agradecido se retiró.

- ¿Donghyuck? - escuchó que lo llamaban mientras estaba caminando hacia su habitación.

El omega volteó, topándose con nada más ni nada menos que con Soobin; el alfa veía con una sonrisa al omega, quien se acercó al alfa para darle un abrazo.

- Hace mucho no venías - sonríe el peli-azul.

- Bueno, escuché por allí que estuviste en riesgo - el azabache apuntó al vientre del omega.

- Si... pero ya estoy bien - sonríe Donghyuck.

- ¡Donghyuck! - una tercera voz se escuchó.

El nombrado y Soobin voltearon, viendo a Mark acercándose a ambos, el mayor inmediatamente se acerca a su omega.

- Deberías estar en la habitación - regaña el mayor.

- No seas exagerado Mark - dice Soobin.

- Solo cuido a mi omega - gruñe levemente el mayor mientras abraza a Donghyuck - ¿Y tu qué haces aquí? - cuestiona.

- Me enteré de lo que pasó y decidí venir a ver como estaban Donghyuck y mi sobrino - sonríe Soobin.

- Bueno, ya viste como están, puedes irte - Mark rodea con un brazo la cintura del peli-azul.

- On no no no no, me voy a quedar a cenar - se burla el menor mientras se dirige felizmente al comedor.

Mark solo suspira sabiendo que esta sería una larga cena con su hermano molestando.

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Algunos días habían pasado ya, en aquellos momentos Mark estaba en la sala del trono, uno de los sirvientes le había dicho que una carta importante de Seúl había llegado. Por otro lado, Donghyuck se encontraba en la habitación tomando una siesta, pues el embarazo lo tenía cansado.

El alfa azabache se sentó en su trono y empezó a leer lo que decía la carta; pero todo lo que venía dentro de esta solo logró asustar a Mark.

En la carta decía que oficialmente Busan le declaró la guerra a Seúl ¿La razón? Resulta que Renjun, el omega de Jaemin, resultó ser aquel príncipe perdido que tanto estaba buscando Busan.

- ¿Qué dice la carta, su majestad? - cuestiona Eunhyuck, quien está allí al ser capitán de la guardia.

- La guerra comenzó - dice con mucha preocupación el rey.

El capitán y los guardias que se encontraban allí jadearon sorprendidos y asustados al mismo tiempo. Mark estaba tratando de procesar la información que había leído.

Una opresión en su pecho lo sacó de sus pensamientos, su lobo empezó a aullar queriendo llegar con su omega; Donghyuck lo estaba llamando.

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Donghyuck estaba tranquilamente tomando una siesta en la habitación, repentinamente unos ruidos fuera de la habitación logran despertarlo y ponerlo atento.

El peli-azul ahora estaba sentado sobre la cama, tratando de oír mejor los sonidos provenientes de fuera de la habitación.

Repentinamente la puerta fue bruscamente abierta y un hombre desconocido entró a la habitación con una espada en sus manos.

¿Q-Quién es? - cuestiona asustado el omega.

El hombre no respondió y solo se empezó a acercar lentamente a la cama, Donghyuck no se resistió y soltó un pequeño e inaudible gemido, llamando a su alfa.

- ¿Eres el hermano de Na, no es así? - pregunta aquel desconocido.

Donghyuck obviamente no respondió y empezó a retroceder, no tenía nada con que defenderse en esos momentos y tenía miedo de dañar al bebé.

Antes de que el hombre pudiera hacer algo, un guardia lo detuvo. El intruso trataba con todas sus fuerzas de derrocar al guardia, y en un momento, logra hacer que la espada de este salga volando; pero antes de hacer cualquier otra cosa, una espada lo atraviesa.

Mark llegó justo en el momento en el que el guardia perdió su espada. Donghyuck le agradeció al guardia por salvarlo, mientras Mark solo abrazaba a su omega sintiendo aun miedo por lo que había sucedido.

- Te enviaré a Seúl - dice de la nada el azabache.

Donghyuck se separa de su alfa y lo ve con confusión; pero Mark estaba serio, él decía la verdad. Donghyuck dio un paso hacia atrás negando, no quería estar lejos de su alfa.

- No, yo me quedaré aquí - Donghyuck dice.

- Donghyuck, entiende; Busan es el reino vecino, Seúl está a días de aquí - dice el alfa tratando de hacer razonar al menor.

- N-No importa - solloza el peli-azul.

- Donghyuck, la guerra ya empezó, Jaemin mandó una carta - confesó.

Donghyuck se sorprendió, pero aun así no quería irse de Daegu.

- Mañana te irás - dijo Mark acercándose al armario.

- No... - susurra Donghyuck al notar como Mark sacaba algunas de sus ropas - Tu vas a venir ¿verdad? -

El alfa detuvo lo que estaba haciendo y miró a su omega. El azabache solo negó con una sonrisa por la actitud que tenía su omega.

- Daegu es mi pueblo, debo estar aquí para defenderlos, pero yo quiero que tu y nuestro cachorro estén a salvo - habló el azabache.

- No... no me quiero separar de ti... - susurra el omega.

- Yo tampoco, pero si es el único modo de protegerlos, lo haré; los enviaré lejos de aquí con tal de que ustedes estén a salvo - el alfa posa una mano en la mejilla de su omega.

El peli-azul comprendió y solo abrazó a su alfa; el tiempo que iban a estar juntos iba a ser muy lento para ellos hasta volverse a reencontrar... si es que lo hacían.