My prince {Markhyuck} Omegaverse

XIX

Mark corrió hasta donde le indicaron que estaba la enfermería donde Donghyuck estaba, al entrar vio que Donghyuck platicaba tranquilamente con dos personas; una mujer alfa y un hombre omega.

- Muchas gracias su majestad, estamos demasiado agradecidos de que haya traído a nuestra hija hasta aquí - el omega se inclinó respetuosamente, siendo imitado por su alfa.

- No es nada, solo noté que se estaba presentando y que necesitaba supresores - el rubio se encogió de hombros.

- ¡Donghyuck! - exclamó Mark hasta Donghyuck.

En cuanto el alfa azabache estuvo junto al omega rubio, lo abrazó. Inhaló el aroma del omega para tratar de calmarse un poco, pues la preocupación que había sentido hace un rato aun estaba allí.

- ¿Mark? - pronunció con un sonrojo el omega.

- Me preocupé cuando me dijeron que habías venido a una enfermería - confesó Mark separándose un poco.

- Solo traje a una cachorra que se sentía mal - dijo Donghyuck.

- No me dijiste nada - aquello pareció un reclamo.

- Tu te habías ido con la encargada esa - Donghyuck frunció el ceño.

- Nos estaba dando el recorrido de la escuela - respondió el azabache.

- Parecía que te lo daba a ti, a mi solo me ignoraba; ni siquiera me dijo hola... - el rubio hizo un puchero.

Mark rio levemente al notar la actitud infantil que tenía el omega, pero la mirada fulminante que este le dio lo hizo callarse inmediatamente. Ninguno dijo nada más y decidieron retirarse del lugar para seguir en lo que estaban haciendo.

Así siguieron hasta que la noche cayó sobre Daegu, haciendo que los reyes tuvieran que regresar al castillo. En cuanto llegaron, Mark y Donghyuck fueron directamente a su habitación, pues estaban demasiado cansados como para siquiera ir a cenar.

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Mark despertó por el repentino calor que sintió, al abrir los ojos y mirar hacia la ventana descubrió que aun era de noche. El alfa se confundió cuando vio a Donghyuck cubierto por sábanas y que este no tuviera calor.

Todo pensamiento se esfumó cuando un doloroso tirón se sintió en su vientre. El alfa supo lo que eso significaba; su celo había llegado.

Donghyuck dormía tranquilo cuando sintió a su lobo interior removerse con inquietud. Cuando el rubio abrió sus ojos descubrió que el rostro de Mark estaba muy cerca de su rostro.

- ¿Mark? - pronunció confundido el rubio.

Antes de poder decir cualquier otra cosa, sintió los labios del alfa sobre los suyos. Donghyuck abrió aun más sus ojos con sorpresa, hasta que el aroma a celo del alfa llegó a él.

Donghyuck sintió los labios del alfa pasar por su cuello, donde depositaba besos húmedos que hicieron gemir levemente al omega.

- Mark... - chilló bajo el omega.

El alfa volvió a atacar sus labios, y esta vez Donghyuck no dudó en corresponderle. En un intento de recuperar aire, Donghyuck abrió la boca; el alfa no desaprovechó la oportunidad y adentró su lengua a la boca del menor.

- Donghyuck... - la voz de alfa salió, pero aquello no asustó al omega - Eres tan hermoso - aquellas palabras sorprendieron al omega.

- M-Mark, yo... - el rubio no sabía que decir.

- Yo lo se, mi lobo siempre me lo dice; eres mi omega, mi destinado - el azabache ahora habló sin su voz de alfa.

- M-Mi lobo t-también me lo dice - responde el rubio.

Mark solo sonrió para volver a besar al omega, pero ahora con más suavidad y más dulzura. Donghyuck le correspondió con una sonrisa.

- Mi marca se vería muy bonita aquí - el alfa besó el cuello del omega.

- ¿Y por qué no la pones allí? - Donghyuck dijo con una sonrisa.

El alfa sonrió, el omega ya le había dado el permiso para hacer lo que tanto había querido desde que descubrió que el menor era su destino.

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El omega despertó lentamente mientras abría sus ojos; repentinamente, todos los recuerdos de lo que había pasado aquella noche llegaron a él. Jadeó sorprendido y posó una mano sobre su cuello, justo donde empezaba su hombro, y lo sintió; tenía la marca de Mark.

Donghyuck se sentó rápidamente en la cama y volteó a un lado, donde Mark aun descansaba. El alfa estaba aun en celo, por lo que estaría cansado.

El omega se levantó lentamente de la cama, tratando de no despertar a su alfa. El rubio se vistió con un simple pantalón negro y una camisa celeste junto a unos zapatos negros. Donghyuck tenía hambre y decidió a ir a la cocina para poder desayunar y de paso llevarle comida a Mark.

Donghyuck llegó al comedor e inmediatamente las miradas de los padres de Mark y su hermano se posaron sobre él. El omega se inclinó levemente y se sentó en su lugar correspondiente, pero las miradas de los presentes seguían sobre él.

- Hueles completamente a Mark - dijo repentinamente Soobin, a lo que Donghyuck se sonrojó.

El joven alfa se acercó a Donghyuck y en cuanto estuvo junto a él, jaló un poco su camisa; la reluciente marca que llacía allí fue lo que todos vieron.

La única mujer allí jadeó sorprendida, el alfa más viejo sonrió orgulloso y Soobin gritó felizmente; el alfa que está cerca de Donghyuck empezó a tocar levemente la marca, cosa que sobresaltó a Donghyuck; pero inmediatamente un muy fuerte gruñido hizo que se alejara del rubio.

- ¡Tú, no te vuelvas a acercar a mi omega! - gritó Mark acercándose a Donghyuck.

El celo del alfa hacia que estuviese aun más posesivo de lo normal, por lo que a Mark le molestó el acercamiento que tenía su hermano con Donghyuck.

- Mark, marcaste a Donghyuck - su madre comentó.

- Lo sé - Mark sonrió orgulloso mientras se acercaba a Donghyuck.

Cuando Mark estuvo junto al rubio, se agachó levemente, para después depositar un tierno beso en los labios de Donghyuck, quien no dudó en correponderle al mayor.

Ambos reyes estaban felices, Mark por fin había podido enlazarse con Donghyuck; algo que deseaba hace tiempo y Donghyuck ahora se sentía protegido de cualquier cosa.

Su relación no era nada arreglado, para ellos todo esto era por amor; agradecían haber sido comprometidos por sus padres.