Propuesta II

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Y de saber que hoy estaría aquí, contigo, yo misma te lo habría propuesto.

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- Ella aceptó casarse conmigo. - dijo Jareth tomándome de la mano.

¿Qué está sucediendo? Me había propuesto un empleo y ahora, ¿nos vamos a casar? ¿Qué le sucede? - un estruendo me despertó de mi confusión, mamá había dejado caer la charola del desayuno y ni siquiera pestañaba, estaba tan sorprendida, tanto como yo, de repente se aclaró la garganta y:

- ¿Cómo que casarse? ¿De qué se conocen?

- Mamá, no... - recuperé mi mano e intenté explicarle.

- ¡Calla, que me responda él! - dijo interrumpiéndome.

- Pero...

-Nada de peros, Lien. Dígame, desde cuándo están saliendo.

-Hace tiempo nos conocimos por un concurso de arte en el que ella participó, desde entonces yo me enamoré de ella y hemos estado saliendo. - dijo él con una expresión muy seria.

- Ella no nos dijo nada. -A este punto no sabía si mamá estaba molesta o feliz, y tampoco me podía creer como él mentía con tanta naturalidad. ¿Sabrá exactamente lo que está diciendo? - Esto no lo podemos aclarar así, llamaré a tu padre y tu hermano y les pediré que se reúnan en el salón para una reunión familiar urgente, ustedes también. - mi madre recogió lo que había dejado caer y se marchó a gran velocidad.

- ¿Qué fue eso?

- Nos vamos a casar. - me dijo sonriendo y bebiendo de un trago lo que quedaba de su café y guardando una de sus manos en un bolsillo del pantalón.

- Olle sabía que eras un idiota, pero no estaba al tanto de que también te faltaba una tuerca. Te gusta burlarte de mí, pero no puedes jugar así con mis padres, el matrimonio es un tema serio para ellos, me has metido en un lío.

- No estoy bromeando Lien. - me miró a los ojos acercándose a mí.

-Entonces, no entiendo, cómo que nos casaremos. No tenemos una relación, ni siquiera te conozco. Espera... y cómo decides algo así a la ligera... ya, claro...de seguro pensaste que yo estaría encantada.

- Terminaste...es verdad que no te conozco, ni me gustas. Pero ahora mismo te necesito. Necesito que te cases conmigo.

- ¡¿Hablas en serio?!¿Por qué lo haría?

- Tengo mis razones...- bajó la mirada- a cambio puedo hacer que cumplas tus sueños. Además del trabajo que ya te propuse, puedo conseguirte una beca en la universidad que quieras, y tengo importantes contactos que...

- Aunque así fuera, no me puedo casar con un desconocido. ¿Esto es un juego para ti?

-La verdad no me interesa el tema del matrimonio y no es para siempre, ni siquiera va a ser tanto tiempo, solo lo necesario, después nos divorciaremos.

- Sí, claro... y que le digo a mis padres.

- No sé ya se te ocurrirá algo, créeme que, si no estuviera en esta situación, yo nunca te pediría esto.

- ¿Qué situación?

-No te lo puedo contar.

- Me estás pidiendo que nos casemos, tengo derecho a saber que tan desesperada es, tal vez y acepto.

Por siempre, Evet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora