Pizza

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- ¿Seguirás llorando
durante todo el viaje? Son muchas horas de vuelo. - me preguntó Jareth ofreciéndome una servilleta. Acabábamos de abordar el primero de los tres aviones que teníamos que tomar para llegar a Estambul, era la primera vez que viajaba en avión, la primera vez que salía de mi país, la primera vez que me alejaba tanto de mi familia. Siempre hemos sido muy unidos, como uña y carne, además mis padres siempre han sido muy sobreprotectores conmigo y mi hermano, sobretodo conmigo, es sorprendente que no se opusieran a esto.

- Estaré bien, solo extraño mi casa. -dije entre sollozos.

- A veces para alcanzar nuestros sueños tenemos que tomar decisiones difíciles, e incluso sacrificarnos. Lo importante es reponernos y seguir adelante. Tú podrás. -me sonrío y me ofreció uno de sus auriculares, estaba escuchando Thinking out Loud de Ed Sheeran, mi cantante favorito, dato que ya le había dado hace unos días y no esperaba que recordase, le siguieron otras canciones del mismo cantante y luego de un rato me quedé dormida.

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Estaba súper cansada, nunca imaginé que viajar en avión fuera tan agotador.

Y cómo iba a estar luego de casi veinticuatro horas de viaje.
Jareth pidió un taxi, el cual llegó enseguida al inmenso aeropuerto. Yo no paraba de asombrarme ante la bella ciudad, parecía la típica escena de cuando el perro saca la cabeza por la ventanilla.

- ¿Pero ¿qué haces Lien? Siéntate quieta. - dijo Jareth jalándome por el brazo hacia el asiento.

- ¡Déjame quiero ver!

- Vas a provocar un accidente.

-Mmm - dije sacando el labio inferior e intentando imitar la cara del Gato con Botas en la película de Shrek.

- Ya tendrás tiempo de conocer la ciudad.

- ¿Me darías un tour?

-Claro, pero ahora concéntrate en conocer a mi familia, el juego ya ha comenzado.

- Eso me tiene muy nerviosa, además me sentiré mal de mentirles.

El taxi nos dejó en la entrada de una casa bastante pequeña para ser una casa familiar, más bien era como un departamento de solteros.

- ¡Bienvenida a mi depa!

- ¿No íbamos a quedarnos con tu familia?

- Sí, pero todo debe fluir con naturalidad. Hoy nos quedaremos aquí y mañana iremos a verlos.

- No planeas cometer actos indecorosos con mi cuerpo y luego arrojarme al mar en pedacitos. - dije dando unos pasos hacia la puerta de entrada, a lo que él sonrío.

- Sería el asesinato más costoso del mundo.

- Es verdad. - me relajé y me lancé al cómodo sofá de color gris que había en el salón. -Confiaré en ti.

- Bueno, siéntete como en casa. Aunque a lo visto no te tomará mucho esfuerzo hacerlo. Puedes usar la habitación del final, ¿ves? - dijo señalando una puerta al final del corto corredor. - la mía está al lado al igual que el baño.

-Vale.

-Entonces llevaré tus maletas y puedes ir a descansar... o lo que quieras en lo que yo preparo algo de comer.

- Está bien, mmm... me gustaría llamar a mi familia.

- Oh sí, ya mandé a traer un nuevo móvil para ti, cuando llegues los podrás llamar.

- Ok, gracias. - me levanté y fui a la habitación que me indicó antes, él se notaba un poco incómodo y eso había hecho que yo me sintiera igual.

Por siempre, Evet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora