Salpicados

6 3 0
                                    

-¿Lien?

- Mmm

- ¿Qué fue eso que le diste a Kenan la otra noche?

- Sabes, esto parece un déjà vu invertido. Siempre soy yo la que pregunta.

- ¿No me puedes decir? -dijo con un tono y expresión de indignación.

- ¿Cómo viste? Pensaba que ya habías entrado a casa.

- Eso no importa, si no me quieres decir. - se alejó con una taza de té dando pasos rápidos para luego saltar sobre el sofá.

- ¡Ayy, como me gusta que hayan cambiado los roles! Me encaaanta jugar contigo. - dije acercándome lentamente y colocando mis manos sobre su espalda, él ni se inmuto y continúo bebiendo su té. - Jareth, no me arruines la diversión, no es justo.

- Entonces dime qué le diste.

- Siempre que te pones así termino cayendo.

- ¿Me dirás?

- Mejor espera un momento. - corrí a la habitación para buscar la bolsita con las pulseras que había comprado, me coloqué la mía y llevé la otra al salón para dársela a Jareth.
Regresé caminando despacio y me senté a su lado mirándolo fijamente y sonriendo, la pulsera la escondía entre mis manos. Desde pequeña me ha encantado darles sorpresas a las personas.

- ¿A qué se debe esa sonrisa maliciosa? Al parecer no me dirás.

- Esto es para ti. - dije extendiendo mi mano donde traía la pulsera.

- ¿Para mí?

- Anoche las vi y me gustaron mucho, son pulseras de pareja - dije mostrándole la que ya traía puesta -pero como no tengo novio y no conozco a nadie a quien pudiera dársela pensé en dártela a ti. Además, quería regalarte algo porque has sido muy bueno conmigo, de verdad, cuando te conocí pensaba que eras un arrogante y eras la última persona con quien me gustaría pasar el rato, pero ahora que nos hemos conocido mejor creo que estas bien, ..., eres una buena persona.

Jareth solo sonreía mirando la pulsera.

-Sé que no es nada muy valioso, al fín de cuentas eres rico, pero sólo quise tener un detalle...

- No, sí es valiosa para mí. Sabes... muy pocas veces en mi vida me han dado obsequios con valor sentimental, la mayoría de personas que me dan regalos solo buscan conseguir algo a cambio.

- Entonces, ¿te gustó?

- Sí, me ayudas a ponérmela.

- Sí dejas de reír como tonto, últimamente no te reconozco. - bromeé ayudándolo a atar las tiras - Por cierto, ¿ya no quieres saber que le di a Kenan?

- No, ya no hace falta. - en este momento su rostro era la pura personificación de la palabra Victoria. Como un niño pequeño que quiere acaparar toda la atención.

- Está sonando tu móvil.

- Oh oh , mensaje de la abuela.

De: Problemas 11.23 am
Nieto mío, ya preparé la fiesta de boda para mañana en la noche, he invitado a toda la familia, tus amigos, compañeros de trabajo, y personalidades importantes, ya sabes. Vengan mañana en la noche. Besos para ti y para tu bella esposa.

-Jareth, por qué tienes a tu abuela registrada así.

~~~~~~~~~~~~
- ¿Cómo me veo? - le pregunté a Jareth, que se encontraba esperándome fuera de la casa apoyado en su auto, mientras daba vueltas mostrándole como me veía después de arreglarme para la fiesta. Decidí usar un vestido con textura sedosa color rojo, que me llegaba poco más debajo de las rodillas y abrazaba mi figura dejando que se apreciaran perfectamente lo poco o mucho que tengo de mujer latina y unas sandalias de tacón en color plateado. Como siempre opté por un maquillaje sencillo y esta vez até mi cabello en una cola alta. Jareth me miró fijamente de arriba abajo haciéndome sentir un poco incómoda. - ¿Qué pasa? ¿Estoy mal para la fiesta, debo usar algo menos escotado? - él sonrió.

Por siempre, Evet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora