EL CHICO VESTIDO DE GRAFITO

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Cuando lo conoció estaba distraía, no se creyó su presencia ni siquiera cuando el joven se sentó a su lado, la noche corrió entre risas y tragos y con fina delicadeza su corazón le mandó señales para que abriera los ojos, viéndose frente a él sumida en un beso atrevido, el mareo causado por el alcohol se quedó pequeño frente al retumbar en todo su ser. 

3B

No se dio cuenta cuando en sus dibujos ya no habían lirios, no habían aves, no había nada mas que aquel rostro que le arrebató la calma, busco espacio en su tiempo diario solo para verlo y cada día más las lineas bailaban en las hojas al ritmo de los latidos de su corazón.

8B

Sus besos le devolvían el aliento que sus palabras le robaban, los gestos, las miradas, una que otra caricia le hacían mofa mientras dormía y se frustraba por no poder plasmarlo a la perfección pero eso no le impedía desbordar felicidad. La vida parecía mucho más divertida si compartía su amor con alguien más. 

F

El golpe le hizo más daño del que aparentaba, el no entender lo que él sentía le consumió lo suficiente como para dejar el dibujo incompleto, el cuaderno se fue a una caja y su vida tomó un tono neutro, no era infeliz pero tampoco podía decir que todo estaba bien y aquello... aquello le partía el corazón. 

3H

Ya estaba segura que algo pasaría para determinar el final completamente, de todos modos buscó bajo la cama con desespero y trató de terminar  el dibujo y al no recordar el rostro de quien decía amar, se quebró. 

4H

Desapareció. Se esfumó pero no de la misma manera en la que apareció junto a ella aquella noche, el dibujo era lo único que quedaba pero al no tener rostro le generaba una sensación de vacío... de cierto sufrimiento que le decía que era su culpa, su culpa por no conocerlo por completo, por dejar que la emoción la cegara, por que si hubiera prestado más atención ella hubiera entendido por que se marchó. Ahí en la hoja sólo quedó un cuerpo sin rostros que también le recordaba que nunca se tomó la molestia de esforzarse por conocer su rostro, su rostro verdadero, ese que sólo nos muestran cuando el amor es más fuerte que el miedo. 

H

Unos meses después mientras su arte era expuesto alguien se acercó con curiosidad, "¿Por qué esta se llama "Un chico vestido de grafito y no tiene rostro?" ella sonrió tratando de ocultar la tristeza que le generaba pensar en él "Porque cuando lo miraba, sólo veía un dibujo, un intenso amor cegado por lo que él representaba para mi, pero nunca pude ver más allá, no pude ver su verdadero ser en todo su esplendor, solo vi lo que el me quiso mostrar y como nunca supe si era real... decidí dejar en blanco su rostro, porque cuando lo recuerdo imagino mil mundos y miles de posibilidades que al final no pasaron ni pasara, al final son eso, nada"

Gine B.  

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