°•Capítulo 8•°

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Charlas por aquí, charlas por allá.

El pasillo se llenaba de el impar sonido de nuestros pasos, siendo un grupo relativamente grande, no manteníamos tanto silencio como a algunos les gustaría.

La agenda del día de hoy era larga pero por suerte no contenía cosas pesadas, como una grabación o alguna entrevista, sólo algunas fotografías para promocionar, unos cuantos vídeos cortos que se usarían en un futuro y lo demás eran puras prácticas, tanto en el área de la voz como en el baile.

Los menores hablaban animadamente con Sejin, aunque éste decía dramáticamente que si le seguían moviendo de un lado a otro sin cansancio lo iban a desprender y un mánager con las piezas regadas no podría acompañarlos a comer helado.

Todo un dorama, teniendo en cuenta que los 3 chicos dramatizaban con él haciendo la escena cada vez más rara.

Namjoon iba en la cabeza intentando llegar rápido a su estudio para escapar de, según él, las molestas escalas con tonos que no llegaba a alcanzar con su voz. Me apresuré para tomarlo de la capucha de su suéter y lo jalé levemente hacia atrás para calmar su marcha.

- Si a mi me sacaron de la cama a las 6 am en un día lluvioso, tú no entrarás tan rápido a tu preciado estudio. -Dictaminé ignorando por completo sus multiples insultos tanto en nuestro idioma como en otros más.

- No estoy evitando ir a las prácticas, sólo invierto un poco lo planificado. Primero estudio, luego estudio, después baile y por último estudio. -Como si fuese lo más razonable que salió de su boca, puso su sonrisa llena de inocencia, esa misma donde los hoyuelos se marcan.

Dos pueden jugar el mismo juego, Nam.

- Namjoonnie. -Alargué la última vocal colocando el suave tono que anunciaba que usaba el dialecto de Daegu, mis labios se abultaron un poco creando un puchero y la punta de mi dedo índice acabó a un lado de su estómago justo en el sitio que le ocasiona cosquillas, al tener sus ojos sobre los míos parpadeé algunas veces creando un aire de inocencia que muy pocas veces empleaba- Te voy a meter Kimchi en el recto si me llegas a abandonar en el infierno, bro.

- ¡Hyung!

- ¡Yoongi-ssi!

Se escuchó la voz del mánager y del líder gritar a su vez por mis palabras, uno avergonzado por la actitud que empleé y otro deseoso de lavar mi boca para que no vuelva a usar esa frase.

Oh, hyung, espero que no recuerde que en "Agust D" digo cosas peores.

Me giré e incliné un poco murmurando un "Lo siento" y volví a encarar a Nam para seguir bromeando sobre la tortura próxima pero la vibración en mi bolsillo junto a el tono de llamada que tenía programado me hizo detener la charla para sacar el teléfono del bolsillo y contestar la llamada.

- Hola, hermano.

Sonreí al instante cuando habló, sintiendo un pequeño calor en mi pecho al pensar que el único familiar, además de mi pequeño Holly, con el que me llevaba bien se había tomado un momento en su día para llamarme.

- Hyung, Hyung, Hyung. -Hablo suavemente haciéndole señas a los demás de que avanzaran y luego los alcanzaba, noté una mueca de indignación en el segundo Kim pero se fue sin decir nada- ¿Qué tal todo? ¿cómo estás?

Escuchar su voz era bastante relajante, suave y familiar. Primero había empezado hablando sobre su trabajo pero poco a poco se fue extendiendo sobre anécdotas divertidas acerca de sus amigos o algo que leyó o vió, poco me importaba que hablara únicamente él siendo interrumpido por uno que otro comentario mío o el que los minutos pasaran con rapidez; el que llamara en vez de mensajear o mandar notas de voz pasaba una que otra vez por su constante frase de "si puedo enviar una nota de voz, no hay necesidad de interrumpir a el pequeño talentoso."

Y a pesar de todo, Te amo 《KOOKGI》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora