Historia De Un Amor Fallido

Imbécil

Lo soy, soy una estúpida imbécil...

Él escribió a Instagram.

-Samantha por favor respondeme. Me equivoqué, pero no quiero perderte, por favor no me dejes. Hablemos ¿si?
-No, ya basta... No puedo seguir con esto. Nunca me escuchas.
-Pero en serio, si tu te vas, yo verdaderamente me perderé sin ti.
-Yo no soy para ti, una persona que es pra ti, te ayuda a bien y no a mal, lo único que yo he hecho, es querer parecerme a ti, para que tu sientas lo que yo siento. Y está mal, muy mal. Pero ya no sé qué hacer, y el proceso ha sido doloroso.
-No te vayas, vete en 100 años.
-No Alex, entiende. Necesitas crecer y acá conmigo te estancas, porque yo quiero atención, tiempo, detalles y tu estás muy ocupado.
-Te quiero, y mucho. Quiero que sigas este camino conmigo, no me dejes caminando solo.
-Tú ya me dejaste sola...
-Lo sé y es feo...
-Y esto se volverá a repetir, es que ya no se de que manera hacer que esto acabe, o hacerte cambiar. Me siento olvidada y descuidada de tu parte.
-Porque quizá te quiero y cuando te vas, se abre un abismo en mí.  Soy amargado, pesado, aburrido, grosero y tú eres lo contrario, eres ese rayo de sol que mi vida necesita.
-Pero, es que, solo te comportas así cuando yo quiero irme. Porque sabes que volveré y volveremos a lo mismo. Lo siento, debo de cuidarte y cuidarme. Me he sentido abandonada y pues ya no quiero estar con nadie mas.
-No te vayas, vete cuando seas anciana y tengas 100 años, pero no ya.
-Ya ha sido suficiente, tú no cuidas lo que tienes.
-Tienes razón, quizá el desastre soy yo y no tú.
-Solo quiero que no tengas ningún problema en el trabajo por mi culpa. Y si comtinuamos juntos seguirán habiendo más y más.
-Se que ha sido lo contrario.
-Tú me has dejado sola...
-Te dañé, pero ya no te quiero dañar. Y quiero saber, si cuidando tu corazón, vuelve a ser el mismo.
-Siempre dices lo mismo y acabamos mal y dañados.
-Si yo te cuido y colaboras, sé que esto cambiará.
-¿Y quién me asegura que esto cambiará? (misma pregunta de la vez pasada) Nadie, siempre será lo mismo.
-Solo el tiempo.
...

Sí, volví con él, luego de un silencio por mi parte, le correspondí nuevamente, con la esperanza al tamaño de un granito de arena, por ver el cambio que anhelaba mi corazón.
10 de noviembre y la relación estaba patoja, pero él no quería soltarme y yo me aferraba a la esperanza de un cambio.
Por ello me volví una completa imbécil. Caí en su maldito juego otra vez.