Asesinato en el departamento 6-30

Detective Mitchell.

El Inspector fue llamado del departamento así que no pudo ir a hablar con Luan.

—¿Que pasó, por qué la llamada? —preguntó al llegar.

—Tiene refuerzos, señor. —le dijo un policía que lo escuchó.

—¿Qué? —volteó a mirar a todos lados hasta que vio un hombre joven, alto y fuerte y se le acercó. —¿Tú quién eres?

—Soy el Detective Mitchell y fui asignando a esta unidad, para el caso de Bianca Decker en específico.

—¡Ese es mi caso!

—¿Usted es el Inspector Herrera? Mucho gusto, me mandaron aquí para ayudarle. —le extendió la mano pero este no hizo nada.

—Lamento que te hayan hecho venir en vano porque yo no necesito ayuda. —caminó.

—Yo creo que sí. —lo siguió.

—¿Que te hace pensar eso? —se detuvo frente a él.

—Según tengo entendido no tiene ningún indicio de quién fue, ¿o si?

—E...—titubeo. —si, si tengo.

—¿Puede mostrarme?

—Exhaló. —no tengo nada, pero aún así no necesito tu ayuda. —caminó a la salida.

—¿A dónde va? —preguntó.

—A hablar con mis sospechosos, ven si quieres.

Al llegar al edificio, Renata estaba allí y al ver al Detective se olvidó de todo y se centró solo en él.

—Hola, guapo. —saludó.

—Hola, ¿Cuál es tu nombre? —se le quiso acercar.

—No te traje aquí para hacer amigos, además ella es una de mis sospechosas, no te le acerques.

—Te hablo después. —le dijo y después siguió al Inspector.

—¿A dónde vamos? —preguntó.

—¿No te han dicho que haces muchas preguntas?

Llegaron a la puerta de Luan y tocó la puerta.

—¿Con quién vinimos a hablar?

—Con él. —le señaló a Luan quien había abierto la puerta.

—Veo que trae compañía hoy, pasen pasen. —se hizo a un lado para que pasaran.

—¿Por qué no me dijo todo? —preguntó el Inspector y después se sentó, mientras que el detective se quedó de pie observando todo.

—¿A que se refiere?

—Seth me dijo que estuvo con Bianca la noche que suponemos fue asesinada. —se distrajo con el ruido que causó el Detective que revisaba una mesa. —¿Puedo saber que haces?

—¿Cuál es su nombre caballero?

—Luan Rivera.

—¿Sin segundo nombre? —volvió a preguntar.

—Sin segundo nombre. —afirmó.

—¿Entonces a quién pertenece esta cadena con el dije de una "B"?