¿Y que tal si...?

13 2 0
                                    

—Hola, muchachos. —los saludó Patricia. —¿Por qué esas caras?

—Estoy harto. —respondió Mauricio.

—¿Me podrías leer el informe de la autopsia? —preguntaba el detective.

—Claro que si. —empezó a leer. —fue apuñalada unas 20 veces con un cuchillo y destornillador, hematomas aparentemente hechos por un bate.

—¿Cómo sabes que es un bate?

—Eran golpes muy fuertes, no creo que haya otra explicación, bueno, a menos que hayan sido hechos por un hombre.

—¿Y que tal si realmente fueron hechos por un hombre?

—No tendría sentido, en su departamento no había señales de violencia cuando estuve ahí.

—¿Y que tal si no fue Emmanuel?.

—Quizás es quien la embarazó. —agregó el Inspector.

—Gracias por tu ayuda, preciosa. —le dijo Taylor y luego se fueron.

Fueron hasta el departamento 6-30, en donde después de que tocaran la puerta varias veces, nadie abrió.

—Al parecer no está. —se resignó el detective.

—Yo sé donde está. —dijo alguien que los vió.

—¿Dónde?

—Está con Renata, lo vi salir con ella hace 10 minutos.

—¿Lo espías?

—Los puedo llevar si quieren. —dijo ignorando aquella pregunta.

El inspector y el detective se miraron con cara de “¿Por qué no?” y se dejaron guiar por aquella persona.

Mientras se acercaban se escuchaban gemidos.

—Es por aquí, en el cuarto de servicio. —les señaló el lugar de donde al parecer venían los gemidos. Abrieron la puerta y a quienes vieron fue a Emmanuel penetrando a Renata.

—Con razón no te vimos cuando entramos al edificio. —comentó el detective.

—¡Que asco! —se quejó el Inspector.

—Tiene explicación... —se quiso defender Emmanuel.

—No nos interesa. Solo queríamos saber si Bianca tenía algún acosador.

Mientras se veía a Emmanuel apurado tratando de vestirse, el detective vió a Renata con cara de espera.

—Su polvo ya terminó, "señorita". —esto último lo acompañó de Comillas hechas con sus manos. —vistase por favor.

—¿Acosador? —pensó. —Donde vivíamos antes, había un señor de unos 30 años, siempre estaba detrás de ella. Una vez lo vi levantarle la mano, yo la verdad quedé desconcertado y cuando le reclamé me dijo que no me metiera, que era cosa de ellos y ello no me dijo nada. Me pareció muy extraño su actitud porque era casado.

—¿Tengo que preguntarle su nombre?

—Elian Blake.

—¿Y la dirección?

El inspector y el detective prestaron mucha atención mientras Emmanuel redactaba la dirección.

—Si nos necesita para mostrarnos algo o hablar de algo, busquenos. —le dijo el detective antes de marcharse.

—¿Sabes qué?

—¿Qué?

—Por esta vez te dejaré conducir mi auto. —le lanzó las llaves.

A Taylor le brillaban los ojos como niño en noche de navidad y sin pensarlo dos veces se subió al auto, lo encendió y lo puso en marcha. Unos 50 minutos después llegaron a aquel edificio que les indicó Emmanuel.

—Estaciona con cuidado. —le advirtió y justo en ese momento casi choca un auto. —¡Te dije con cuidado, estúpido!

—Bajale 2 rayitas a tu estrés. —abrió la puerta y se bajó.

Caminaron hasta la recepción donde allí se encontraba la recepcionista.

—Hola, soy el Inspector Mauricio Herrera y él es el detective Taylor Mitchell. Policía de Limerick. Estamos buscando al señor Elian Blake.

—Un momento por favor. —respondió aquella chica alta de ojos oscuros y piel oscura mientras buscaba información. —Está hospedado en el departamento 5-03.

—Muchas gracias.

—Que linda, ¿No? —comentó el detective, el Inspector solo lo miró con cara de querer matarlo. Mauricio es un hombre de poca paciencia y Taylor es estresante a veces.

Llegaron al departamento 5-03 y en este no tocaron la puerta sino el timbre.

—¡Que chulo! —dijo el detective.

—¿A quién buscan?. —les preguntó la persona que abrió la puerta, era un hombre tatuado, cuerpo musculoso al parecer hace ejercicio. Probablemente Elian.

—A Elian Blake.

Asesinato en el departamento 6-30Donde viven las historias. Descúbrelo ahora