Capítulo Seis

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La mañana siguiente trajo consigo el dulce sabor de la incertidumbre

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La mañana siguiente trajo consigo el dulce sabor de la incertidumbre. Jordan, con su característico ímpetu, apareció sin previo aviso, decidido a sorprenderla con una aventura espontánea. Con los ojos vendados, ella se dejó guiar por él. La emoción de lo desconocido palpitaba en su corazón mientras se preguntaba qué misterios le esperaban al final de aquel viaje inesperado.

— ¿A dónde vamos? —Le preguntó curiosa, pero con un tono ya enfadado.

— Ya te he dicho que es una sorpresa. —Le contestó sin intenciones de darle alguna pista. Cleopatra bufó, cruzando los brazos y centrándose sólo en el color negro, debido a que era lo único que veía.

Cuando el coche se detuvo suavemente al borde del camino, él se giró hacia ella con una sonrisa cómplice y le susurró que el resto del trayecto tendrían que hacerlo a pie. Descendieron del vehículo y, mientras la soleada tarde los envolvía con un silencio encantador, comenzaron a caminar lado a lado. La conversación entre ellos era ligera y amena, salpicada de risas y anécdotas que hacían que el camino pareciera más corto y el tiempo más llevadero.

El sendero serpenteaba a través de la naturaleza, con el sonido de las hojas susurrando bajo sus pasos y el cielo estrellado como único testigo de su marcha. Él la guiaba con seguridad, conociendo cada giro y cada piedra del camino, mientras ella seguía sus pasos confiadamente, aún con la venda que cubría sus ojos y alimentaba su curiosidad.

Finalmente, él se detuvo y, con una voz llena de anticipación, le indicó que también ella debía hacerlo. Aunque no podía ver nada debido al antifaz para dormir que oscurecía su visión, podía sentir la emoción en el aire y la expectativa vibrando en su piel.

— Bueno... —Suspiró Jordan con cansancio y observando el lugar, pero escuchó un leve bufido de parte de Cleopatra que lo hizo darse vuelta— ¿Qué? ¿No es increíble? —Le pregunta con un tono burlesco, sabiendo que ella aún tenía el antifaz puesto.

— Qué lindo, hermosísimo lugar. —Le respondió ella moviendo la cabeza— Veo negro idiota, la venda.

— Pues sácatelo, ¿Qué esperas? Y ya te dije que no es una venda, es un antifaz.

Luego se acercó un poco más a ella para desatar la cuerda del antifaz. Sus manos moviéndose con habilidad y su mirada completamente enfocada en su rostro. Cleopatra mantuvo su expresión en blanco, aunque podía sentir un leve estremecimiento de anticipación recorriendo su espalda. Intentó controlar su respiración, y mantuvo su mirada en la de él, aunque no podía ver mucho más debido a la oscuridad reinante y el antifaz que aún cubría sus ojos. Después de un momento de silencio, Jordan finalmente deshizo el nudo y con cuidado, despegó el antifaz de su rostro, sus dedos rozando ligeramente su piel.

— ¿Asombroso, verdad? —Preguntó él, con una nota de orgullo en su voz—. Lo descubrí hace un tiempo y pensé que sería el lugar perfecto para nuestra "reunión". —Jordan siguió su mirada hacia el paisaje que se extendía ante ellos, y luego hacia la casa de campaña. Su sonrisa se ensanchó al ver su expresión.

Un Año Problemático [Publicando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora