Capítulo Once

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— Primera idea, irnos lejos de aquí todos juntos, no importa si sea un departamento, una casa o una simple choza, lo importante es mantenernos unidos para llegar al fondo de todo esto

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— Primera idea, irnos lejos de aquí todos juntos, no importa si sea un departamento, una casa o una simple choza, lo importante es mantenernos unidos para llegar al fondo de todo esto. —Dice Aaron—. Mis padres tienen unos conocidos que pueden ser de mucha ayuda, tienen casas y departamentos alejados de lo que es la ciudad, además, tienen mucha seguridad.

— ¿Podremos pagar algo así? —pregunta Eva, angustiada—. Entiendo que sea una de las mejores opciones, pero no es lo más seguro.

— ¿Qué prefieren? —Cuestiona Jordan— Podemos ir a un lugar alejado y con alta seguridad o podríamos quedarnos en la ciudad, pero cerca de todo el mundo. No creo que sea tan psicópata como para matar a todos los que nos rodean, ¿O sí?

— Nadie lo sabe.

— Conozco un lugar, —habla Cleopatra captando la mirada de todos— mi hermana tiene sus contactos, conoce un departamento que no está nada mal, también tiene seguridad, pero está cerca de todas las armerías que hay en Vernazza.

— ¿Para qué necesitamos una armería cerca?

— Tiene para practicar tiro deportivo, podríamos prepararnos de otra forma que suene más amenazante.

— Concuerdo con Cleo, no digo que le va a generar miedo a ese psicópata, pero sí que va a saber que no somos presa fácil.

El primer día de su nueva vida juntos no transcurrió como lo habían imaginado. La necesidad de establecer reglas claras y acuerdos se volvió evidente, si es que deseaban evitar conflictos y mantener la armonía. Los horarios y rutinas debían ser ajustados, considerando las necesidades del grupo. El departamento, lejos de ser espacioso o ideal, se presentaba como un desafío: dos pequeñas habitaciones con camas matrimoniales y un único baño para cinco jóvenes.

Eva y Hanna, con una determinación única, ya habían reclamado una de las habitaciones, dejando la otra en el aire, como un premio codiciado. Lo que comenzó como un inocente juego de piedra, papel o tijera, escaló rápidamente a una contienda en el suelo de la sala. Cleopatra, Jordan y Aaron se enredaron en una lucha de voluntades y fuerza, pero a pesar del empeño de los chicos, Cleopatra emergía siempre victoriosa. Y así fue, contra todo pronóstico, ella se adjudicó la habitación restante, relegando a los chicos al sofá, que ahora se convertiría en su campo de batalla nocturno.

— ¿Por qué Aaron no duerme contigo? No entraremos ambos aquí. —Cuestiona Jordan observando el pequeño sofá, se acostó a lo largo y sus pies sobresalen del sofá, Aaron lo imitó apretándose contra él, definitivamente no entraban—. Cleo, lamento romper tus ilusiones, pero tendrás que dormir aquí.

— No es justo, gané el juego, ustedes perdieron. —Dice ella renegando.

— Pero tú misma estás observando que no entraremos nosotros aquí, somos demasiado altos y corpulentos para este sofá miniatura. —Costó, pero lograron convencerla.

Un Año Problemático [Publicando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora