Capítulo 4 TRES MANERAS DIFERENTES DE CONSIDERAR A LOS ELEMENTOS

3.8K 50 0
                                    

Hay cuatro Elementos de los que hemos dicho que debe

existir necesariamente un conocimiento perfecto para operar

cualquier cosa relativa a la Magia. Cada uno de estos

Elementos tiene tres cualidades diferentes; constituyendo con

cuatro el número doce y pasando por el número siete al

número diez se llega a la unidad suprema de donde dependen

todas las virtudes y los efectos maravillosos.

Los Elementos del primer orden son los puros, no

compuestos, que no cambian ni sufren mezcla alguna, y que

son incorruptibles; y no es sino por ellos que todas las virtudes

de las cosas naturales se tornan en sus efectos. Sus virtudes no

pueden ser explicadas, pues lo pueden todo sobre todos los

seres, y quien las ignore no puede llegar a operar efecto mara-

villoso alguno.

Los Elementos del segundo orden son compuestos,

diferentes e impuros; por tanto, se los puede reducir mediante

el arte a su simplicidad pura, la que una vez adquirida, tiene

una virtud que acuerda la perfección en todo sobre todas las

cosas, a las operaciones más ocultas de la naturaleza misma, y

que es el fundamento de toda la Magia natural.

Los Elementos del tercer orden no son Elementos en su

principio ni por sí mismos, sino compuestos, diferentes,

dueños de diversas clases de cualidades, pudiendo cambiar uno

en el otro recíprocamente: son un me-dio infalible, y he aquí

porqué se llaman la naturaleza media o el alma de la naturaleza

media. Pocos son los que entienden sus profundos misterios.

De ellos depende por ciertos órdenes, ciertos números y

grados, la perfección de todo efecto. Son maravillosos en

todas las cosas natura-les, celestes y supercelestes, y llenos de

misterios que pueden operar en la Magia, tanto natural como

divina, pues es por ellos que se establecen las relaciones,

disoluciones y trasmutaciones de todas las cosas, v se llega al

conocimiento de la predicción del porvenir, a la invocación de

los espíritus benefactores y a la exterminación de los

demonios.

Nadie debe suponer que realizará nada en las ciencias

secretas de la Magia y de la naturaleza sin estas tres clases de Elementos y sin

conocerlos bien. Mas quienquiera sepa reducir los unos en los

otros, los impuros en puros, los compuestos en simples, y

discernir su naturaleza, virtud y potencia en número, grados y

orden, llegará fácilmente al conocimiento perfecto de las cosas

naturales y de los secretos celestes.

LA MAGIA N A T U R A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora