Capítulo 15 COMO DEBEMOS BUSCAR Y HACER LA PRUEBA DE LA VIRTUD DE LAS COSAS

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Es, pues, constante que haya entre las cosas propiedades

ocultas, no conocidas para nuestros sentidos, apenas captadas por

nuestra razón, y derivadas de la vida y del espíritu del mundo a

través de los rayos de las estrellas, y que conoceríamos tan sólo

mediante experiencia y conjeturas; he aquí por qué quienes se

contraigan a ese estudio deberán considerar que todas las cosas se

mueven, y se convierten en sus Semejantes, e inclinan hacia ellas

mismas todas sus fuerzas, tanto en propiedad, saber y virtud

oculta, como en calidad, es decir en virtud elemental, y a veces en

sustancia, como se aprecia en la sal, de manera que lo que

permanece largo tiempo en ella se convierte en sal, pues todo

cuerpo que se agita, desde que comienza a hacerlo, en nada

cambia en su cuerpo inferior, sino de ciertas manera y en la

medida acorde con su semejante y con aquello con lo que guarda

debida relación, lo cual lo apreciamos manifiestamente en los animales sensitivos en los cuales la

virtud nutritiva no modifica la comida ni los alimentos en hierba

o en cualquier planta sino que los transforma en carne sensible.

Así en las cosas en las que hay algún exceso de calidad o de

propiedad, como el calor, el frío, la osadía, el temor, la tristeza,

la cólera, el amor, el odio y toda otra clase de pasión, o alguna

virtud, ya sea que se halle naturalmente en ellas, o que la hayan

recibido mediante artificio, o que les haya llegado por algún

azar, accidente o hábito, como el descaro en el libertino, estas

cosas excitan mucho a tal calidad, pasión o virtud; así el fuego

excita al fuego, el agua al agua, y una persona osada a la osadía.

Los médicos saben que un cerebro ayuda a un cerebro, un

pulmón a otro pulmón; he aquí por qué dicen que quienes tienen

los ojos lagañosos se curan aplicándose en el cuello un paño de

color natural, el ojo derecho de una rana para curar el derecho, y

el ojo izquierdo para el izquierdo, y que lo mismo sucede con

los ojos del cangrejo. Asimismo, las patas de tortuga aplicados,

la derecha sobre el pie derecho y la izquierda sobre el izquierdo,

curan los males de los pies; dicen también que de ese modo los

animales estériles causan la esterilidad, y los que son fecundos,

la fecundidad, y que esto ocurre sobre todo respecto de los

testículos, la matriz y la orina; eso les hace decir que una mujer

que todos los meses toma la orina de una mula o cualquier cosa

que ésta haya mojado, no podrá concebir.

Por tanto, cuando se quiere trabajar para dar alguna

propiedad o alguna virtud, es preciso buscar animales u otras

cosas en las que esa propiedad se halle más excelentemente, y es

menester tomar una parte en el sitio donde esa propiedad está en

mayor vigor; como cuando se desea ser amado, es preciso buscar

algún animal de los que más aman, como la paloma, la tórtola, el

gorrión y la golondrina; se necesita tomar un miembro o las

partes de las que el apetito venéreo domina más, como son el

corazón, los testículos, la matriz, la verga, el esperma y las

reglas o menstruaciones, y es preciso que esto se realice cuando

estos animales están más excitados o dispuestos al coito, pues

entonces excitan e impulsan más al amor. Asimismo, para

tornarse más audaz, es necesario tomar los ojos, el corazón o la

frente de un león o de un gallo; de la misma manera ha de

entenderse lo que dice Pselle, el platónico, que los perros,

cuervos, gallos y murciélagos tienen virtud parecida si sobre

todo se toma la cabeza, el corazón y los ojos; esto hace decir que

quien lleve consigo el corazón de un cuervo, no duerme hasta

quitárselo. La cabeza del murciélago, disecada, y aplicada al

brazo derecho de quien quiere permanecer despierto, produce el

mismo efecto; la rana y el búho hacen hablar mucho; es preciso

tomar sobre todo la lengua y el corazón; y si se pone la lengua

de una rana sobre la cabeza de una persona dormida, la hace

soñar y hablar en sueños. Se dice que el corazón de un búho

colocado sobre la mama izquierda de una mujer dormida, la hace

revelar toda clase de secretos; también se afirma que el corazón

de un mochuelo o la grasa de liebre provocan lo mismo si se los

coloca en el pecho de quien está dormido. Asimismo, los

animales de larga vida contribuyen a hacer vivir largo tiempo, y todas las cosas que

tienen la virtud de renovar contribuyen a renovar nuestros

cuerpos y hacerlos rejuvenecer, lo cual los médicos lo han hecho

muchas veces; esto es evidente respecto de la víbora y las

serpientes; y se dice que los cuerpos se renuevan o rejuvenecen

comiendo serpientes; de la misma manera el fénix renace de sus

cenizas; el pelícano tiene la misma virtud al poner su pata

derecha en estiércol caliente durante tres meses, luego de lo cual

el pelícano renace. Por este medio los médicos, con algunos

preparados de víboras y heléboro y otros de carnes o cuerpos de

ciertos animales de esa clase prometen rejuvenecer, y a veces

brindan una juventud, como la que Medea prometiera a la

anciana Pelia, acordándosela.

También se ha creído que si se chupa la sangre fresca salida

de la llaga de un oso, con esa clase de poción se restablecen las

fuerzas del cuerpo, debido a que este animal es muy fuerte.

LA MAGIA N A T U R A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora