Es, pues, constante que haya entre las cosas propiedades
ocultas, no conocidas para nuestros sentidos, apenas captadas por
nuestra razón, y derivadas de la vida y del espíritu del mundo a
través de los rayos de las estrellas, y que conoceríamos tan sólo
mediante experiencia y conjeturas; he aquí por qué quienes se
contraigan a ese estudio deberán considerar que todas las cosas se
mueven, y se convierten en sus Semejantes, e inclinan hacia ellas
mismas todas sus fuerzas, tanto en propiedad, saber y virtud
oculta, como en calidad, es decir en virtud elemental, y a veces en
sustancia, como se aprecia en la sal, de manera que lo que
permanece largo tiempo en ella se convierte en sal, pues todo
cuerpo que se agita, desde que comienza a hacerlo, en nada
cambia en su cuerpo inferior, sino de ciertas manera y en la
medida acorde con su semejante y con aquello con lo que guarda
debida relación, lo cual lo apreciamos manifiestamente en los animales sensitivos en los cuales la
virtud nutritiva no modifica la comida ni los alimentos en hierba
o en cualquier planta sino que los transforma en carne sensible.
Así en las cosas en las que hay algún exceso de calidad o de
propiedad, como el calor, el frío, la osadía, el temor, la tristeza,
la cólera, el amor, el odio y toda otra clase de pasión, o alguna
virtud, ya sea que se halle naturalmente en ellas, o que la hayan
recibido mediante artificio, o que les haya llegado por algún
azar, accidente o hábito, como el descaro en el libertino, estas
cosas excitan mucho a tal calidad, pasión o virtud; así el fuego
excita al fuego, el agua al agua, y una persona osada a la osadía.
Los médicos saben que un cerebro ayuda a un cerebro, un
pulmón a otro pulmón; he aquí por qué dicen que quienes tienen
los ojos lagañosos se curan aplicándose en el cuello un paño de
color natural, el ojo derecho de una rana para curar el derecho, y
el ojo izquierdo para el izquierdo, y que lo mismo sucede con
los ojos del cangrejo. Asimismo, las patas de tortuga aplicados,
la derecha sobre el pie derecho y la izquierda sobre el izquierdo,
curan los males de los pies; dicen también que de ese modo los
animales estériles causan la esterilidad, y los que son fecundos,
la fecundidad, y que esto ocurre sobre todo respecto de los
testículos, la matriz y la orina; eso les hace decir que una mujer
que todos los meses toma la orina de una mula o cualquier cosa
que ésta haya mojado, no podrá concebir.
Por tanto, cuando se quiere trabajar para dar alguna
propiedad o alguna virtud, es preciso buscar animales u otras
cosas en las que esa propiedad se halle más excelentemente, y es
menester tomar una parte en el sitio donde esa propiedad está en
mayor vigor; como cuando se desea ser amado, es preciso buscar
algún animal de los que más aman, como la paloma, la tórtola, el
gorrión y la golondrina; se necesita tomar un miembro o las
partes de las que el apetito venéreo domina más, como son el
corazón, los testículos, la matriz, la verga, el esperma y las
reglas o menstruaciones, y es preciso que esto se realice cuando
estos animales están más excitados o dispuestos al coito, pues
entonces excitan e impulsan más al amor. Asimismo, para
tornarse más audaz, es necesario tomar los ojos, el corazón o la
frente de un león o de un gallo; de la misma manera ha de
entenderse lo que dice Pselle, el platónico, que los perros,
cuervos, gallos y murciélagos tienen virtud parecida si sobre
todo se toma la cabeza, el corazón y los ojos; esto hace decir que
quien lleve consigo el corazón de un cuervo, no duerme hasta
quitárselo. La cabeza del murciélago, disecada, y aplicada al
brazo derecho de quien quiere permanecer despierto, produce el
mismo efecto; la rana y el búho hacen hablar mucho; es preciso
tomar sobre todo la lengua y el corazón; y si se pone la lengua
de una rana sobre la cabeza de una persona dormida, la hace
soñar y hablar en sueños. Se dice que el corazón de un búho
colocado sobre la mama izquierda de una mujer dormida, la hace
revelar toda clase de secretos; también se afirma que el corazón
de un mochuelo o la grasa de liebre provocan lo mismo si se los
coloca en el pecho de quien está dormido. Asimismo, los
animales de larga vida contribuyen a hacer vivir largo tiempo, y todas las cosas que
tienen la virtud de renovar contribuyen a renovar nuestros
cuerpos y hacerlos rejuvenecer, lo cual los médicos lo han hecho
muchas veces; esto es evidente respecto de la víbora y las
serpientes; y se dice que los cuerpos se renuevan o rejuvenecen
comiendo serpientes; de la misma manera el fénix renace de sus
cenizas; el pelícano tiene la misma virtud al poner su pata
derecha en estiércol caliente durante tres meses, luego de lo cual
el pelícano renace. Por este medio los médicos, con algunos
preparados de víboras y heléboro y otros de carnes o cuerpos de
ciertos animales de esa clase prometen rejuvenecer, y a veces
brindan una juventud, como la que Medea prometiera a la
anciana Pelia, acordándosela.
También se ha creído que si se chupa la sangre fresca salida
de la llaga de un oso, con esa clase de poción se restablecen las
fuerzas del cuerpo, debido a que este animal es muy fuerte.
ESTÁS LEYENDO
LA MAGIA N A T U R A L
RandomPrimer libro para aquellas personas que quieren iniciar en el mundo esotérico y ocultismo. Es importante destacar que este libro no es para curiosos, si no para personas que quieran aprender más sobre la magia real
