Algunas Virtudes Naturales son puramente elementales,
como las de calentar, enfriar, humedecer, secar, y se llaman las
primeras operaciones o cualidades, que siguen al acto: pues estas
cualidades solas y por sí mis-mas cambian toda la sustancia de
todas las cosas; cualesquiera otras cualidades no podrían hacer
esto. Además, están en las cosas y provienen de los Elementos que
las componen; se extienden más y tienen algo más que sus
primeras cualidades, como las que maduran, las que hacen digerir,
resolver, que ablandan, que endurecen, que son limpiadoras,
corrosivas, abrasivas, aperitivas, evaporativas, confortativas,
emolientes, unitivas, compre,sivas, atractivas, dilatadoras, y
muchas otras. Pues toda cualidad ele-mental debe hacer en la
mixta muchas operaciones que no realiza sola y estas operaciones
se llaman segundas cualidades, porque siguen la naturaleza y la
proporción de mezcla de las primeras virtudes, tal como se trata
esto simplemente en los libros de medicina; así como el cambio
que ocurre en la sustancia de la materia hasta cierto punto es la
operación del calor natural, igualmente existe el endurecimiento,
que es la operación del frío, y la congelación y demás; y a veces
estas operaciones se efectúan sobre un miembro determinado,
como las que provocan la orina, o la leche, y las menstruaciones, y
estas cualidades se llaman terceras, que siguen a las segundas,
como las segundas siguen a las primeras; he aquí por qué hay
muchas enfermedades que provienen de estas primeras, segundas
y terceras cualidades, y que se curan por ellas.
Asimismo, hay muchas cosas muy admiradas que se hacen
de manera artificial, como el fuego que consume al agua,
denominado fuego griego, del ci
t.? Aristóteles nos enseña
diferentes composiciones en el tratado particular que
confeccionara. De la misma manera se confecciona el fuego que el
aceite apaga y el agua fría enciende cuando ésta cae como rocío, y
este fuego se enciende con la lluvia, con el viento o con el sol, y
se convierte en un fuego que se llama agua ardiente, cuya confección
es muy conocida, y no consume nada que no sea ella misma; y
también existen los fuegos que no se apagan, los aceites
incombustibles, las lámparas perpetuas que no pueden ser
apagadas ni por el viento, ni por el agua, lo que a todas luces
parecería increíble, si no hubiese sido vista esa famosa lámpara
que otrora ardiera en el templo de Venus, en la que ardía la piedra
asbestus que, una vez encendida, no podía extinguirse jamás. Por
el contrario, se prepara la madera u otra cosa combustible de
modo que el fuego no puede hacer nada, y se disponen arbitrios
por medio de los cuales se puede llevar en las manos un hierro
candente, o echar mano de un metal fundido, o introducirse
totalmente en el fuego sin experimentar mal alguno, y muchas
otras cosas parecidas; y hay una especie de lino, que Plinio llama
asbestum, y los griegos ao j3esTov, que ninguna clase de fuego
puede hacer arder; al respecto, Anaxiles dice que un árbol recu-
bierto con ese material puede ser cortado sin que se oiga ruido
alguno.
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LA MAGIA N A T U R A L
RandomPrimer libro para aquellas personas que quieren iniciar en el mundo esotérico y ocultismo. Es importante destacar que este libro no es para curiosos, si no para personas que quieran aprender más sobre la magia real