Capítulo 11 MODO DE PREPARAR LA INFUSION DE LAS VIRTUDES OCULTAS.

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MODO DE PREPARAR LA INFUSION DE LAS VIRTUDES

OCULTAS EN LAS ESPECIES DE LAS COSAS, POR LAS

IDEAS,

MEDIANTE EL ALMA DEL MUNDO, Y LOS RAYOS DE LAS

ESTRELLAS, Y LAS COSAS QUE MAS TIENEN ESA VIRTUD

Los platónicos expresan que todas las cosas de aquí abajo

reciben sus ideas de las ideas superiores; la definición de la Idea

consiste en su principio en una forma que está por encima de las

almas y de los espíritus, que es una, simple, pura, inmutable,

indivisible, incorpórea, eterna, y la naturaleza de todas las ideas es

la misma, y ponen las ideas en el bien mismo, es decir, en Dios, y quieren que ellas sean

diferentes y distintas entre sí, por medio de la causa, por

ciertas razones relativas, y que todo lo que existe en el

mundo carece de cambio y es único, y que todas las

cosas convienen entre sí para que Dios no sea una

sustancia diferente; las ubican en la inteligencia, es

decir, en el Alma del mundo por las formas propiamente

diferentes, mutuamente absolutas; de manera que en

Dios todas las ideas son una forma; pero entran muchas

en el alma del mundo y en los otros espíritus, ya sea que

estén unidos y sean un cuerpo, o estén separados; ubican

diferentes formas mediante cierta participación y grados

en escala ascendente; se incluyen en la naturaleza como

simientes inferiores de formas infusas por las ideas. Al

final, penetran en la Materia como sombras: se agrega

que en el alma del mundo hay tantas maneras seminales

de cosas como ideas en el espíritu divino, por las cuales

fueron creadas en los cielos las Estrellas y las figuras,

imprimiéndoseles a todas sus propiedades. Todas las

virtudes y propiedades de las especies inferiores

dependen de estas estrellas, de estas figuras y de estas

propiedades, de manera que cada especie tiene una

figura celeste que le encuadra, de donde le llega una

admirable potencia para actuar, y esta cualidad que le es

propia la especie la recibe de su idea a través de las

modalidades seminales del alma del mundo. Pues las

ideas no sólo son causas de ser sino también causas de

cada virtud que se halla en tal especie, y esto es lo que

dicen muchos filósofos, que por ciertas virtudes que

tienen una manera asegurada y estable, que no son

fortuitas ni casuales, sino eficaces, potentes e infalibles,

nada hacen de inútil ni en vano, y esas virtudes son las

operaciones de las ideas, que no varían sino por

accidente y ello tan sólo por la impureza e inigualdad de

la materia; pues de esa manera las cosas de la misma

especie tienen, en mayor o menor medida, la virtud

según la pureza o la confusión de la materia; de ahí qúe

los platónicos hayan acuñado un proverbio en el sentido

de que las virtudes celestes estaban infusas en la materia

según las buenas cualidades; Virgilio dijo:

Las cosas de aquí abajo reciben tanta cantidad de fuerza y

virtud de los cielos como la materia está dispuesta a recibir.

He aquí por qué las cosas a las que se acuerda menos la idea

de la materia, es decir, las que reciben más la apariencia de

cuerpos separados, tienen virtudes más grandes y eficaces, en la

operación, y semejantes a la operación de la idea de los cuerpos

separados.

Sabemos, pues, que la situación y la figura de los cuerpos

celestes es la causa de toda fuerza móvil que se halla en las

especies inferiores.

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