Luego de los cuatro Elementos simples, siguen
inmediatamente los cuatro Géneros de los compuestos perfectos,
que son las piedras, los meta-les, las plantas y los animales; y
aunque todos los Elementos sirven a la composición de cada uno,
cada compuesto sigue un Elemento particular y tiene más de sus
cualidades: pues todas las Piedras provienen de la tierra, ya que
son pesadas y descienden a lo profundo, y la sequedad do-mina
de tal forma en ellas que es imposible tornarlas líquidas; pero los
Metales son acuosos y se funden, y como lo declaran los físicos y
los químicos al realizar' experiencias, son engendradas por un
agua espesa y viscosa, o por plata viva que es también acuosa; las
plantas tiene tal relación con el aire que no podrían retoñar ni
madurar sino en el aire; así todos los Animales extraen su fuerza
del fuego y su origen del cielo, y el fuego les es tan natural que sin
él no pueden vivir.
En fin, cada uno de estos Géneros se distingue por los grados
de los Elementos; pues, entre las piedras, se dice que las oscuras
y más pesa-das provienen de la tierra; y las trasparentes y
compuestas de agua provienen del agua, como el cristal, el berilo
y las perlas en las conchas, y las que nadan en el agua están
compuestas de aire y son esponjosas como la piedra pómez y la
toba. Por tanto, se entiende que están compuestas de fuego como
el ladrillo y la cal. Asimismo, entre los metales, están com-
puestos de tierra, a saber, el plomo y la plata; además, del agua,
como el mercurio; del aire, como el cobre y el estaño; y de fuego,
como el oro y el hierro.
En las plantas, las raíces se tienen de la tierra por su espesor,
y las hojas del agua por su jugo, las flores del aire por su sutileza,
las semillas del fuego por su espíritu generativo. Asimismo,
existen los calientes, fríos, húmedos y secos que toman sus
nombres de las cualidades de los Elementos. Entre los animales
existen aquellos en los que domina la tierra, y que se sustentan en
las entrañas de la tierra, como los gusanos, los topos y muchos
animales que se arrastran ; asimismo, están los formados de agua,
como los peces; otros en los que domina el aire y que no pueden
vivir fuera de éste; otros en que domina el fuego, como las salamandras
y las cigarras; y otros que tienen calor de fuego, como las
palomas, los avestruces, los leones, y aquellos a los que el Sabio
llama bestias que soplan un vapor de fuego.
Además, entre los animales los huesos tienen debida relación
con la tierra, la carne con el aire, el espíritu vital con el fuego, y
los humores con el agua, los que también se hallan en los
Elementos; la cólera es como el fuego, la sangre como el aire, la
pituita como el agua, la bilis negra como la tierra. En fin, en el
Alma, siguiendo la opinión de Agustín, el entendimiento es como
el fuego, la razón como el aire, la imaginación como el agua, y los
sentidos como la tierra. Este mismo orden se halla en los Sentidos,
pues el sentido de la vista participa del fuego; en efecto, no realiza
sus operaciones sino por el fuego y la luz; el oído participa del
aire, ya que el sonido no es sino el golpe del aire; en cuanto al
olfato y al gusto, se relacionan con el agua, sin cuya humedad no
hay sabor ni olor. En fin, el tacto es totalmente terrestre y se
relaciona con los cuerpos más densos. Esta analogía se halla
incluso en las Operaciones del hombre, pues el movimiento tardo
y sólido se relaciona con la tierra; el miedo y la lentitud con la
pereza tienen relación con el agua; el humor alegre y amable, con
el aire; y un natural impetuoso y colérico se parecen al fuego.
Los Elementos tienen, por tanto, el primer rango en -todos
los seres; están en toda composición y en las propiedades, y les
comunican sus virtudes.
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LA MAGIA N A T U R A L
De TodoPrimer libro para aquellas personas que quieren iniciar en el mundo esotérico y ocultismo. Es importante destacar que este libro no es para curiosos, si no para personas que quieran aprender más sobre la magia real