En cuanto la bendita cena acabó, los señores Hwang se dieron un par de miradas cómplices y dijeron que irían a visitar a unos supuestos amigos, dejando a HyunJin y MiYeon solos en la casa. Estos empezaron a charlar con normalidad durante una hora, hasta que el pelinegro comenzó a sentirse un tanto acalorado. Él no le prestó mucha atención a ello hasta después de unos minutos en los que la temperatura de su cuerpo subió aún más, y extrañamente, provocando también una erección entre sus pantalones. Llegó el momento en el que la castaña se preocupó por él y empezó a cuestionarle si se hallaba bien, ya que su cara estaba ligeramente roja y con un notable bulto entre las piernas.
HyunJin simplemente no dijo nada, mientras poco a poco se iba perdiendo en su mente y la droga se apoderaba de él, desvaneciendo al Hwang que conocíamos. Él comenzó a desesperarse, no pudiendo contenerse más y, en un movimiento veloz, bajando su pantalón junto a su ropa interior, liberando su pene erecto. La cara de MiYeon se volvió de asombro ante tal espectáculo, no se lo hubiera esperado, mucho menos el que empezara a masturbarse frente a ella para después lanzarse sobre su cuerpo.
Ese, en definitiva, no era HyunJin. Pero, aunque su mente le dijera que lo apartara porque algo extraño sucedía con él, ella no quería desaprovechar tal oportunidad como lo era ir más allá de un simple beso.
—Estoy caliente, MiYeon. —habló con voz ronca. Acto seguido, la besó con desesperación y Cho correspondió como pudo.
Quizá HyunJin no pueda revivir lo que ocurrió después de aquello, pero MiYeon pudo asegurar que se la pasó de maravilla en la cama de su novio. Él era realmente bueno bajo las sábanas, realmente bueno moviéndose. Y tal vez no era algo que Cho MiYeon diría fácilmente, pero... aquello fue un total milagro que era imposible no admitirlo.
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Despertó en el momento que sintió una calidez abrazarle el cuerpo, literalmente. Sus párpados se elevaron, siendo la cara de MiYeon lo que observó primero. "¿Qué carajos...?" Sus orbes indagaron un poco más, percatándose de que la chica se hallaba desnuda, así como él. Ella... se hallaba totalmente expuesta ante sus ojos; sus pequeños senos chocaban contra su pecho, su brazo posaba sobre su espalda y su intimidad rozaba contra la suya. Entró en pánico, jamás en su vida había tenido a una mujer en su cama y en esos momentos ni siquiera recordaba cómo es que lograron llegar hasta ese punto. ¡El jamás tocaría a una chica por su propia voluntad! ¿¡Qué fue lo que ocurrió?!
Rápidamente y sin intenciones de despertar a MiYeon, salió de la cama, hallando su ropa tirada por distintas partes del piso. De inmediato se colocó el bóxer y el pantalón. Miró a Cho mientras tiraba de sus cabellos. Intentaba buscar una respuesta a cómo llegó a tener sexo con ella, con una mujer, con... alguien que no era Felix. Sentía que lo había traicionado al acostarse con otra persona, aunque no fue consiente de ello en realidad. ¿Que diría él si se enterase? ¿le terminaría? Oh no, no quería eso, pero tampoco quería ocultarle algo, porque al hacerlo sería mucho peor.