Chat Blanc (FINALIZADA)

Capitulo 9:

FINAL

—Tikki, Plagg.... ¡Unificáos!

Esas simples palabras, bastaron para que de aquellos miraculous, empezaran a desprender gamas de colores que parecían adornar cada parte del cuerpo de ladybug. Era como si la unión de todos éstos, formaran un arcoíris en su apoteósico clímax.

Era irónico, porque algo que parecía aparecer después de grandes tormentas, en esos instantes, marcaban el comienzo de una.

Esas luces la empezaron a rodear, el tiempo parecía pararse por un momento, el Miraculous de Chat Noir y de Ladybug habían sido unificados. Algo que sólo había ocurrido hace muchos siglos.

Ese poder peligroso y a la vez, sumamente poderoso, había despertado por fin.

¿Qué se la pasaba por la cabeza a Ladybug?

—Vaya... menudo espectáculo. ¿Qué estás queriendo hacer? ¿Cuál es tu función? ¿Vas a destruirme?

—Ingenuo.—Contestó con gracia la pelo azabache. Aquello provocó un gran desconcierto en el rubio.
—Ningún poder debería estar hecho para dañar a otro. Por lo cual... ese miraculous es un peligro para el equilibrio del mundo. Debo destruirlo.

—¿Acabas de decir que un poder no puede dañar a otro y tú quieres dañar mi miraculous? Que ridícula eres, ladybug.

—Corrección, ahora soy ladynoir. Además, la diferencia es que yo trato de proteger el equilibrio del mundo. Y ese miraculous, trata de destruirlo. Es un parásito. Y si debo destruir algo, destruiré lo que sea que dañe al mundo.

Preparó su yoyó y trató de enrollarlo en el enemigo sin éxito ya que lo esquivó.

Mientras se lanzaban ataques mutuamente, Gabriel veía la sombra de su hijo.

Su hijo... que estaba completamente inconsciente.

Aún con el dolor de la pelea, se arrastró y arrastró por el suelo, hasta que llegó a él.

Las lágrimas empezaron a desprenderse fuera de él.

—Que he hecho... que he hecho... hijo mío...

Aquellas gotas de rocío impactaban curiosamente en el lugar vacío donde siempre se colocaba el anillo con el miraculous...

—Sólo quería... sólo quería que Emilie volviera... volver a ser una familia... lo siento... lo siento mucho hijo...

—《Te quiero》-Resonaron sus palabras como si fueran latidos.

Al decir Gabriel aquellas palabras, algo sorprendente ocurrió.

Un aura dorada empezó a envolver al rubio, ganándose la atención de todos. Su cuerpo empezó a flotar, y el brillo cada vez era más potente.

El Félix adulto aún algo incrédulo, lanzó telarañas a donde se encontraba el joven.

Pero nada más rozar su piel se destruyeron.

—¡¿Qué demonios es esto?!-Expresó su frustración con recelo.

El Félix joven y la pelo azabache estaban impactadas, la respuesta estaba delante de sus narices.

Y Champire lo tenía planeado, sabía que pasaría, ese era al significado del amor verdadero en la pócima. Así que sus lágrimas cayeron, de ambas, de felicidad.

Aún con esa luz envolviéndolo, tomó la mano de su padre, le sonrió, con lágrimas en los ojos, y aquella lágrima impactó en él, provocando que aquel también empezara a brillar con intensidad.