Capítulo VI: Juicio en el Seireitei

328 46 12
                                    

La reunión de los capitanes había dado inicio, antes de que la central 46 pudiera hacer algún juicio el capitán general Yamamoto solicito que se resolviera entre los capitanes y si se confirmaba un acto de traición la central 46 podría hacer darle su juicio y castigo correspondientes.

Toshiro ingreso a la sala y allí pudo ver a sus pares, todos formados a los lados del salón mientras que al final de esta se encontraba el capitán general Yamamoto.

- Así que finalmente el pequeño capitán se presentó, yo ya estaba preparándome para rastrearlo, de seguro su reitsu debe esconder misterios fascinantes - Menciono Mayuri Kurotsuchi, capitán de la duodécima división.

- Yo pensé que si aparecía opondría resistencia, siempre tuve el deseo de ver que tan fuerte es nuestro capitán prodigio - Comento Kenpachi Zaraki, capitán de la onceava división.

- Oigan, oigan ¿no creen que nos estamos apresurando un poco? - Cuestiono Shunsui Kyoraku, capitán del octavo escuadrón, su tono era calmado, intentando relajar los ánimos, ciertamente los hechos con Aizen había hecho que todos los capitanes fueran mucho más defensivos al momento que comenzaran a acontecer extrañas acontecimientos.

- ¡Exacto! Además, no nos olvidemos que el capitán Hitsugaya es solo un niño, aun no es un adulto como todos nosotros, de seguro tuvo una buena excusa para hacer lo que hizo - Agrego Jushiro Ukitake, capitán de la decimotercera división, intentaba abogar por el joven capitán de plateados cabellos.

- Desde que acepto ser un capitán dejo de ser un niño Ukitake, cuando aceptas el título de capitán significa que has alcanzado la madurez para estar al mando - Sentencio el capitán Byakuya Kuchiki.

Finalmente, el capitán general Yamamoto golpeo su bastón con el suelo, el eco provoco el silencio inmediato, sus ojos que siempre parecían cerrados se abrieron para ver fijamente al "acusado" - ¡Silencio! - Exclamo con tono autoritario, rápidamente los capitanes callaron, no por temor, si no por respeto - Toshiro Hitsugaya, has sido acusado de traición y abandono de tu deber como capitán de la décima división ¿Qué tienes que decir en tu defensa? -

Toshiro suspiro pesado, intento calmarse, pero por dentro temblaba, jamás espero estar en una posición como esta - Yo...no podía seguir siendo capitán...mi estado mental no me lo permitía, decidí irme para poder alejar los pensamientos que me atormentaban, yo jamás traicionaría a los trece escuadrones señor - Su tono si bien parecía sonar firme a duras y penas podía mantenerlo así, Genryusai Yamamoto, con solo su mirada podía intimidarlo.

- ¿Qué pensamientos le atormentaban Toshiro Hitsugaya? - Cuestiono el anciano shinigami, esta vez con sus ojos cerrados.

Toshiro sabía que ya no podía ocultar ello, algunos capitanes ya estaban seguros del motivo pero aun así era necesario que lo dijera - El asesinato de la teniente Hinamori, no podía evitar seguir sintiéndome culpable, fue mi espada la que le atravesó su corazón, sé que muchos dijeron que no es mi culpa pero no podía seguir, pensé que marchándome hacia el mundo humano podría perdonarme a mí mismo por el pecado que cometí - En el último instante su mirada se llenó de confianza y determinación, haciéndole posible hablar sin titubear, demostrando una gran fortaleza frente a la penetrante mirada del capitán general Yamamoto, al mismo tiempo mientras más decía esas palabras más pensaba en las palabras que Ichigo le había dicho esa noche.

- ¿Has logrado perdonarte a ti mismo? - Pregunto el capitán general, el resto de los capitanes estaban en silencio, Ukitake pensaba intervenir, pero Kyoraku, le detenía.

- Si, he logrado perdonarme a mí mismo señor, he logrado entender que aunque fue mi espada no fue mi mano quien arrebato la vida de la teniente Hinamori, Aizen la uso y con sus poderes se selló el destino de ella, es por ello que estoy determinado a ser más fuerte que nadie, entrenar para que nunca más nadie me vuelva a usar de esa forma y sobre todo, ser tan fuerte que pueda protegerlos a todos - Su voz decidida fue cortada por el sonido del bastón.

- Toshiro Hitsugaya, en vista de los antecedentes y como no se ha encontrado rastro de que hayas alterado el mundo humano te declaro inocente del crimen de traición...- Aquellas palabras provenientes del capitán Yamamoto entregaban cierta calma, quizás con el paso del tiempo solicitar un permiso e ir a ver a Ichigo pensaba en ese momento Toshiro, sin embargo el anciano shinigami siguió hablando - ...Sin embargo no puedo declararte inocente del abandono de tu cargo, es por ello que como castigo no podrás salir de la sociedad de almas por al menos 100 años a menos que consiga que los capitanes decidan otorgarle el perdón... por último, restauro tu título como capitán de la décima división, es todo - El capitán general golpeo el piso con su bastón por última vez, como señal de que la sesión había sido finalizada.

Para el capitán Hitsugaya esto era un amargo desenlace, no había sido acusado de traición y obtuvo de regreso su rango de capitán, sin embargo, el costo fue alto, quizás antes no le hubiera importado, pero ahora en el mundo de los vivos tenía a alguien, tenía a Ichigo.

Los capitanes se retiraron, siendo casi de los últimos en marcharse Toshiro, afuera de la sala le esperaba la teniente Matsumoto quien deseaba saber que había sucedido en aquel juicio que había tenido respecto a las acciones que había cometido.

- ¿Qué paso capitán? - Pregunto la teniente de la décima división, se encontraba preocupada por su capitán.

- Seguiré siendo capitán...pero no tendré autorizado salir del Seireitei en los próximos años a menos que todos los capitanes autoricen mi salida...- Quizás en ese momento necesitaba un abrazo, pero no quería decirlo, debía comportarte como un capitán y no como un niño - Estoy cansado me iré a casa - Agrego sin esperar a su teniente.

La mujer algo intrigada por la actitud de su capitán pensó que lo mejor había pasado algo, creyendo que con el pasar de los días podría estar mejor decidió darle su espacio.

Ya en su habitación Toshiro estaba sentado sobre el borde de la cama, volteo a verla, vacía, era extraño, antes disfrutaba la tranquilidad de dormir solo, pero ahora necesitaba los brazos de ese shinigami que le había cuidado y protegido por todo un mes, necesitaba de Ichigo, pensaba en que de no ser por él aun estaría sufriendo.

Pensar en Ichigo le aliviaba, pero ahora le dolía, le dolía no haber podido negarse, no tener el valor para decirle "creo que me gustas" o, aunque sea haber podido besarlo, se dejó caer en la cama, miraba el cielo de su habitación, poco a poco la vista se le hacía nubosa, de sus ojos verdes las lágrimas comenzaron a caer, estaba solo...se sentía solo.

Intentando no sentirse solitario aquella noche tomo una de las almohadas y la abrazo, sus brazos la sujetaban, intentando pensar que la almohada era el pecho del shinigami sustituto, que aún estaba descansando junto a Ichigo, el joven capitán entre lágrimas termino rendido ante el cansancio, su rostro reflejaba el camino de lágrimas surgido de la impotencia que sentía y la forma en la cual abrazaba la almohada buscaba que el calor de alguien que no estaba ahora a su alcance le reconfortara.

Souls LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora