S T O R M | ❝Deja de buscar los monstruos debajo de la cama. Ellos están en el espejo.❞
¿Qué pensarías si te digo que el fin del mundo será en diez días?
¿Tratarías de evitarlo?
Seguramente habrías hecho todo lo contrario a lo que yo hice.
Y es qu...
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16 Noviembre 1963, Dallas - Texas. 20:39 p.m.
—Llegamos —anunció Cinco y bajo del auto.
Jude le siguió y contempló el edificio que tenía justo frente a ella, junto con Diego caminaron con cautela hasta la puerta de cristales que dividía el interior del exterior. La poca iluminación y los arboles secos le daban un aspecto misterioso al lugar, provocando que todos los sentidos de la chica se pusieran alerta y su piel se erizara al contacto del aire frío que corría por aquel lugar.
—¿Soy la única que piensa que éste lugar es tenebroso? —preguntó la castaña con nerviosismo mirando alrededor con paranoia acercándose a número Cinco, como si estar cerca de él le brindara seguridad.
—¿Te da miedo la oscuridad Jude? — preguntó con burla hacia la castaña y levantó una ceja mirándola por el rabillo del ojos, ella caminaba nerviosa, como un cachorro asustadizo.
—Digamos que me pone nerviosa —contestó en un resoplido, evitando darle la razón a Cinco, que ensanchó su sonrisa ante la vaga respuesta de la castaña.
Una sonrisa que se desvaneció rápidamente cuando sus ojos se fijaron en el logo de la sombrilla negra de la compañía en la pared. Se quedó quieto mirándolo, completamente inmerso en sus pensamientos, como si acabara de darse cuenta que posiblemente pudiera ver a su padre después de tanto años. Jude lo miró con curiosidad, preguntándose qué pasaría por su cabeza en ese momento.
—¿Estás bien? —le preguntó su hermano al percatarse de su cambio repentino.
Cinco sacudió la cabeza y siguió caminando —Si, bien... sólo que... —suspiró y miró a través de la puerta de cristal.
—¿Cuanto hace que no ves a papá? —Diego sacó su cuchilla y se inclinó para forzar la cerradura.
—Cuarenta y cinco años —contestó sin mirarlo en un suspiro melancólico. —Cuando estuve atrapado en el apocalipsis, no hubo un sólo día en el que no escuchara su voz en mi cabeza —relató y se recargó sobre el cristal.
—¿Que te decía?
—Yo te lo dije —completó y apretó los labios.
—Velo de ésta forma, si lo hubieras escuchado no hubieras podido salvar a tu familia del apocalipsis. Si yo le hubiera hecho caso a ella...seguramente habría terminado por asesinarme a mi también. —Trato de hacerle sentir mejor Jude, pero ante sus palabras sólo logró darse cuenta que para la encargada ella sólo se trataba de un peón que podía ser remplazado, por lo que bufó con molestia y se dio vuelta dándole la espalda a los Hargreeves.
—No sirvió de nada regresar, aún así destruimos el mundo en el 2019 y lo volveremos a hacer en 9 días si no encontramos cómo detenerlo —dijo con tranquilidad, pero la molestia disfrazada de sus palabras su hubiera podido notar a kilómetros de distancia.
