S T O R M | ❝Deja de buscar los monstruos debajo de la cama. Ellos están en el espejo.❞
¿Qué pensarías si te digo que el fin del mundo será en diez días?
¿Tratarías de evitarlo?
Seguramente habrías hecho todo lo contrario a lo que yo hice.
Y es qu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
18 Noviembre 1963, Dallas - Texas. 21:17 p.m
Para Jude, el tiempo pareció transcurrir de una forma mucho más lenta y tortuosa, como si de pronto, todo a su al rededor dejara de existir y un silencio ensordecedor se presentara como un fuerte y agudo pitido en sus oídos. Completamente en shock por lo que acababa de suceder, bajó la mirada hacia su abdomen y contempló con asombro como su vestido se tornaba poco a poco de color carmesí.
Así mismo, el dolor punzante proveniente de su herida se hacía cada vez más y más fuerte, su cuerpo parecía hacerse más pesado a cada segundo que pasaba, y los terribles escalofríos recorrieron su espina dorsal como si un rayo le hubiese caído encima la hacían sentir como el constante palpitar de su corazón que se volvía agónico retumbaba en su cabeza. A lo lejos, pudo ver al sueco sonreír victorioso y alejarse de ella, dejándola completamente sola.
Como pudo, posó su mano sobre su abdomen en un intento por tratar de detener la sangre que brotaba sin parar, y sintiendo como sus piernas flaqueaban, su vista se ponía borrosa y respirar se volvía una tortura. Mientras sentía como su alma dejaba lentamente su cuerpo, y la mano con la que sostenía su abdomen se llenaba de ese cálido liquido carmesí, caminó con pasos torpes y lentos hacia el exterior del lugar.
Pensando únicamente en si número Cinco estaría bien, lamentándose mentalmente por haber dejado ir al sueco que muy probablemente iría en busca de él.
Cuando la oscuridad de la noche se hizo presente frente a ella y una ráfaga de aire helado revolvió su cabello, ahí en medio de todas esas personas, aún con la vista borrosa y la cabeza dándole vueltas, con su vestido cubierto de sangre y la fina capa de sudor frió cubriendo su frente provocando que sus labios temblasen.
Aún cuando la vida se le estaba escapando, sus piernas fallando, su respiración faltando y la sangre brotando, lo vio.
Lo hubiera visto aún que él se encontrara a cien kilómetros de distancia, lo hubiera visto aún en medio de la oscuridad, y aún en medio de la tormenta.
Ella siempre buscaría su silueta en medio del mundo hecho un caos.
Estaba parado de espaldas junto a Diego. Pero Lila no se encontraba ahí. A Jude a penas le restaban fuerzas para mantenerse despierta, había perdido bastante sangre ya, pero ver a Cinco parado a penas a unos metros de distancia de ella, con las manos en sus bolsillos discutiendo con su hermano la hicieron utilizar sus ultimas fuerzas.
—Cinco...— un ronco susurro apenas audible brotó de sus labios temblorosos, antes de que su visión se tornara negra y se desplomara en el suelo.
Sin embargo, Jude nunca llegó a impactar contra éste. Ya que ese débil susurro bastó para que fuera escuchado por el uniformado, que apenas la vio, sin importarle que alguien pudiese verlo se teletransporto junto a ella y la tomó en sus brazos impidiendo que ésta se golpeara.
