Capítulo 12 (1/3)

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Mía

- Hola- digo abrazándome a mí misma a penas se abre la puerta- Lamento mucho la molestia...

El hombre , de probablemente unos cuarenta años, me mira de arriba a abajo. Tenía una botella de cerveza por la mitad y su camiseta de tirantes tenía un color oscuro en algunas partes debido al sudor .Era alto , pero parecería más amenazante si no me recordara tanto a Homero Simpson.

-¿Qué pasa?- pregunta toscamente.

- Se supone que vería a unos amigos por aquí , pero me he perdido- digo balanceándome ligeramente mientras jugaba con un mechón de mi cabello - ¿podría prestarme su teléfono?

Él hombre asiente con una media sonrisa casi lobuna.

Se hace a un lado para dejarme pasar.El lugar era un total basural. Solo había un colchón tirado en medio de la sala , las botellas y cajas de pizza estaban regadas por todos lados y había un olor hediondo en el aire. Escucho el cerrojo de la puerta .Dudaba que tuviese siquiera un teléfono aquí.

- ¿Disculpe?- pregunto algo cohibida - ¿Su teléfono?

-Debe estar por ahí en la cocina...- me toma por el codo y tira de mí hacia dicho lugar, casi tan mugriento como el resto del apartamento- ¿Por qué no lo buscas?

Asiento y me libro de su agarre para ir al teléfono fijo , el cual estaba pegado a la pared.Al tomarlo entre mis dedos para llevarlo a mi oreja, un manotazo me hace soltarlo rápidamente haciendo que se quede colgado por el cable.

- Recógelo, preciosa - dice él poniendo sus grandes manos en mis hombros y empujándome hacia abajo para que quedara de rodillas frente a él.

- S-sí señor - consigo decir. Tomo el aparato con mi mano derecha . Me levanto lentamente sin romper el contacto visual . Su repugnante mirada me revolvía el estómago.

Él me toma por el mentón , acercándome a su rostro. Unos centímetros más y ...

- Buena chica- susurra sobre mis labios.

Antes de que se acercase más logro atinarle un puñetazo en la garganta que lo hace retroceder una distancia considerable. Se abalanza sobre mí para contraatacar mas soy rápida y logro evitarlo por poco. Trato de correr a la sala más el me alcanza y tirando de mi cabello ,logra acorralarme entre el mesón de la cocina y su propio cuerpo. Sus manos rodeaban mi cuello haciéndome luchar por aire.

Él ríe mientras yo golpeaba sus brazos para que me soltara. Presiona su cuerpo contra el mío y eso me da una idea.

- Maldita perra - grita de dolor al recibir un fuerte rodillazo en la entrepierna , cortesía mía . Eso me da suficiente espacio para sacar una navaja de la "liga de novia" que llevaba al rededor del muslo y clavársela en la pierna y hacer un gran corte en ella . Tomo uno de las botellas esparcidas por el suelo entre mis manos y dudando un poco la rompo en su cabeza.

Necesitaba dormirlo de alguna manera y ...lo había visto en películas así que debe funcionar, ¿cierto?

Amarro sus manos con la cinta que había encontrado en su caja de herramientas y quito mi navaja de su pierna.

-Lo siento - murmuro cerca a su oído - a Penny no le gustan los ladrones.

Luego de unos veinte minutos buscando , logré encontrar la caja con el jingle jangle de Penny. Siento vibrar mi cintura así que saco mi celular de allí y contesto. Coloco mi celular entre mi oreja y mi hombro mientras lavaba mi juguete en la cocina.

-¿Qué pasa?- digo resopando para que el mechón rebelde de cabello que se escurría por mi frente regresase a su sitio.

- Te estás tardando mucho...

-¿Preocupado, Malachai?- digo con falsa ternura mientras guardaba mi navaja en su lugar

-¿La tienes o no?

- Sí , ya estoy saliendo- murmuro antes de tocar. Miro el cuerpo del hombre. Dudo un par de instantes antes de agacharme y , con la cinta , dibujar en su peludo pecho una carita feliz , con lengua afuera y todo. Sería divertido ver su reacción al tener que quitársela cuando despierte.

Si es que lo hace.

Salgo del departamento y camino tranquilamente con la caja en mano hacia e auto de Malachai.

-¿Nadie te vio?- pregunta él arrancando el auto, poco a poco nos fuimos alejando de allí.

- Nop - respondo - Tampoco había cámaras, revisé el lugar unas horas antes de entrar.

-Eso se ve mal - señala a las marcas rojas y moradas en mi cuello.

-Tranquilo, él terminó peor.

-Esa es mi chica- dice él mirándome de reojo mientras me dedicaba una sonrisa ladina.

Ruedo los ojos , sin embargo correspondo a su sonrisa.


SLEEPING BEAST// Sweet PeaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora