Un Mar de Pecados

Egoísmo

//Narrador//

Al día siguiente de que la diosa y el demonio hablarán sobre la llegada de la nueva monja a la iglesia en dónde se encontraban sus guardianes, la diosa Choromatsu continuaba con sus labores en el cielo.

//Choromatsu//

Vaya sorpresa al saber que una bruja iría a ver una iglesia, pero el Shinigami podrá con cualquier problema que esa bruja vaya a darle.
Por otro lado, mis caderas duelen de tanto que le hicimos ayer, gracias al cielo que no dejo marcas pero aún así mi cuello duele y mis alas pesan, debo de estar realmente cansado.
—Diosa Choromatsu—
—Te he dicho que no hace falta llamarme diosa, Jyuishimatsu—
—Lo siento mucho, pero ya he terminado mis labores y quisiera saber si necesita mi ayuda para algo más—
—Esta bien, solo me faltan estás hojas y terminamos—
—¿Puedo salir entonces?— dijo con su sonrisa.
—Claro, saluda a la hermana Homura de mi parte—
—¿Cómo supo que iría con ella?—
—Ja,ja,ja, eres alguien realmente obvio Jyuishimatsu—
—Je,je, volveré en un rato—
—Esta bien, ten cuidado—

Jyuishimatsu se fue y yo terminé mi trabajo, ya casi es hora de encontrarme con Osomatsu.

Me metí a la fuente y llegué al estanque dónde Osomatsu me esperaba con un girasol en sus manos.
—Choro-chan, bienvenido—
—Estoy aquí— dije con una sonrisa.
—¿Sabes? La bruja oficialmente está en la iglesia—
—¿Cómo lo tomo el Shinigami?—
—Parece que está algo enfermo y la bruja le está ayudando—
—¿Enfermo?—
—Sí, aún no se que tiene es lo único que me dijo Totoko—
—Deben dejar de espiar a la gente—
—Ja,ja,ja, eso lo sabe ella porque su novia está ahí—
—¿Que?—
—Totoko recordó su vida pasada y encontró a su novia reencarnada—
—Esa iglesia es un imán de rarezas—
—Y que lo digas— vaya cosas suceden en esa iglesia. —Por cierto, ¿Tus caderas están bien?—
—¿Eh?— me sonroje, es verdad sigo dentro del agua y si me siento puede que duela. —Me d-duelen solo un poco—
—¿Quieres que está vez platiquemos en el agua?—
—¿Puedes nadar?—
—Ja,ja,ja, los demonios también nos bañamos y nadamos en los mares— dijo dándome la mano. —Vamos a un río, está al otro lado de aquí pero es brillante, amplio y los humanos no saben dónde está asi que podemos nadar nosotros solos—

Tome sus manos y fuimos a aquel lago, realmente hermoso, era brillante y parecería que la diosa de la naturaleza se empeño en hacerlo realmente bello y eficaz para los animales de esta parte del bosque.

//Osomatsu//

Vaya trabajo fue hacer que este lago sea decente, tuvimos que molestar a una diosa para que mire el lago y lo arreglase, gracias a ella quedó realmente hermoso, un lugar digno en que mi bello Choromatsu pueda tocar el agua con su piel.

—¿Que te parece?—
—Es hermoso—
—Entremos, dentro hay peces de colores y hasta el fondo puede que se encuentren cangrejos pequeños—
—¿Cangrejos?—
—Así es—
—Nunca he visto un cangrejo— dijo emocionado.
—¿Enserio?—
—La diosa naturaleza me los mostró pero nunca he visto uno en persona—
—¿No eras tú una diosa de la naturaleza?—
—¿Lo dices por la coronilla?—
—Bueno eso llevaba la diosa de la naturaleza ¿No?—
—Su coronilla es diferente la de esa diosa lleva flores y tréboles, ¿Cómo lo sabes?—
—¿Eh? La he visto algunas veces—
—Ya veo—
—Entonces, ¿De que eres diosa?—
—Soy la diosa de la prosperidad y el Olimpo—
—Creo que ya lo sabía pero lo olvidé—
—¿Cómo puedes olvidar de que soy diosa?— me acerqué a él y bese sus labios con ternura.
—Por el simple hecho de que yo te amo a ti y no a tu cargo de diosa—
—Demonio astuto—
—Gracias—

Lo abrace y fuimos platicando al lago, para después estar flotando en calma hacia abajo, lo abrace de la cintura con cuidado y lo bese él continuo el beso y me abrazo del cuello uniendo aún más nuestro beso.

Pasamos la tarde platicando y observando los animales marinos mientras yo disfrutaba las reacciones de Choromatsu al ver algunos que nunca había visto.

Llegó la noche y fuera del lago habíamos dormido una siesta abrazados, podía sentir como algo dentro de mi Choromatsu cambiaba y miraba como una marca crecía en su pecho..."mi marca"...es egoísta el hecho de querer marcarlo solo para asegurarme de que nadie más vaya a tomarlo, pero se muy bien el como actúan en el infierno y no permitiré que traten de arrebatar la luz de mi diosa, me disculpo si está marca duele y te hace algo de daño pero está marca no es más que para protegerte.

//Choromatsu//

Me quedé dormido y al mirar la luna supe que pasaba un poco más de la media noche, mire a mi lado a Osomatsu quien me abrazaba la cintura con cuidado, como si estuviese sosteniendo algo frágil, lo abrazo de regreso y beso suavemente sus cálidos labios.

—Osomatsu, ya es hora de irnos—
—Un rato más—
—Ja,ja,ja, ya pasan de la media noche debemos irnos—
—Terminaste tu trabajo y no tienes juntas—
—Las oraciones a una diosa nunca terminan, así que aún tengo trabajo—
—No es verdad, nadie puede estar tan ocupado—
—Puedo compartir las oraciones contigo si no me creés—
—¿Puedes hacer eso?—
—Por supuesto, solo dame un momento—

El la tierra húmeda cabe un agujero y coloque agua para después tocarla con mi dedo y tomar la mano de Osomatsu.
En un instante se escuchaban las oraciones de varios humanos.
—Oh mierda, son demasiadas voces para mí ¿Cómo puedes escuchar todo eso?— dijo soltando mi mano para parar de escuchar las oraciones.
—Mi ser enteró está hecho para escuchar cada oración del ser humano y por ello también por cada oración hecha se hace una documentación sobre ello, una vez se realice la oración una hoja aparecerá en mi escritorio con la prioridad de cada una de ellas—
—¿Prioridad?—
—Ya que hay humanos que solo oran por cosas sin sentido o crueles, son las últimas en las que me enfoco y decido entre cumplirlas, desecharlas o castigar a quien lo pidió—
—¿Castigas gente?—
—Es parte de mi trabajo también, pero no me ha tocado hacerlo desde hace un milenio—
—Vaya, mi diosa también tiene ese tipo de lados—
—No digas tonterías—
—¿Y ahora aún sigues escuchando las oraciones?—
—Sí, las escucho con claridad, como también te escucho a tí—
—Eres realmente asombroso Chorin—
—¿Q-que dices?...¿Eh?—
—¿Que pasa?—
—Es el padre Karamatsu, me está pidiendo algo a mí...—