Mi diosa

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//Osomatsu//

—Debo ir a trabajar y ayudarle al padre— dijo preocupado.
—¿Por qué tan preocupado? ¿Que ocurre?—
—El Shinigami no se ha purificado en 100 años y a salido a hacerlo junto a la bruja—
—Esta bien, la bruja de Todomatsu puede ayudarle en lo que sea y seguro fueron en su forma natural, no te preocupes—
—T-tienes razón, es solo que aún no confío en las brujas—
—Comprendo, las brujas son como los Shinigami pero aún más traviesos—
—Sí, es por eso que temo que la bruja trate de engañar al Shinigami—
—No lo creo—
—¿Cómo estás tan seguro?—
—Porque a la bruja le gusta Ichimatsu—
—¿Que?—
—Por eso no le engañara, le gusta tanto que se sentiría mal si le engañara de forma que su vida estubiera en peligro—
—¿Estás seguro?—
—Estoy muy seguro, pero aún así te llevaré a tu estanque para que puedas ir y hablar mediante tus oraciones al padre—
—Muchas gracias Osomatsu—
—Confía en mi Chorin, todo estará bien—
—Eso espero—
—Bien, vamos—

Mi diosa asintió y le lleve a su estanque en dónde lo bese y me despedí viendolo partir. Unos momentos después mira como apresurada se me acercaba Totoko.
—¡Osomatsu!—
—¿Ahora que hiciste?—
—No es nada de eso, tenemos problemas—
—¿De que hablas?—
—¡Él ya sabe todo, sabe lo de mi con Nyan y sabe lo tuyo con la diosa!—
—¡¿Que?! ¡¿Quien le dijo?!—
—Aún no lo sabemos, pero él quiere verte—
—Lo supuse, ¿Ya hablo contigo?—
—Él aún no sabe mucho de lo mío, solo sabe que seducir a una humana así que solo me felicitó—
—Ya veo—
—Pero esto es malo, si él sabe que ahora estás con una diosa puede creer que estás tratando de hacer algo aún más malo y eso complicaría las cosas para los tres suelos—
—Lo se, pero aún así debo ir o podría empeorar la citación— dije para irme al instante.

Llegué a mi hogar donde me esperaba sentado en su celda uno de los líderes que fue derrotado por las diosas.

—Al fin llegas Osomatsu—
—Estoy en casa, Tougou—
—Creo que ya sabes el porque estás aquí—
—Así es, has estado espiandome otra vez—
—Sabes el por qué lo hago, necesito emoción en este estúpido infierno—
—Si quieres emoción deberías salir por ti mismo y hacer muchas cosas a tu gusto, ¡Oh es verdad! No puedes salir debido a los poderes de una diosa—
—Tan cruel y crudo como siempre Osomatsu, es cierto que no puedo salir...pero tú me liberaras de este aburrido lugar—
—Y según tu ¿Cómo?—
—Me traeras la sangre de esa diosa—
—¿Disculpa?—
—Yo se que tú deseas él mal y la emoción al igual que yo y es por eso que estás seduciendo a esa diosa, ¡Para liberarme!—
—¿Quien te dijo tan engaño de cuarta?—
—Anda, se que tú y yo hemos tenido deslices y te he usado para satisfacerme pero se que aún te gustó y harías lo que sea por verme feliz nuevamente ¿No es así?—
—Sí, antes me gustabas y así pero ahora lo único que busco en mi vida es ver cómo en tu sentencia de millones de años te puedes y desesperas en este abismo del infierno del cual no puedes salir—
—No me hagas enojar Osomatsu, que la última vez termine lastimandote—
—Esa vez lastimaste mis sentimientos, mi cuerpo no es humano así que tus insignificantes rasguños desaparecieron al instante—
—Traeme la sangre de esa diosa—
—Esa diosa es mía—
—Es nuestra, porque tú me amas a mí—
—Esa diosa es el amor de mi vida y mi pareja—
—¡Tráeme su sangré!—
—Ja,ja,ja, pudrete aquí encerrado— logro jalar mi brazo e intento besarme pero logré doblar su mano y safarme. —Que bajo que has caído, Tougou—
—Traeme a la diosa, tu aún me amas a mí—
—Te equivocas yo a ti nunca te ame, yo solo sentía dependencia por ti—

Dije para finalmente irme lejos de ese lugar mientras se escuchaban los gritos de Tougou llamándome.

Regrese al estanque dónde siempre miro a Choromatsu, pero está vez debo advertirle, aún teniendo mi marca si no sé quién es el que está ayudando a Tougou no sabré que tan fuerte debo volverla eso lastimaria más a mi diosa y comenzaría a notarse a los ojos de las demás diosas.

Paso la noche y espere a que diera la hora en la que mi diosa aparece y me abraza.
Finalmente dió la hora y solo observé con una sonrisa como mi diosa me sonreía y se sentaba a un lado mío.
—Bienvenido Chorin—
—Ya vine, ¿Llevas mucho esperándome?—
—Nha, acabo de llegar también ¿Cómo te fue con el padre Karamatsu?—
—Observe a la bruja y el Shinigami, tal como dijiste la bruja ayudo al Shinigami en todo lo que pudo y le ayudo a regresar cuando terminó la purificación—
—Te dije que esa bruja no haría nada con alguien que le gusta—
—Sobre eso...¿Cómo sabes eso?—
—Porque yo también le gusto—
—¿Que?—
—No solo eso, tu también le gustas—
—¿Yo? Pero solo lo mire una vez—
—¿Lo has visto antes?—
—El primer día que apareció en el bosque lo pude sentir y él solo me miró de lejos con una sonrisa pero no intercambiamos palabras—
—Para él es común que le guste una persona pero aparentemente también conmigo dijo que con tan solo verme le guste al igual que que un arqueangel y una diosa, así eran ustedes—
—¿También miro a Jyuishimatsu?—
—Le miro una vez mientras hablaba con una hermana de la iglesia, dijo que le agrado la hermana pero que tú arqueangel fue quien le gusto—
—¿Cómo puedes gustarle tanta gente?—
—Nos mira como algo que él quiere apreciar—
—No entiendo a las brujas—
—Nadie las entiende y menos a esta bruja tan afeminada—
—Ja,ja,ja, la única vez que le ví llevaba un vestido rosa bastante lindo, me costó creer que era un chico—
—Eso nos pasó a todos...por cierto...—
—¿Que sucede?—
—Necesito decirte algo muy importante...—

Un Mar de PecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora