Confianza

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//Osomatsu//

—¿Que ocurre?—
—Alguien....tu...— no sé cómo decirlo, tengo miedo de que mi diosa opte por irse y dejar de vernos, quiero seguir con él, quiero tocarlo y hacer que me ame.
—¿Estás bien?—
—No confíes en ningún demonio...—
—¿De que hablas?—
—No confíes en ningún otro demonio más que en mi, por favor— dije abrazándolo.
—Yo solo confío en tí— correspondió mi abrazo.
—Hay alguien en el infierno que sabe lo nuestro...—
—¿Que? ¿Estás bien? ¿Te amenazaron?—
—Estoy bien mi diosa, solo que él es Tougou—
—¿Tougou? ¿Aquel demonio?—
—Sí, es el mismo con el que las diosas debieron encerrar en una parte del infierno para que no saliera—
—¿Cómo se enteró estando encerrado?—
—Hay alguien que le dice lo que hacemos y me está pidiendo tu sangre para liberarlo—
—¿Mi sangre?—
—Solo la sangre de una diosa puede derretir las barras que lo mantienen bajo tierra—
—Tu...¿Le darás mi sangre?—
—¡Claro que no! Eso es lo que quiero evitar, no quiero que se te acerque nadie del Inframundo, no puedes dejar que ningún demonio te toque y te haga daño—
—¿Que fue lo que le dijiste?—
—Yo me negué y él solo negaba que yo te amaba así que me fui al decir que eras el amor de mi vida...— pude sentir como sus labios me callaban, mi diosa me había besado con ternura y suavidad.
—Yo también, te amo Osomatsu y prometo que ningún demonio además de ti me tocara—
—También quiero disculparme—
—¿Por qué?—
—En tu cuerpo hay algo que te causa dolor y sufrimiento—
—¿De que hablas?—
—En tu cuerpo está mi marca, la marca de un demonio el cual no permite que te toque otro ser además de mí—
—¿Tu marca?—
—Debido a qué es mía tu cuerpo la rechaza y te causa molestias, pero si no la tienes y algún demonio llega a hacerte daño yo...—
—Entiendo, no te preocupes es algo que hiciste por mí— me abrazo.
—De verdad lamento ponerte en todo esto, pero no quiero dejarte ir, quiero estar contigo y seguir abrazandote—
—Esta bien, confío en ti y se que podrás protegerme si algo pasa pero yo también quiero hacerlo...—
—¿Q-que?—
—También quiero protegerte si hace falta— lo bese.
—De verdad te amo Choromatsu— no pude más y terminamos esa tarde entre besos y caricias.

Pasaron algunos meses y continúe en el estanque todos los días, no me molestaba en levantarme de mi sitio hasta que llegara Choromatsu y una vez se fuera volvía a vigilar el estanque.

Esa tarde mi diosa y yo platicábamos alegres de las cosas que hacíamos al estar juntos, recordando nuestros momentos en nuestras anteriores citas.
Pude sentir como algo se acercaba y ese algo era quien yo conocía antes...

—Ji,ji,Ji, hola Osomatsu—
—Iyami, asi que eres tú—
—Ji,Ji,Ji, así es, Tougou estará muy contento una vez lleve la sangre de esa diosa—
—Diosa vete de aquí y ponte a salvo—
—Ven aquí hermosa diosa—
—Por favor entra en el estanque—
—Pero no te puedo dejar solo—
—Estare bien confía en mí— dije besando su frente. —No tienes oportunidad contra mi Iyami—
—Tal vez, pero esa diosa me puede ayudar a vencerte— no me di cuenta que Iyami había lanzado a Choromatsu a una piedra y este apenas se estaba levantando cuando el quiso herirle.
No lo pensé dos veces y corrí a protegerle haciendo que la cola de Iyami me hiciera una herida en el pecho.
—O-osomatsu...— pude ver en la mirada de mi diosa, preocupación y desesperación.
—No te preocupes mi diosa, un demonio como yo ha tenido peores heridas con las que tratar—
—¡Shiiii! ¡Maldito Osomatsu! ¡Ya casi lo tenía!—

Lo ignore, cargue a mi diosa y la lance al estanque en el que regreso a su hogar.

—Ya no está lo que buscabas—
—¡Shiiii! ¡Pude haberlo hecho a la buena pero tú no te marcha as de aquí!—
—Lo estoy protegiendo de ustedes—
—¿Crees poder protegerlo por siempre? No me hagas reír—
—Tal vez pueda mantenerlo a salvo de ti si mueres otra vez—
—¡¿Shiiii?! No puedes hacerme daño, Tougou-sama nunca te lo perdonaría—
—¿Tu crees que no? Ese bastardo está obsesionado conmigo si solo llego y hago una cara linda me perdonará—
—¡Shiiii! ¡No me mates!—
—Espero y en tu reencarnación puedas ser alguien mejor que esto— al instante le corté a la mitad con mis uñas, en el momento mire como otro tipo escapó de su escondite.

Odio admitirlo pero necesito ayuda de las diosas si quiero vencer a ese pequeño.

Mi diosa se fue y está a salvo, si duermo un poco mejorara mi herida y podré proteger a mi diosa nuevamente. Solo necesito dormir, me recostare en esta piedra.

De la nada siento como Titan agua a mi herida haciendo que brincarse de la sorpresa, enseguida tome el cuello de aquel entre al creer que me atacaría pero al verle era mi diosa, me miraba sorprendido.
—¡L-lo siendo! Crei que eras...—
En esos momentos el me abrazo el cuello.
—Esta bien, me alegra ver qué sigues vivo— dijo queriendo voltear al frente pero al instante tape sus ojos.
—No mires ahí, no quiero que sientas miedo o asco así mi si logras ver lo que hay ahí—
—¿Lo terminaste?—
—Sí—
—Dejame curarte—
—¿Eh?— mi diosa quito mi mano y volteo a verme.
—Te curare—
—Muchas gracias mi diosa, por confiar en mi—
—Esta vez tu confía en mí para sanarte—
—Este cuerpo es todo tuyo puedes hacer con él lo que quieras—
—Bien, esto puede doler un poco— dijo quitando hojas de una planta cerca mío y tomando agua del estanque.
—Debemos decir de esto a las diosas...—

Un Mar de PecadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora