ᴠᴀɴᴄᴇ
Me revolví en mi cama mientras poco a poco me despertaba gracias a unos gritos. Aquella noche no había dormido especialmente bien. Seguía dándole vueltas a la cita —si es que se podía denominar así— que había tenido con Lysandra la tarde anterior. Había sido un tanto maleducado, demasiado sincero para alguien como ella. Me sentí mal por haberla hecho sentir incómoda cuando mi intención era toda lo contraria. Me había acercado a ella con la finalidad de divertirme y distraerme de mis obligaciones. No iba a mentir, tampoco tenía otro tipo de intención con ella. Y, aunque en parte si me estaba distrayendo, a ella no le sentaban bien mis repentinos y sumamente sinceros comentarios. Debía contenerme y parar, pero no dejar de ser yo en ningún momento. Gracias a Dios me había dado una oportunidad y no iba a desaprovecharla. Tampoco iba a preparar algo como lo que habíamos estado haciendo, pero quería pasar una tarde tranquila con ella en la playa. Hablar, bañarnos y si pasaba algo más no me iba a quejar. Al final era eso lo que quería de ella. Distracción.
—¡Vienen los abuelos! —escuché un grito desde la lejanía de mi habitación.
Todavía estaba un poco dormido y no entendía el jaleo de voces que estaban generando mis hermanos. Todos vivíamos en la misma casa. Incluso mi hermana Riley vivía aquí con su marido y su hija pequeña Spencer. Éramos más de diez en solo una casa, lo bueno era que había suficiente sitio para todos. Pero la falta de intimidad era evidente.
El choque de unos nudillos en mi puerta me terminaron de despertar por completo.
—¡Arriba Vance! —gritó Marshall cuando abrió la puerta —. Los abuelos vienen para acá. Tenemos que darnos prisa con nuestras tareas porque van a llegar a la hora de comer y tenemos que estar todos listos.
—Joder, ni me he levantado y ya me estás gritando —me quejé.
—Pero ahora es por necesidad, no por gusto. Venga vamos, que tenemos mucha prisa —dijo y salió dando un portazo que me terminó de despertar por completo.
Estuvimos toda esa mañana trabajando hasta el cansancio para tenerlo todo listo para nuestros abuelos. Bonnie y Tyler, mis abuelos por parte materna eran dos adinerados jubilados, clasistas y presuntuosos que nos miraban por encima del hombro cada vez que venían a vernos. Todos sabíamos que venían para juzgarnos y revisar con pelos y señales nuestras miserables vidas como trabajadores en un complejo vacacional que, aunque era bonito, no era para nada lujoso. Ellos le han echado la culpa toda la vida a mí padre por «llevarse» a mi madre a un lugar como este y ponerla a parir tantos niños. Nuestros abuelos tampoco nos apreciaban puesto que también éramos hijos de aquel señor que estaba casado con su preciada y díscola hija. Mis padres nos han enseñado a que, cuando ellos nos hicieran una visita, todo debía estar perfecto y así no nos molestarían mas de lo estrictamente necesario. Nosotros también debíamos de comprender que eran familiares muy cercanos nuestros que se preocupaban por nosotros y que les debíamos un respeto. La familia es la única que siempre va a estar ahí según mi madre. Yo discernía de esa opinión.
Aquel día otros se encargarían de servir a los clientes en la comida puesto que el salón principal lo habíamos reservado para comer todos con Bonnie y Tyler. Nuestros padres y Kahlen prepararon un menú delicatesen de cuatro platos. Por supuesto, eran de un tamaño más reducido de lo normal para que pudiéramos degustar y probar todos y cada uno de los guisos. A mis ojos, una completa estupidez. Yo quería comer bien, no hacer un menú degustación en mi propia casa por dos personas que nos juzgaban y solo iban a estar unos cuantos días aquí.
—¿Está todo listo? —me preguntó mi padre.
—Falta gente por llegar, pero la mesa está lista y la comida falta servirla en los platos, pero eso no se hará hasta que no nos sentemos a la mesa a comer.
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Verano {COMPLETA}
Romance+18 Lysandra viaja a un complejo vacacional con su inestable y estruendosa familia con la que no puede apenas convivir. Allí conoce a Vance, un trabajador del lugar el cual está allí por obligación de sus padres. Ambos se encontrarán en un momento d...