14. La Hija De Mihawk

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Contexto: Mundo de One Piece
Contenido Adulto: No

Contexto: Mundo de One PieceContenido Adulto: No

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(Tn = Tu nombre)

- ¡Por favor! ¡Entréname!

Roronoa Zoro había dejado de lado a su orgullo e hizo esa petición. Dracule Mihawk accedió al ver aquello y las clases comenzarían una vez sus heridas sanaran.

Perona llevó a Zoro a la enfermería y después de dos semanas ya estaba listo para entrenar.

Zoro se dirigió a alguna parte del castillo donde lo había citado Mihawk, solo tardó 20 minutos más de lo acordado ya que, según él, las paredes de aquel lugar se movían. Cuando entró al lugar vio a Mihawk peleando con una chica más o menos de su edad, 18 para ser exactos. No le sorprendió que fuera una mujer o el hecho de que las iris de sus ojos eran iguales a las del Shichibukai, no, lo que lo dejó sin palabras fue que peleaban en igualdad, esa chica sí que era fuerte.

Mihawk terminó ganando por poco y su mirada se dirigió a Zoro.

- Roronoa Zoro, tu entrenamiento comienza oficialmente. Y tú - señaló a Tn, la chica con la que peleó - Has mejorado mucho.

- ¿Quién es él? Más bien ¿por qué está aquí? Su nombre ya lo dijiste- preguntó Tn.

- Va a entrenar aquí durante algún tiempo. Espero que no me causen problemas.

- Dracule Tn - se presentó Tn y extendió su mano, Zoro no lo mostró pero estaba muy asombrado por su nombre.

- Roronoa Zoro - dijo estrechando su mano.

- Me retiro - dicho esto Tn salió del lugar.

- No sabía que tenías una hija - habló Zoro.

- Si no se sabe no corre peligro.

- Padre sobreprotector.

- Calla. Has venido a entrenar.

Los días pasaron, semanas, meses... Y Zoro fue mejorando bastante. Mihawk estaba cumpliendo bien como su entrenador.
Con respecto a Tn... Mihawk los había hecho pelear muchas veces y Zoro no había podido ganarle ni una sola vez, era lógico, ella había sido entrenada por el mejor espadachín del mundo desde los 5 años y él apenas cumpliría el año. Pero no por eso no le frustraba no poder vencerla, aceptaba que no podía ganar ante el Shichibukai pero no ganarle a ella era una cosa muy diferente.

- ¡Santoryu! ¡ONIGIRI!

- ¡Ittoryu! ¡AKUMA NO KATTO!

Las batallas cada vez duraban más, algo que le indicaba a Zoro que había mejorado bastante ya que en un principio no duraba ni 5 minutos luchando con Tn.

Entre peleas y demás, Zoro y Tn se fueron haciendo más cercanos, era lógico que pasara, Zoro siempre peleaba con Perona y conversar con Mihawk de algo más que no fuera entrenamiento estaba descartado, y Tn evitaba todo lo que podía a Perona (ya que la obligaba a vestirse de peluche) y su padre siempre estaba ocupado. Así que entre ellos forjaron su vínculo y con el tiempo se hicieron buenos amigos, demasiado, dirían algunos.

Pasaban todo el día juntos, tal vez por que vivían juntos, entrenaban juntos y comían juntos. Era obvio que con el pasar del tiempo ambos sintieran algo por el otro ¿o no?

Pero claro que ninguno dijo nada, después de todo ambos sabían que Zoro se iría.

Ese día llegó volando y sin darse cuenta Tn acompañaba a Zoro a Sabaody. Todo estaba listo, los Mugiwaras se habían reunido, todos se encontraban en el barco.

- Woooooa ¡Qué hermosa dama! - gritó Sanji al ver a Tn - ¡¿Qué hace una bella mujer con el marimo idiota?!

- ¡Cállate, cejas rizadas!

- Shishishi.

- Tus nakamas son muy divertidos - habló Tn - Bueno, es momento de decir adiós.

Tn miró a Zoro con una sonrisa, sonrisa que ocultaba tristeza, no quería tener que despedirse de él, el  chico del que se había enamorado.

- De verdad me gustó pasar estos dos años contigo pero... Mi capitán me necesita - habló Zoro.

- Por supuesto que sí. Espero que todos ustedes cumplan sus metas.

Ambos se abrazaron, Tn se aferraba al cuerpo de Zoro, no quería soltarlo nunca, derramó algunas lágrimas y le sonrió.

- Volveré - dijo Zoro en un susurro - Por ti.

- ¿Es una promesa?

- Es una promesa.

- Te esperaré.

Se miraron una última vez y Tn desapareció del barco.

El Sunny se sumergió para su próxima aventura, la isla Gyojin...

- ¡Marimo idiota! ¡¿Cómo te atreviste a abrazar a esa hermosa dama!?

- ¿Quién era ella, Zoro? - preguntó Nami con una sonrisa coqueta.

- ¡¿Quién era y por qué la abrazaste?! - dijo Sanji.

- ¡Es mi futura esposa! ¡¿ENTENDIDO?!

- ¡¿EHHHHHHH?! - gritaron todos al escuchar esa declaración.

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One-Shots con ZoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora