Cap 5. ¿Qué hiciste?

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Cuando Daniel la había escuchado pedir permiso para ir al baño pensó que algo no esta bien, la voz de ella era diferente ¿Acaso estaba llorando? Por la manera en la que salió, básicamente corriendo, claramente había algún problema.

-Profe ¿La puedo acompañar?- preguntó, a lo que Agustín lo miró extrañado.

¿Acaso este hombre no se da cuenta de nada? Claro que no se da cuenta, es Agustín alguien podría estar muriendo en frente de él y él seguiría caminando un poco confundido sobre porque el hombre que estaba tirado en el piso gritaba ayuda, pensó Daniel.

-Sí, por favor acompáñela- contestó rápido la profesora.

La respuesta de ella debería calmarlo,  pero al contrario lo inquietó más. Generalmente las profesoras preferían que una chica acompañe a una alumna cuando se siente mal, si dejaba que cualquier persona la acompañe algo no cuadraba. 

Cuando sale del aula, con más de una persona mirándolo, se dirige hacia la secretaría.

-Fran, Guille- saludó, acompañando con un movimiento de cabeza.

-Dani- dicen al unísono.

-¿Vieron a Emily?

-Sí, acaba de pasar, se fue al patio- dice Guille. 

-Se la veía mal- agregó Fran. 

-Gracias- dice Dani para luego retirarse y seguir los pasos de Em.

Cuando Dani sólo había dado un par de pasos Fran y Guille ya habían empezado una conversación al respecto. 

-Ay el amor- exclama Fran - Te apuesto cien pesos a que terminan juntos 

-¿Cien rata? Pagame un almuerzo al menos- exclama Guille 

-Bueno, está bien, apostamos un almuerzo, pero sólo porque de verdad le tengo fe a esta pareja

-Naa, para mí que ella termina con Hades- dice Guille 

-¿Hades? No, él no es para ella

-Todos sabemos eso, pero por la tensión que hay entre ellos dos no aseguraría nada- termina Guille 

A Dani, que había escuchado toda la conversación de esos dos, ese final le había causado un escalofrío. Hades no podía acercarse a otra de sus amigas y mucho menos a Emily. 

Mientras bajaba las escaleras a la velocidad de la luz se repetía "la vida es una sola", como todo adolescente cada vez que va a hacer alguna estupidez.

Cuando llega al patio la ve, esta de espaldas a él, con una campera excesivamente grande y la cabeza gacha, abrazándose a si misma. Esa imagen hace que su corazón se encoja, se ve tan débil y hace que él quiera protegerla aunque no estaba muy seguro de que. Con cada paso que da puede escuchar como llora, es un sonido que suena simplemente desgarrador, verla tan rota y no saber que hacer o a quien matar...

Se va acercando de a poco, intentando no hacer ruido y cuando esta lo suficientemente cerca la abraza por atrás, apoyando su cabeza en uno de sus hombros. Pero algo cambia en su cara cuando sus ojos detectaron algo que no estaba en el plan. Esas marcas quedaban a la vista porque tenía las mangas de la campera arremangadas, dejando a la vista lo que él nunca imaginó ver en ella. 

Ella con su sonrisa para dejar a todos tranquilos, ella con sus ojeras justificadas con que simplemente tenía sueño porque era una especie de "panda", ella que siempre ocultaba su dolor. Y en ese momento se dio cuenta que no recordaba la última vez que la vio llevar puesta una remera que dejara a la vista sus brazos o la última vez que la había visto llegar a cualquier lugar con una sonrisa genuina. 

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