Acto Suicida ✅

Cap 16. La gente triste

-Me acabo de dar cuenta de algo- dijo Agus de la nada, haciendo que todos lo miraran algo preocupados 

-¿De qué exactamente?- preguntó Diana un poco asustada por la respuesta que podía dar el morocho

-¿Vieron que dicen que la gente triste es aquella que molesta mucho?

-Te voy a ser completamente sincera- empezó Iris- Nunca en mi vida escuché eso, pero está bien, seguí explicando

En ese momento todos miraron a Iris aguantando la risa, cosas tan simples como permitir que Agus siguiera hablando antes de que alguno de los presentes se burle porque no entendían a donde quería llegar Agus con todo esto, una cosa tan simple como esa demostraba todo el amor que sentía por el muchacho de rulitos. 

-Bueno, la cosa es que eso es mentira. La gente rota es de las primeras en ayudar al resto, en escucharlos e intentar que esa gente no se rompa como ellos lo hicieron- mientras hablaba miraba a Emily con los ojos algo aguados por las lágrimas que estaba reteniendo

Emily no sabia si había dejado sus marcas a la vista, si Agus realmente sabía algo o si Dani e Iris habían dicho algo. Pero era verdad que Agus había estado cuando Daniel le había dicho que estaba igual que Hades, la verdad es que no sabía porque él la miraba a ella, pero por alguna razón en vez de sentir miedo porque alguien más podría saber lo suyo, se sintió acompañada. 

-Que profundo ¿Qué droga consumiste hoy?- dijeron Amara y Dani al mismo tiempo, cosa normal en ellos, logrando una carcajada general

Todos se rieron, menos Emily y Agus, los cuales se quedaron mirándose fijamente con una leve sonrisa que irradiaba melancolía. 

-¿Por qué nunca me toman en serio mis reflexiones?- preguntó él, volviendo a ser el Agus quejoso que todos conocían 

-Porque aunque la reflexión es buena es muy raro de tu parte- explico todavía riendo Diana 

-Por eso nunca digo mis reflexiones- dijo haciéndose el enojado mientras se cruzaba de brazos y se ponía de espaldas al grupo para sumarle más drama a la escena 

-No te enojes- le suplicó Amara mientras ponía los ojos del gato con botas 

-Los ojos no valen, todos saben que te salen mal y por eso me da miedo, obviamente voy a dejar mi drama para que pares- se quejaba Agus mientras se tapaba los ojos como un nene chiquito y se negaba a ver a Amara 

-Bueno, vamos a comer para que se te pase el enojo- dijo Dani resignado de que siempre las burlas terminaban con una ida al local de comida rápida

-¿Me van a pagar ustedes?- preguntó Agus haciéndose el difícil 

-Creo que te estás pasando un poco- dijo Diana, quien contaba con los dedos cuanta plata tenía 

-Mira que me vuelvo a enojar- amenazó Agus volviendo a cruzarse de brazos

-Me importa muy poco si te volves a enojar- contestó Amara parándole las ideas a Agus 

-¿Vos venís Em?- preguntó Iris notando que su amiga había dicho palabra o interrumpiendo a Agus y Amara 

-Hoy no puedo chicos, perdón, pero la próxima voy sí o sí

-Pero la próxima va a ser cuando el sin ideas de Agus tenga otra reflexión, osea dentro de cinco años- se quejó entre risas Diana 

-¿Acaso es el día de maltratar al pobre Agus?- preguntó indignado este 

-Obviamente- dijo segura Diana 

-Y deberíamos tener uno más seguido- acotó Amara poniéndose del lado de Diana 

-Bueno, lamento interrumpir esta hermosa escena pero yo ya me tengo que ir- anunció Emily parándose de un salto 

-Pero si te vas ¿Quién me va a defender?- preguntó Agus haciendo puchero y agarrándole la mano a Emily para que no se pueda alejar

-Tenes a Dani y a Iris para eso- dijo guiñándole un ojo a la última para luego dar media vuelta e irse, despidiéndose con  un simple movimiento con la mano

Cuando se iba pensó en lo que había dicho Agus y era verdad, si que lo era. 

Hay personas que estando más que rotas siguen buscando hacer que nadie se rompa. Ví gente rota aguantarse las ganas de llorar hasta llegar a su casa para no preocupar a nadie. También vi gente rota dar lo mejor con una sonrisa para que nadie vea lo dañados que estaban. Vi gente rota lastimarse en lugares fáciles de tapar, porque sentían que debían demostrar que estaban bien cuando estaban peor que todos. 

Todos tenemos nuestro acto suicida, algunos rompen algo para no lastimarse ellos, otros se lastiman a ellos para no romper nada, otros queman cosas y algunos simplemente necesitan hacer fuerza con algo. Algunos entrenan, otros pintan, otros hacen garabatos en un papel con toda la fuerza del mundo, otros toman hasta que ya no se reconocen, algunos fuman, otros comen demasiado. Todos hacen algo para evitar pensar, para alejar el dolor y muchas veces lo hacemos tanto que nos lastima. Y hay momentos en los que el dolor parece una cura, en ese momento nuestra salvación se convierte en nuestra sentencia y eso acto ahora es un acto suicida. La mayoría pasa un momento similar en su vida, al menos una vez, y aquellos que no tienen mucha suerte. 

A lo que íbamos con todo esto es que las personas realmente tristes no suelen decirlo, no suelen buscar atención o molestar, como muchos dicen. Las personas que no son felices muchas veces son las que más sonríen, las que realmente escuchan y ayudan todo el tiempo, son aquellas que te prestan atención e intentan que nunca te sientas solo, porque saben lo que se siente y no quieren que pases por el mismo infierno que ellos pasaron. La gente rota siempre va a estar cuando todo va de mal en peor, porque saben lo que es estar solo bajo la tormenta. 

Valoren a la persona que siempre está, porque quizás está pensando en dejar de estarlo y ayudarlos a ustedes es uno de sus cables a la vida. Miren más allá de esa sonrisa hermosa que les regalan cada mañana, porque quizás oculta miles de lágrimas. Y miren detalladamente cada gesto, porque quizás están gritando en silencio lo mucho que necesitan ayuda. Valoren a esas personas, acompáñenlas y nunca las dejen solas, porque quizás en ese momento están pensando que vivir no vale realmente la pena.   

Alaska K.

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