El Lich y El Dragón

Prologo

Prologo del dragón:

-¿Chico?-

-¿Ddraig?-

-Que bien, estas vivo-

Issei solo sonrió

-Je, después de todo la sangre y carne de dragones mas allá  de la comprensión de los dioses es más dura de destruir-

Ddraig pudo captar la idea, su amigo estaba decepcionado por no morir, ¿Quién no lo estaría? Las chicas a las que les juro en palabras y acciones amar hasta el final de su existencia y las facciones por las que arriesgo su vida misma en no pocas ocasiones para que vivieran en paz, lo traicionaron de la peor forma posible.

Issei Hyoudou, 19 años, japonés, castaño, ojos negros, para los ojos humanos, en secundaria un pervertido sin muchas esperanza, cosa que siendo un universitario, contra todo pronostico logro terminar una carrera de economía en tiempo record con altas calificaciones; pero para los ojos de los seres sobrenaturales, era un héroe en todo el sentido, original y moderno de la palabra, el portador del Boosted Gear, el guantelete que contiene el alma de Ddraig, el dragón emperador de la destrucción, se gano a base de esfuerzo renombre y reconocimiento dado a que siempre supero a muchos enemigos mas poderosos que él, eso si, nunca dejo de ser un pervertido, incluso uno de sus titulo y que capitalizo y que Ddraig no quiso ni recordar se basaba en eso.

-¿Puedes moverte?-

Issei trato de moverse, sus brazos y piernas estaban en perfecto estado, solo que le dolía moverlos.
-Para lo próxima no dejes que te impacte de lleno-

-Recuperarte… tardara… un… poco-

-¿Rojo? ¿Ophis?-

-Sorpresa… sorpresa-

La pequeña sonrió desde el lomo de la monstruosa nube cósmica de tono rojo que asemejaba un dragón de tamaño planetario, y en cuya pata delantera descansaba su malherido cuerpo.

-¿Qué paso?-

-¿Quieres… la buena… o… la mala… noticia?-

-En cualquier caso son malas noticias-

-Rojo tiene razón, dispara de una buena vez-

Ante la exigencia del dragón gales, ambos entidades cósmicas le soltaron ambas bombas al chico, lo bueno, había logrado evitar un cataclismo a nivel global y salvar a la hija de Ares, la mala, la ciudad de Kuoh y parte de sus habitantes habían quedado petrificados, sus padres y amigos más cercanos incluidos; si hubiera habido un ser por debajo del nivel de los dioses seguro hubiera muerto mil veces del miedo ante el aura y el rugido llenos de ira a desbordar.

-Les falle… soy un estúpido-

-No lo eres chico, hiciste lo que cualquiera con honor hecho-

-¿De qué me sirve el maldito honor? No tengo ni familia ni amigos, las facciones me dieron la espalda… no tengo a donde ir… no tengo un hogar-

-Yo… no se que decir-

Ninguno de los presentes pudo decirle a Issei algo que lo animara, hasta que Ophis rompió el silencio.

-¿No… prefieres… empezar… de nuevo?-

-Si no quieres ir a tu mundo, hay muchos otros a donde pueden ir-

-¿En serio? ¿Le permitirán ir a otro mundo?-

-A… los… dos-

-¿Empezar… desde cero?...-

Medito unos segundo pero tenia que preguntar algo importante.

-¿Ddraig? ¿quieres ir a otro mundo? ¿lejos de todo lo que conoces?-