Un Nuevo Mundo

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El gran bosque se encontró en calma, por un segundo, una escuadra de bandidos escapaba de algo enorme, un destello rojo, el primero tropezó y fue arrastrado a la espesura del bosque donde grito por un segundo, el que iba mas adelante corría con todo lo que sus piernas podían hasta caer rendido.

-¿Aun nos sigue?- no hubo respuestas -¿dije que si…?-

Estaba solo, a lo lejos una silueta roja se acercaba a él, empezó a retroceder para tratar de escapar, pero en su camino estaba la causa de su horror; una armadura roja como la sangre, grabados de oro y joyas esmeraldas adornaban aquella draconiana forma.

-Pi-pie-¡¡¡PIEDAD!!!-

-Esa mujer te pidió piedad mientras cortabas el estomago de su hijo, después que la violaste, a ella y a su hija- alzo su mano y de su puño surgió una cuchilla no más grande que su brazo, semejante a la hoja de un gladio, lista para matar a aquel infeliz.

-¡¡¡AYUDAAAA!!!- trato de escapar pero una larga estaca metálica roja atravesó su pierna.

-Eres menos que un cobarde- un tajo y la cabeza de aquel tipo rodo por le suelo; la armadura desapareció dejando solo el guantelete -vaya que están jodidos en este mundo-

-Entre los humanos siempre habrá alguna mierda como esos tipos-

-Lastimosamente… veamos si esa señora y la niña siguen vivas y si podemos llevarlas con alguien-

Extendió sus alas y aterrizo cerca de la casa de aquellas victimas de los bandidos, una familia de cuatro, un padre al que golpearon con un mayal hasta morir, una madre que fue violada mientras su hija sufría la misma tortura y su hijo mas pequeño era despedazado; se topo con la señora llorando sobre los cuerpo de sus hijos y su esposo.

-¿Señora?-

-Por favor…-

-Tranquila, acabe con esos bandidos, si solo hubiera llegado antes-

-Gracias…- la mujer tosió sangre, en su vientre había una herida que el castaño no había notado.

-Déjeme…-

-No- ella lo detuvo -ayuda a mi hija, ella sigue viva…-

La niña seguía respirando, a duras penas, por la mente del castaño no cruzaba otra idea mas que usar su poder para resucitarla, pero no sabia si era posible.

-¿Qué quiere que haga?-

-Llévala al pueblo de Carne, a unas tres… tres millas de  aquí… ahí esta su… su tía Ori… Oriana… por favor…-

-La llevare con su tía- se quito su chaqueta y envolvió a la pequeña -ella estará a salvo-

-Gracias… por ayudarnos…- fueron sus ultimas palabras.

Issei le cerro los ojos y la  recostó junto a su esposo y su niño en medio de los dos, tomo a la pequeña y extendió sus alas. En el cielo diviso un pueblo cercano, pero no estaba seguro de que fuera Carne.

-Me ayudaras- puso su mano en su mente y hurgo en sus recuerdos
Aprendió lo poco que la joven sabia y confirmo que era aldea Carne; aterrizo en el bosque por la dirección de donde habría salido si fuera a pie, siguió el resto corriendo, la aldea tenia un muro de palos a duras penas improvisado, se dirigió al interior pero cayo en una emboscada.

-¡¡¡ALTO AHÍ!!!-

No era un humano, era un goblin, otros cuatro lo rodearon espada en mano, por su apariencia, organización y equipo eran goblins inteligentes ¿habrían tomado la aldea?

-¿Quién eres y que quieres?-

-Busco a la tía de esta niña, su nombre es Oriana-

-Raimatsu, escuche a la jefa llamar así a una señora-

El Lich y El DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora