El Lich y El Dragón

Reino Enano: caida de Feo Berkana

Gracias a Ainz Ooal Gown, tuve tiempo de publicar este y de avanzar el siguiente

De todas las batallas, que habían sufrido en la ultima década, contra cualquier especie de monstruo, esa había sido la peor, la mitad de las tropas habían sido heridos, asesinados o simplemente desaparecidos en acción.

-Jefe de estado mayor, Guldan, reportándose-

-¿Qué paso? ¿Por qué hay tantos heridos?-

-Los Quagoa ya vienen- Guldan retiro su casco -nos emboscaron y por poco nos matan a todos-

-¿Cómo que los emboscaron? Dame detalles-

-Tratamos de llegar a Feo Raizo, estábamos bien armados, dormidos y comidos, no tomamos la gruta de la piedra negra así que fuimos por la gruta de las amatistas sin ningún incidente, pero cuando salimos la retaguardia fue atacada, luego atacaron la vanguardia; de alguna forma los Quagoa nos esperaban-

-¿Crees que hay un traidor entre los enanos?-

-No lo creo Gilldram, nadie entre nuestra raza traicionaría a los suyos por esos salvajes; pero ellos se están haciendo más inteligentes, ¿Cómo? ¿no tengo idea alguna?-

-Pues mientras que descubrimos como, ya empezamos la evacuación de la ciudad-

Guldan vio como habían carretas llenas de personas, suministros y algunos objetos de gran valor monetario en caso de tener que dejar las montañas; conociendo al consejo, dejarían lo más valioso en la bóveda bajo llave, era más practico y fácil dejarlo todo ahí, después de todo se necesitaría a un enano para abrirla.

-También tienes nuevas ordenes-

-¿Cuáles?-

-Defender esta ciudad hasta que las mujeres, niños, ancianos, enfermos y heridos se vayan a Feo Jera-

-¿Qué hay de ti? ¿los llevaras a la ciudad?-

-Pues no, me quedare contigo, debemos mantener esta ciudad hasta que todos estén a salvo-

-Te lo agradezco-

Se hacia de noche, pese a las piedras calóricas, se notaba por ciertas plantas que habían introducido a la decoración de la ciudad cuando aun había comercio con el imperio; los soldados hacían lo posible para hacer guardia y asegurar la salida de las personas, algunos se habían dormido, otros bebían de pequeñas cantimploras o hablaban de las leyendas de lo que habitaba en la gran grieta.

-Un horror indescriptible, sin forma, centenares de grotescos intentos de miembros revolviéndose, mientras los héroes eran despedazados y consumidos por la negra masa sin nombre que habita ahí…-

Los demás enanos se echaron a reír ante semejante disparate.

-Estas loco, seguro hay un  dragón, un dragón zombie, una aberrante creación de algún nigromante que protege su gran tesoro-

-Eso es imposible, si en primer lugar ya de por si es difícil matar un dragón, mas revivirlo-

-¿Tu como sabes?-

Un rugido interrumpió la tranquilidad de la noche, retumbaba por todas partes de la cueva haciendo temblar utensilios y decoraciones, enloqueció a algunos de los animales de carga y puso nerviosos a todos los que aun estaban en la ciudad.

-¡¡¡Soldados, formación!!!-

Los guardias se formaron con sus lanzas apuntando en dirección de la gruta de donde venia el rugido, los rugidos se escucharon mas cerca junto un batir de alas, nadie podía decir que era lo que se acercaba, un aire gélido recorría la espalda de cada persona ahí presente, de hecho sentían frio en cara, manos y brazos.

-¿Qué puede causar frio tan intenso?-