Esclavo de mi fantasía

Preocupado?

Acostado en mi cama, con una sensación de desahogo y calma, vuelvo a leer el mensaje de Samir.

—Me dijeron que te fuiste con Antonio, donde estás?— Sonrió y coloco el celular a un lado con cierta satisfacción.

Simplemente decidí no responderle, concentrándome en algunas actividades que debía entregar para mañana lunes, en la Universidad.

Dormí como nunca antes, desperté lleno de una gran energía que recorría todo mi cuerpo, con ganas de comerme el mundo, y es que realmente me sentía pleno y feliz.

El hombre de mis fantasías me había buscado y Antonio me enseñó lo que es sentirse amado y deseado.

En el bus, camino a la Universidad me escribe Antonio:

—Feliz día hermoso!— Wow... que detalle, me sentía afortunado y halagado.

Siempre estuve escondiendo mi inclinación sexual y aunque ahora estaba más seguro de mi mismo y de lo que quiero, no estoy listo para hacerlo público.

Sin embargo se encendió una llamarada dentro de mi que ahora ilumina mi camino.

Durante la mañana, estuve muy activo y participativo en todo. Al llegar la hora de almorzar voy con un pequeño grupo de la última clase al cafetín, allí veo a Samir e Inés.

Él con una sudadera negra y jeans, su cabello castaño medio largo y semi ondulado cubriendo parte de su perfecto rostro, mientras abraza a Inés con uno de sus brazos sobre el cuello.

Ella con un vestido de sexy escote que la hacían blanco de todas las miradas. Debo reconocer que aun siendo gay ella despertaba cierta curiosidad en mí.

La pareja bomba de la Universidad!. Ellos al verme hacen señas para que me acerque. Yo con la fuerza y seguridad que me impulsaban ese día camino a su mesa y los saludo como los mejores amigos. Ella me dice con voz curiosa y pícara observándome de arriba abajo,

—... Martin te veo diferente! ...estas radiante! ...será  que alguien enloqueció tú corazón?.

Entre risas y viendo a Samir discretamente, respondo,

—Quizás... ayer pase un día genial!

Y Samir siguiendo el juego dijo,

—Cuenta ...quien es? ...el sábado en la fiesta no contaste nada y luego te desapareciste.

—Me fui porque no me sentía bien. Me despedí únicamente de las personas en camino a la puerta. Y ustedes por supuesto, no estaban por allí...

Ines sonríe y besa a Samir en señal de complicidad para luego preguntar,

—Y que te paso? ...que pena contigo, seguro necesitabas atención medica? ...cierto?

—Siii! ...algo me cayó mal, pero luego me dieron lo que necesitaba para estar mejor.

Y en mi mente,

—Obviamente "está" ...sabe más de lo que dice...

Samir me dio una mirada seria y le dijo a Inés,

—Amor busquemos a Isabel para ir a clases antes de que se haga tarde— Nos despedimos y cada quien tomo su camino.

Al salir de mi última clase, voy caminando y me consigo de frente a un molesto Samir, que inmediatamente al verme dice señalando un aula cercana,

—Entra, tenemos que hablar!

Una vez adentro, cierra la puerta y con voz baja pero reclamando dice,

—Como que te dieron lo que necesitabas? ...por qué no contestas mis llamadas y mensajes? que hacías con Antonio?

—Samir estás celoso?— Haciéndome el sorprendido.

—No! ...Solo me preocupe por ti!— Mientras se calma un poco y continua,

—Antonio solo te quiere coger!!!

—Y tú que quieres de mi? ...él se portó muy bien conmigo, se "preocupó"!— Haciendo énfasis en esta última palabra y continuó,

—En tomarme en cuenta!!!

—Eso es por interés! ...Al estar aquí yo te demuestro que me preocupas!— Acercándose a mi.

—Y yo te demostré que soy capaz de entregarme completamente a tus deseos! ...y Antonio no tiene miedo de sentir mis...— Interrumpiendo, Samir me toma con fuerza de mis brazos acercándome abruptamente a su cara, donde podía sentir su respiración molesta en mi rostro, y dice,

—Yo no tengo miedo de nada!

Él se queda sin palabras solo viéndome y yo quede atrapado en sus grandes ojos color ámbar en un silencio eterno... se fue acercando más a mi y de pronto suena algo en el pasillo, me suelta y se aleja.

—Me tengo que ir, luego hablamos!— Y salió casi corriendo.

Yo me senté en la silla del profesor para entender lo ocurrido.

—Será que Samir quiere algo más que mi culo? ...un mujeriego que no podía contar con cuántas mujeres se había acostado, se preocupa por mi?— pensé.