La libertad de Martin

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Después de la fabulosa mamada que le di a Samir escondidos en mi casa, yo estaba muy caliente y más cuando descubrí que dejo su bóxer Intencionalmente debajo de mi almohada.

Samir (un macho mujeriego) me había confesado que estuvo observándome mientras me masturbaba luego de la primera vez que me cogió. Se molestó cuando se enteró que salí con Antonio y además vino a mi casa para que le hiciera un oral.

No lo podía creer el hombre de mis fantasías al parecer sentía algo más que simplemente ganas de cogerme.

Pasaron algunos días de mensajes calientes que me tenían enloquecido, aunque en la Universidad él siempre estaba con su novia (Inés) y me trataba como un amigo más.

Pero había algo diferente en ellos, Samir me tenía ganas e Inés me veía de una manera extraña, diría que hasta morbosa.

Un jueves antes de salir de clases veo a Samir solo, y me dice:

—Hola muñeco, quieres ir a mi casa?

—Para qué? ...darás  una fiesta?— respondí Irónicamente.

—Mmmm... No! ...a menos que cogerte se considere una fiesta!

Yo ya estaba comenzando a tener una erección, Samir me calentaba muchísimo y que me dijera que quería cogerme tan descaradamente me hacía desearlo más!, pero le pregunto,

—Y... que paso con Inés?— A lo que seguidamente respondió,

—Decidimos  tener una relación abierta, y no tiene problemas contigo.

Yo sorprendido respondo,

—Ella sabe lo nuestro?

—Si! ...y le excita saberlo, quizás algún día podamos hacer un trío— dibujando una pícara sonrisa en su rostro.

—Heee... no sé si me sienta cómodo con eso.

—No has aprendido nada? ...No digas que no, si no lo has probado! ...pero por ahora te quiero solo para mi, así que camina y deja de hacerte el duro!!!

Finalmente llegamos a su casa, no había nadie y fuimos directo a su habitación. El llevaba una playera azul que marcaban sus fuertes brazos un pantalón corto negro, siempre buscando lucir sus piernas y zapatos deportivos. Yo usaba una polo negra, jeans ajustados que resaltaban mi culo y zapatos negros.

Samir me traía con un juego de miradas y yo estaba enamorado, no podía creer como me estaba tratando, era seductor, considerado y a la vez como un juego.

Estaba nervioso, y él lo noto mientras se quitaba la playera dejándome ver su escultural torso y dice,

—Que te ocurre? ...Ni que fuera la primera vez...

—No puedo más... tengo que confesarte... yo te amo... desde hace años y realmente estoy dispuesto hacer lo que me pidas para estar a tu lado— Bajando la cara avergonzado y esperando haber arruinado todo.

Samir acercándose con la sonrisa que me mata,  levanta mi cara con su mano y dice,

—Eso ya lo sabía... pero antes no te ponías así!.

Yo asombrado o más bien impactado por sus palabras le respondo,

—Es que no entiendo que quieres conmigo, tienes novia... y me tratas como si te importara... es solo para cogerme?

Samir está parado justo frente a mi viéndome directo a los ojos y dice,

—Me importas! ...no sé cómo explicarlo pero te necesito cerca... me gusta verte reír, me gusta saber que estás allí para mi, me haces feliz ...y ahora me gusta darte placer...

Esclavo de mi fantasía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora