"La pasión por la comida y el amor por los sabores, unirá a dos personas que en su haber son extremadamente ambiguas.
Natasha; joven, cálida, serena. Con una obligación enorme a cuestas, se desvive por ser cada día una de las mejores chef del resta...
RÍO ROMA - ERES LA PERSONA CORRECTA EN EL MOMENTO EQUIVOCADO.
Todo o Nada "Eres todo y a la vez nada ¿Quién me dice que no eres amada? Pues mi alma se siente ilusionada Como el amor danza una balada.
Tú has hecho sin tocarme Con tu alma, tu alma enamorada Tú me has hecho soñar todo y nada Lo has hecho solo con mirarme." Héctor. OGG.
ENIGMA
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La había cagado con creces, me había dejado llevar por el instinto primitivo. Ese impulso que te conduce a actuar sin pensar ni medir las consecuencias de los actos. Que enorme desastre.
Quería ir tras ella y pedirle disculpas, al final, había avanzado demasiado en mantener una relación cordial como para dañarla por un simple beso. Un beso medianamente correspondido, uno que a pesar de ser agresivo estaba tintado de toques muy muy dulces. No había dudas que detrás de toda esa malcriadez se encontraba una mujer con un temor a algo quizá, ¿desconocido?. A su vez me daba la ligera impresión que también estaba necesitada de afecto, pero de afecto de pareja, no de ese que uno recibe de amigos o familiares. A lo mejor solo eran suposiciones, ideas locas que circulaban por mi cabeza.
Caminé en dirección al jardín, por allí vi que se perdió Natasha, sin embargo, el cuerpo alto y un tanto fornido de Will me detuvo en seco. Nos retamos con las miradas hasta que vi en este como se suavizaban sus facciones.
-Déjala tranquila... -sentenció en voz baja.
-Necesito disculparme con ella. No era eso lo que quería, Will. -busco explicarme un tanto nervioso por la situación pero a su vez respetuoso. Yo me consideraba un caballero, alguien que no transgrede los límites de las personas más no sabía bien que era lo que había ocurrido en mi interior, el porqué había buscado la manera de callarla de esa forma, o mejor dicho, de controlarla.
-Naaaaa... -dice Will de lo más apacible-. Natasha es explosiva y necesita estar a solas un buen momento. Lo mejor es dejarla allí en el medio del jardín pensando. -Mueve las manos de forma muy femenina. Yo me mantengo insatisfecho por sus explicaciones-, mire, chef, lo mejor es lo que le digo, déjela quieta no uno, sino muchos días y ya veremos cómo se comporta luego, es como una niña malcriada a la que ya no puedes darle dos palmadas en el culo porque creció pero si puedes ignorar un rato esa actitud soberbia para que se le aplaque el mal humor. Vaya a descansar.
-¿Pensando en qué? En lo único que piensa en echarme una olla de agua hirviendo encima para rajarme el cuero... -dije sin meditar mucho mis palabras.
Increíblemente Will soltó una enorme carcajada que me hizo reír a mí también. Mentalmente coincidíamos en que me había topado con una mujer que para controlar sus emociones debía encerrarse en sí misma. Algo que debía respetar sin más ni menos.
