Uno.

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Capítulo uno.

-¡Sam tienes que...! 

Y eso fue lo último que escuche de mi mamá, lo único que hice al llegar a casa fue ir corriendo a mi habitación, ¡mierda! tenía que conectarme, había pasado DOS días sin internet en el campo de mi abuela y tenía que actualizarme.  ¿¡Alguien puede explicarme por qué demonios no existe la palabra ''internet'' en el campo!? Y no, no estoy exagerando. 

Luego paso los tips para sobrevivir a días sin internet, de nada.

Corrí a mi “cueva” y prendí la computadora, ¡agggg! ¿tarda tanto para encenderse? Ok, tengo que calmarme si no perderé la cabeza.

Empecé a contar números, esperando pacientemente que el icono de Windows cargase por completo

Uno…

Dos…

Tres…

Cuatro y la computadora al fin prendió, dejando ver mi hermoso fondo de pantalla donde Shawn ((de pequeño)) sonreía y dejaba ver sus dientes y sus hermosos ojos se iluminaban, babeé unos minutos y entré a google rápidamente, no espere a que cargase por completo y fui a twitter.

9 notificaciones y ninguna de él, está bien, respira… ¡MIERDA! No me seguía aún después de enviarle más de ¿16? ¿17 mil tweets? No esperé y fui a su perfil, había 4 nuevos tweets los cuales retwitteé y marque como favorito como a todos. Sonreí al ver que en uno nombrara a sus chicas ((o sea nosotras)).

Me conecté a Facebook, tenía muchas notificaciones y mensajes, como me esperaba: todas del grupo de fans. Muchas preguntaban por qué no me conectaba, por qué no twitteaba, otras pedían señales de vida, entre otros. Conteste a todas ya que había recordado que solo Andy sabía que me iba al campo de mis abuelos, ella era mi mejor amiga a la cuál contaba todo y cada uno de los detalles de mi vida (aunque no fueran muchos, la verdad).

Salí de Facebook y visite algunas fans page de Shawn por si había noticias o algo nuevo, para mi suerte, nada.

Generalmente cuando me voy pasa de todo, literal.

Deje la computadora prendida y busque mi ropa, en realidad solo escogí lo que encontré y esto era verdad: pantalones holgados de algodón, una remera ajustada verde oscura  con una estampa que decía “I’m Little pony” en letras grandes y blancas, oh dios. Y mis pantuflas de siempre, claramente esto era ‘’lo primero que encontré” no es como las chicas que se matan buscando el atuendo perfecto para terminar diciendo que fue lo primero que encontraron, esto en verdad era merecido llamarse así.

Me duche rápido creando un nuevo récord quizá.  Me vestí y volví a sentarme frente a la pantalla pero mi mamá llamaba desde abajo para cenar, maldición solo esto bastaba.

Baje las escaleras dando saltitos y evitando algunos escalones.

-¿Si mamá? –se notaba mi voz frustrada, pero no tenía que ser tan odiosa si no quería un castigo-

-Solo te llamaba para que bajes a cenar Sam, ¿saldrás alguna vez de tu cueva? –uff, ¿¡se estaba burlando de mí!?

-En realidad no tengo hambre, pero gracias. –volví a subir pero me detuve en mitad de camino.

-Sam.

-¿Qué quieres? –ni siquiera me di vuelta para responder, esta vez mi voz cargaba más odio.

-¡Solo que bajes a comer! No sales de tú habitación nunca, ¿conoces a tu hermano si quiera?

Miré a Matt que me sonreía divertido y marcaba su boca en una O grande susurrando “oh-oh”. El niño era muy inteligente para tener cinco años.

-Solo déjame en paz, ¿acaso te molesto en mi habitación? ¡Por dios!

-Sam. –la voz  gruesa de mi papá me llamo.

-¡Por favor! No quiero comer, no tengo hambre solo… -bajé la voz en forma de víctima.

-Está bien… -suspiró mi papá luego de unos segundos- puedes subir.

 Mamá lo fulmino con la mirada y no dijo nada, o por lo menos no hasta que me fui de ahí. Lo amaba, él siempre me defendía, me mimaba, hacía lo que yo quería y me dejaba hacer lo que yo quisiera. Él decía que yo era su “princesa”, y claro eso me favorecía en varios aspectos.

Volví a subir y me encerré en mi habitación con una sonrisa victoriosa, en realidad la relación con mamá no era muy buena, claramente yo era la favorita de papá y Mateo el de mamá. Y eso estaba bien, porque no pretendía que fuese de otra forma.

Mamá no me entendía, jamás lo hizo ni lo va a hacer, ella no entendía por qué estaba tanto tiempo en la computadora, por qué “perdía mi tiempo” (según ella) en enviar mensajes a ‘’ese chico canadiense yon, chon, como se llame’’ y decía que no podía amar a alguien que no conocía. Pero sí, amaba más a él que a cualquier otra persona que se me acercase y eso jamás lo entendería.

No entendía mis sentimientos, no me entendía, no me conocía.

En cuanto a mi papá, quizás tampoco me entendía mucho, pero si me apoyaba, me escuchaba y no se metía, y eso para mí era suficiente. Solo contar con su apoyo y que me aguantará cuando me agarraba pequeños ataques de locura. Él estaba ahí, sonriendo sin saber la razón de por qué estaba saltando como loca. Hasta se había aprendido alguna que otra canción de Shawn (aunque la verdad pronunciaba muy mal el inglés). Siempre que íbamos en auto él y yo poníamos las canciones de mi celular y cantábamos como idiotas, y eso era suficiente razón para quererlo más que a mi mamá. En otras familias era diferente, ya saben, la madre que apoya a su hija y el padre que ni siquiera conoce al ídolo y solo se preocupa por su trabajo, pero en mi situación no era así.

Volví a abrir twitter y Facebook, empecé a hablar con algunas chicas y a enviar tweets a Shawn para que básicamente sepa por solo unos segundos de mi existencia.

@ShawnMendes Hey baby! I love you so much, more than anything. Follow me pls? x1256

 

@ShawnMendes Hey baby! I love you so much, more than anything. Follow me pls? x1257

 

@ShawnMendes Hey baby! I love you so much, more than anything. Follow me pls? x1258

Una notificación, la abrí.

 Esperen…. ¿¡QUÉ!?


A big fan » Shawn Mendes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora