Capítulo dos.
Y ahí estaba yo, sentada en frente de mi pantalla, con mi postura un poco curvada, casi sin aire ((o mejor dicho sin aire)).
Me costaba respirar, mis ojos se empezaban a aguar y mis manos tapaban mi boca que estaba exageradamente en forma de ‘’O’’. Tenía un nudo en la garganta que no me dejaba formar una palabra.
Saqué mis manos de mi boca, colocando la derecha en el mouse de mi escritorio y la izquierda en mi barriga tratando de conseguir aire y calmarme.
Deslice mi mano derecha por encima del mouse, hice clic en el link de la notificación, en el nombre de aquel usuario.
‘’Shawn Mendes te ha seguido’’
El resumen del perfil cargó, y en segundos el perfil de ese usuario apareció en la pantalla.
Mis lágrimas empezaron a caer fuertemente por mis mejillas, y no eran de felicidad exactamente.
Dos, tres, cuatro o quizá cinco lágrimas; todas de dolor.
Ilusión; decepción; todos esos sentimientos me invadían y claramente me deprimí.
Y yo era la causante de esto, la estúpida en pensar que Shawn Mendes me iba a seguir. ¿Acaso no había aprendido la lección ya? Fakes, fakes, fakes y más fakes que me seguían una y otra vez, desilusionándome.
Seguramente ((como todos)) pensaran que soy ‘’una exagerada’’ pero no, claro que no lo soy. El solo hecho de pensar que mi ídolo se tomó esos dos minutos para mí, solo en darle clic, viendo mi nombre, mi usuario, mi existencia en este mundo, solo eso me bastaba para ser feliz. Así que si lo piensas, no, no soy una exagerada.
Cerré mi twitter y todas las ventanas abiertas de un solo clic, apagué la computadora y me tumbe en mi cama un poco brusca, eran pasadas las doce y media, en realidad ni me fije. No tenía humor, claramente; otra vez me habían gastado una de esas estúpidas bromas. Insensibles.
**.
-¿¡Otra de esas bromas!?
-Sip. –agarre de uno de las mangas de mi mochila, la atraje hacia arriba para asegurarme de que no se cayera.
Caminábamos con Andy hasta la gran puerta principal del colegio, papá me acababa de dejar en la vereda donde mi mejor amiga me esperaba. Estaba tratando de evitar lo más posible el tema de ayer, en verdad había llorado un poco y no quería recordar toda esa mierda.
-¿No te afecto?
Suspiré y callé por unos momentos, tratando de buscar las palabras exactas para expresarme.- Quizás si… no lo sé, un poco ¿entiendes? Es que… ya estoy acostumbrada. –mire la cara de desentendida de mi amiga, en realidad no estaba entendiendo nada.- Oh vamos, ya sabes. No somos esas típicas chicas con suerte… Nunca lo seremos, y creo que me estoy adaptando al papel de las sin suerte. Es decir, no somos esa clase de personas que va caminando por la calle y mágicamente se encuentra con su ídolo. Y bueno, me duele pero es la verdad y creo que nunca seré de esas así que mejor no ilusionarse, ¿no?
Ella bajo la mirada, entendiendo que me había ‘’rendido’’, pero no, ¡no era eso lo que quería decir! Volví a hablar buscando expresarme mejor.
-Por otro lado no dejaré de intentarlo… -ella me miró y sonrió, yo también lo hice y seguí. –No seré de ellas, pero vamos, no gano nada tirando mis sueños a la basura, y no pierdo nada con intentarlo otra vez…
-¿Otra vez? Creo que esta es la vez número… -no terminó y se calló pensando un número- no lo sé. –suspiró- ya has intentado mucho y he perdido la cuenta.
Reímos y seguimos nuestro camino.
Las clases se hicieron extremadamente largas, y aún más con el discurso del profesor de historia, ¡oh vamos! ¿quién quiere saber sobre la vida de esas personas? Y era estúpido que yo preguntase eso, ya que de hecho se me toda la vida de una persona. Innecesario, pero a la vez necesario.
Cuando al fin después de más de cuatro horas tocó el timbre de salida, saludé a algunas chicas de mi clase y me encaminé hacia afuera de la institución. Varias personas seguían adentro, pero el caos en realidad era afuera; mucha gente (demasiada) salía disparando por la misma puerta, que aunque fuera grande, no era suficiente para esa masa de personas. Logré salir del bodoque de personas y divisé a mamá en la otra vereda esperando por mí con Matt de su lado. Papá salía mas tarde así que ella era la encargada de dejarme en casa otra vez.
Mire para todos lados buscando a Andy, pero no la encontré así que salí corriendo por la calle intentando no ser atropellada por un auto. Luego hablaría con mi amiga, porque conociendo a mi madre, no le gusta esperar.
Llegue al auto y me subí en el asiento de copiloto, me saqué mi mochila y la deje caer en mis piernas. Mamá me miro
-¿Cómo fue tú día?
-Normal.
Fin de la conversación.
Saqué mi celular y entré a twitter, el resto del viaje fue completo silencio, ni una palabra por parte de los tres.
Estaba por subir las escaleras, mi mochila estaba en los hombros e iba lo más rápido que mis piernas me permitían. A mitad de un escalón mamá hablo detrás de mí.
-Mañana iremos a lo de tus primas, toda la tarde. Si tienes que hacer algo, cancélalo, ¿ya?
¿¡QUÉ!? ¿¡CON MIS PRIMAS!?
Nota:
Este capítulo va dedicado para las chicas de SMAM ((Shawn Mendes Argentina Muro)). seguramente no lo lean pero de todos modos, va para ellas, gracias.
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A big fan » Shawn Mendes.
Fiksi Penggemar❝ -Pon ese vine, ¡no, no! ¡ese no! Aquel, el de chico con la guitarra.❞ © 2015, @iwantziam ✔, All rigths reserved