Cuatro.

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 Capítulo cuatro.

Estaba en mi habitación, eran las ¿dos de la tarde? Quizá, ni siquiera me fijé.

En cuanto llegué del colegio mamá me obligo a subir, bañarme, y preparar un pequeño bolso ‘’por si surge algo imprevisto’’ Que claro, era quedarnos hasta el sábado o domingo allí.

Desde anoche hasta hoy he ignorado a mi papá, tanto que hoy tuve que ir al colegio caminando.

Pero no me importaba, estaba molesta, y más que eso. Dolida.

Mis rodillas estaban apoyadas contra la madera baja de mi cama, por sobre las sábanas estaba una mochila y mis cosas necesarias para sobrevivir; auriculares, computadora portátil, un libro, mi celular, un librito de sopa de letras y juegos didácticos (estúpido, lo sé) y golosinas (gomitas, toddys…) Además un poco de ropa, suficiente como para dos días. Quizá era una exageración pero quería mantenerme lo más lejos de ellas.   

La puerta se abrió, papá.

-Sam…

-¿Si? –dije sin darme la vuelta-

-Por favor Sam, mírame.

Me di vuelta y suspiré pesadamente. -¿Qué quieres?

-Perdón, intenté convencerla pero no pude. Se lo importante que era esa reunión para ti, sé que no es un juego, lo sé.

-Ya vete, necesito cambiarme para ir a casa de mi tía, de hecho seguramente quedaré todo el fin de semana ahí.

-Trataré de convencerla en venir lo antes posible, ¿sí? Mientras tanto trata de no odiarme. Te quiero hija.

-Lo que sea.

Me di vuelta y seguí viendo mi celular, me llego una notificación de twitter, una de las tantas.

@ShawnMendes: You guys are everything

Sonreí, este chico quería matarme. Empecé a enviarle tweets como:

@ShawnMendes You’re my everything, i love u so much.

@ShawnMendes OMG thank u! you make my dayy

Entre otras cosas, pero era verdad: él había hecho mi día, lo había alegrado, arreglado, con solo cuatro simples palabras me hizo feliz.

Escuché la bocina desde abajo y me apuré en bloquear mi celular, agarre mi bolso, lo colgué de un hombro y bajé dando saltitos por la escalera.

Al fin llegué a la puerta y subí atrás con Matt, él jugaba con muñequitos, cruzamos el semáforo y mamá habló.

-La pasaremos genial familia. –sonrío y yo solo rodé los ojos ‘’familia’’ era todo lo que nosotros no éramos, cansada de sus comentarios estúpidos, me puse los auriculares y ‘Never be alone’ sonó a través de ellos, sonreí y subí el volumen. La casa de mi tía quedaba lejos, por esa razón casí nunca íbamos, así que era un viaje largo.

**

Papá aparco el coche y me di cuenta que habíamos llegado ya que mamá bajo de un salto y se dirigió a la casa celeste de en frente. Me saque los auriculares y junto con mi celular los tiré en mi bolso, luego abrí un poco bruta la puerta y salí del auto para acercarme a mi tía que ya estaba en la entrada saludando.

-Tranquila Sam, no quiero que rompas el coche. –dijo papá en cuanto me vio bajar. Hice caso omiso y me dirigí a mi tía con un abrazo.

A big fan » Shawn Mendes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora